Más de 26 millones para recuperar el Arqueológico
Patrimonio
El Gobierno da luz verde a las obras de adecuación integral del museo para solventar los déficits funcionales y técnicos del edificio
Sushi y habitaciones en una iglesia de Sevilla del siglo XVI
El Gobierno ha dado luz verde a las obras de adecuación integral del Museo Arqueológico por un valor estimado de 26.648.760,10 euros (IVA incluido) para solventar los déficits funcionales y técnicos del edificio. El Ministerio de Cultura ha informado que el proyecto redactado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra ha sido objeto de actualización a los precios actuales del mercado y ha sido supervisado y aprobado técnicamente el pasado 7 de marzo.
El proyecto persigue, según Cultura, solventar los déficits funcionales y técnicos del edificio con una “actuación integral, que también busca revertir las sucesivas adiciones parciales”. Además, se propone restaurar la imagen y espacialidad del edificio primitivo, mientras se mantiene el programa de usos optimizando su operatividad. Las múltiples intervenciones están marcadas por un programa de necesidades y un Plan Museológico que aúnan la rehabilitación del histórico edificio con la mejora de su discurso expositivo, la modernización de sus instalaciones y, sobre todo, señaló Cultura, “la transformación de los espacios de recepción y circulación para facilitar el acceso del público”.
El objetivo es, por tanto, la integración del Museo Arqueológico –museo de titularidad estatal y gestión transferida– en la corriente de museos de nueva generación, “capaces de lograr una mayor interacción social y reconocimiento cultural, de modo que sean inclusivos y receptivos a toda la ciudadanía que se acerque”.
El edificio se construyó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 en el entorno del Parque de María Luisa, enfrentado al antiguo Palacio de Arte Antiguo o Pabellón Mudéjar, actual Museo de Artes y Costumbres Populares.
Fue construido con materiales de no excesiva calidad, como respondía a su condición de pabellón efímero y se compone de nueve cuerpos distribuidos de forma simétrica y longitudinalmente respecto de un eje central, marcado por el acceso principal.
En 1942 se trasladaron allí las colecciones arqueológicas desde el Antiguo Convento de la Merced y se constituyó como nueva sede del Museo Arqueológico de Sevilla. Con el paso de los años, las colecciones fueron incrementándose con nuevos piezas, lo que llevó, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, a realizar diversas intervenciones para adecuar, ampliar, reparar y modernizar el edificio, según lo requerían las necesidades de la institución.
La Comisión Provincial de Provincial de Patrimonio Histórico avaló a principios de diciembre el proyecto de ejecución modificado para la reforma y rehabilitación del Museo Arqueológico. Este fue un paso necesario para la rehabilitación integral del edificio diseñado por Aníbal González para la Exposición Americana de 1929.
En el informe se detalla la necesidad de la remodelación integral del histórico inmueble como una realidad evidente, tanto desde el punto de vista del edificio como de la museografía. El edificio se construyó en 1919, ha vivido varias reformas parciales, pero el paso de los años ha hecho su efecto tanto en sus fachadas e interiores como en su estructura.
Patrimonio considera que lo que se propone es adecuado y acorde con los valores del Bien de Interés Cultural (BIC) Museo Arqueológico y del Parque de María Luisa, suponiendo una intervención que podrá en valor tanto el Monumento sobre el que se interviene como el Jardín Histórico en el que se ubica.
Recuperar el edificio original de Aníbal González y llevar el museo al siglo XXI. Esos son los objetivos de la rehabilitación del museo. El ambicioso proyecto lleva pendiente desde 2009. La actuación más significativa y definitoria del proyecto se desarrolla sobre su eje transversal: se va a “rescatar” el espacio del óvalo central como acceso y vestíbulo principal del museo. Para ello, se añade un núcleo de comunicación vertical liviano y acristalado, que permitirá la conexión de los tres niveles expositivos.
La Sala Oval se convierte, retomando la idea de Aníbal González, en el espacio de ingreso y acogida: acceso a los distintos recorridos, información, área de descanso, venta de entradas, organización de grupos, etcétera. Desde este espacio central, se podrá ir tanto a las exposiciones temporales como a la exposición permanente del museo.
También se potencia la comunicación entre las fachadas Norte y Sur, gracias a la apertura de la gran puerta situada al fondo (hoy clausurada) al nuevo espacio de comunicación y circulación vertical que mira a los jardines.
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