Los militares de la UME patrullan las calles de Sevilla

El Ejército patrullando por las principales calles de Sevilla. No se trata de ningún simulacro ni de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas. La Unidad Militar de Emergencias (UME) comenzó a desplegar a sus efectivos sobre las tres de la tarde, tal y como había decidido poco antes la ministra de Defensa en una reunión con el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Miguel Ángel Villarroya, y otros miembros de la cúpula militar.

De momento, la presencia de los militares de la UME es discreta, aunque no pase para nada desapercibida, coincidiendo con la orden del Ministerio de realizar "reconocimientos previos" en las zonas urbanas donde esta unidad tiene desplegados contingentes y en la áreas donde puede haber un "mayor riesgo de propagación" del Covid-19. Así, además de Sevilla, los agentes patrullan otras grandes ciudades como Madrid, Valencia, Zaragoza, León, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.

Junto al despliegue de la UME, Defensa también ha procedido a la activación de los médicos militares en la reserva y ha dado instrucciones a la farmacia militar para que incremente la elaboración de la solución desinfectante hidroalcohólica, así como otros medicamentos genéricos que fueron necesarios.

Aunque la inmensa mayoría de los sevillanos había acatado disciplinadamente, como no puede ser de otra forma, el decreto del Gobierno que acuerda el estado de alarma, a primera hora de la mañana la Policía Nacional se vio desbordada ante la presencia de ciudadanos que no estaban respetando las restricciones.

Según confirmaron a este periódico fuentes policiales, en varias zonas de Sevilla se tuvo que avisar por la megafonía de los patrulleros a los ciudadanos para que regresaran a sus domicilios y recordando que está prohibida la circulación salvo para los supuestos contemplados en el decreto de estado de alarma.

De momento, los agentes sólo han estado informando a la población de que pueden ser sancionados en caso de no respetar las limitaciones impuestas al movimiento de los ciudadanos -se puede salir para ir al trabajo, a la farmacia o a hacer la compra, entre otros motivos justificados-, pero no se descarta que de la información pueda pasarse a la sanción, dado que el decreto de estado de alarma contempla la posibilidad de imponer sanciones e incluso, para los casos más graves de desobediencia o resistencia, la aplicación del Código Penal, que establece incluso penas de entre tres meses y un año de prisión para los infractores.

Que haya ciudadanos en la calle puede generar indignación social del resto de ciudadanos que respetan escrupulosamente la cuarentena y, sin embargo, "ven desde sus ventanas cómo se pasea por vía pública, se pasea en exceso el animal doméstico o se utiliza el mismo como pretexto para dar un paseo o hacer deporte", comentan fuentes policiales, que recomiendan que a los ciudadanos que, cuando tengan que salir, no se paren a charlar en grupo ni vayan acompañados.

La Policía también está patrullando con el mismo fin otros municipios sevillanos próximos a la capital, como San Juan de Aznalfarache o Mairena del Aljarafe.