De MIR a jefa de una unidad de referencia en España

Con ADN sevillano: Purificación Gacto

Purificación Gacto dirige la Unidad de Grandes Quemados del Virgen del Rocío, donde se formó como médica y donde ha logrado un hito nacional: la fabricación de piel artificial 

El Virgen del Rocío usa piel artificial como medicamento para los grandes quemados

Con ADN sevillano: Purificación Gacto / Juan Carlos Muñoz

A la doctora salmantina, pero de formación como sanitaria murciana, Purificación Gacto, la trajo a Sevilla la proyección nacional de la Unidad de la Gestión Clínica de Cirugía Plástica y Grandes Quemados del Hospital Virgen del Rocío.

Cinco años de MIR, una breve experiencia laboral en Cáceres y de vuelta al centro sevillano es el bagaje curricular de la hoy jefa de un servicio que la vio nacer como profesional en el año 2005 y que, con ella a los mandos, se acaba de convertir en el primero de toda España en conseguir la autorización para utilizar piel humana artificial como medicamento de terapia avanzada para su uso en grandes quemados.

Un hito de una unidad de referencia para pacientes de toda Andalucía, Canarias, Ceuta, Melilla y Extremadura al que avala más de una década de trabajo. Esto incluye desde las etapas de investigación básica, la investigación clínica, la fabricación como un medicamento de uso humano, así como todo lo relativo a la vigilancia de la seguridad y la farmacovigilancia, de modo que se pueda garantizar la calidad, seguridad y eficacia del medicamento.

Hasta llegar aquí, los especialistas del Virgen del Rocío han tenido que recorrer un camino no exento de dificultades. Para conseguir esta autorización por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), el Hospital Virgen del Rocío, junto con la Red Andaluza de Diseño y Traslación de Terapias Avanzadas, de la Fundación Progreso y Salud, ha elaborado un dossier de registro que recoge toda la información relativa al desarrollo del medicamento.

Las ventajas de la piel humana de fabricación artificial son numerosos. Desde facilitar la cicatrización rápida y eficaz de las heridas a proporcionar una barrera protectora que disminuye el dolor y aumenta la comodidad del paciente, además de mejorar los resultados estéticos y funcionales, minimizando la formación de cicatrices y contracturas.

La piel que vienen usando los cirujanos del Virgen del Rocío, se fabrica ya por metros cuadrados en el laboratorio GMP (Good Manufacturing Practices) de otro hospital de la red pública andaluza, el Virgen de las Nieves de Granada, en coordinación con la Red Andaluza de diseño y traslación de Terapias Avanzadas. Se hace a partir de una muestra de piel sana del propio paciente que toman los especialistas de la Unidad de Grandes Quemados, a partir de la cual se obtienen en el laboratorio las células de la dermis y de la epidermis que integran una malla de fibrina agarosa que se coloca, con posterioridad, al paciente para que sobre ella crezca tejido sano hasta quedar integrada en su nueva dermis.

“La piel artificial salva vidas”, asegura Gacto. Este tipo de injertos se realiza en pacientes que tienen entre el 60 y el 90% de la superficie de su cuerpo quemada y que no disponen de piel propia para cubrir las partes dañadas con sus propios injertos.

El objetivo es seguir avanzando. “Seguimos trabajando en mejorar la piel cultivada y preveemos que en los próximos dos o tres años será prácticamente diferente por las innovaciones que vamos a introducir”, afirma. 

Tampoco es el paciente quemado su meta. “Ya estamos colaborando, también con la Universidad de Granada, en un trabajo centrado en las úlceras de pacientes parapléjicos o encamados de larga duración, para poder encontrar algún tipo de cobertura que ayude a regenerar más rápidamente esas llagas en la piel”, adelanta.

Pero no sólo de este gran hito vive esta unidad. La otra pata a la que debe su nombre completo, la de Cirugía Plástica también la sitúa en la órbita de las mejores de España. 

El equipo liderado por la doctora Gacto, es también referente en reconstrucción mamaria microquirúrgica tras mastectomias en pacientes oncológicas. También en reconstrucciones faciales oncológicas. Y, quizás lo menos conocido, en reconstrucciones complejas en niños con malformaciones.

En casi lo más alto a lo que puede aspirar, esta cirujana plástica que ha logrado llevar la sanidad andaluza, y sevillana, a dar la vuelta al mundo no olvida sus inicios. Recuerda que llegó a la jefatura de este servicio referente tras la salida del que considera su mentor, el doctor Tomás Gómez Cía que, junto a la doctora Francisca Miralles “sentaron las bases” de lo que hoy es este servicio, convertido en una de las seis unidades de referencia en el Sistema Nacional de Salud (CSUR) para el paciente gran quemado que existe en España. 

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