Más de la mitad de los adolescentes sevillanos confían en ganar más de 1.000 euros en su primer trabajo

Pocos. Muy pocos alumnos de las aulas sevillanas tienen vocación empresarial. El informe que elabora cada año la Cámara de Comercio sobre las inquietudes laborales de los estudiantes de enseñanzas medias refleja que la función pública sigue siendo el principal objetivo de los jóvenes de cara a un futuro profesional. Trabajar por cuenta propia no sólo continúa como opción minoritaria, sino que es una posibilidad que cada vez contemplan menos adolescentes a la hora de plantearse el porvenir.

El informe desvela un dato preocupante: la falta de información sobre la realidad del mercado laboral en los institutos. Un desconocimiento que se evidencia en datos como las expectativas salariales de estos jóvenes. El 60% de los encuestados confía en ganar más de mil euros al mes en su primer empleo, cuando los últimos informes constatan que en tales casos la masa bruta a percibir oscila entre los 700 y 1.000 euros mensuales.

El estudio de la Cámara de Comercio, elaborado por su centro universitario Eusa, consta de 7.000 entrevistas realizadas en 124 centros educativos, tanto públicos como privados. Los estudiantes que han respondido a las preguntas cursan cuarto de la ESO, primero y segundo de Bachillerato.

La encuesta vuelve a demostrar que la universidad es la opción por la que se decanta la mayoría de los estudiantes sevillanos. Tres cuartos de los entrevistados. Por contra, la Formación Profesional (FP), pese a elevar el número de adeptos, no acapara ni un 20% de los encuestados. Este dato también revela la falta de información sobre los nuevos perfiles que se demandan en el mercado laboral. Cada vez son más las empresas que buscan personal técnico para sus puestos de trabajo, una prioridad que encaja mejor con las enseñanzas de los ciclos formativos que con los grados universitarios. Ahí está el ejemplo de la FP Dual, que en Sevilla logra que ocho de cada diez alumnos consigan trabajo de forma inmediata.

No obstante, los expertos inciden en la necesidad de una formación más completa. Javier Fernández Noriega, director general del campus de la Cámara de Comercio, abunda en que no ha de tomarse la FP y la universidad como opciones enfrentadas, "sino complementarias". Una idea en la que también insiste Olaia Abadía, secretaria general de Educación y FP de la Junta de Andalucía, quien explica que muchos alumnos pueden estudiar un grado y luego una FP, o a la inversa, y además completar sus conocimientos con un título de posgrado.

Los campos profesionales preferidos por los estudiantes evidencian el tipo de empleo que quieren desempeñar en el futuro. La sanidad y la educación son los ámbitos preferentes, en los cuales la función pública tiene un alto dominio. Esta prioridad concuerda con la intención que tiene casi la mitad de los encuestados de ser funcionarios, una opción que suma aspirantes, como también lo hace la posibilidad de trabajar por cuenta ajena. Sin embargo, la intención de ser empresario y montar un negocio propio es cada vez más minoritaria. Sólo un 26,4%, casi cinco puntos menos que hace tres cursos.

Para quienes han dirigido el informe, en los centros de enseñanzas medias todavía no se estimula lo suficiente la capacidad emprendedora de los alumnos, una asignatura pendiente que se constata en las competencias que son prioritarias para los estudiantes, los cuales colocan la confianza en sí mismos y la organización y planificación por debajo de otros valores.

No obstante, el carácter emprendedor no sólo ha de fomentarse en la escuela, sino también en la familia, pues el 53% de los encuestados afirma que a sus padres les gustaría que se preparasen unas oposiciones para ser funcionario.

Para los representantes de la Cámara de Comercio, con su presidente, Francisco Herrero, al frente, en Sevilla existen alumnos con mucha capacidad emprendedora, como demuestran los distintos ciclos que organizan, adonde llegan proyectos de adolescentes "que parecen realizados por profesionales". Eso sí, esta cualidad ha de incentivarse y canalizarse para que se convierta en una opción de futuro para las nuevas generaciones.