El ex militar y la farmacéutica que dieron cuatro millones del Gordo en Sevilla
José María Nogales dejó la Unidad Militar de Emergencias para hacerse cargo hace cuatro años de la administración
Su mujer, Paloma Rodríguez, trabaja en una farmacia de su familia en Nervión y ayuda a su marido con la Lotería
José María Nogales Díaz dejó la Unidad Militar de Emergencias (UME) hace cuatro años. "Como quería complicarme la vida aún más, decidí montar un negocio. Estuvimos viendo qué podíamos hacer y nos salió la oportunidad de adquirir esta administración de lotería", dice, eufórico, el día que ha repartido cuatro millones de euros del Gordo de Navidad.
En febrero de 2016 se hicieron cargo de la administración de lotería que hay en el centro comercial Alcampo, en la Ronda del Tamarguillo. Le puso por nombre El Atrapasueños. "No tiene ninguna explicación de por qué ese nombre, simplemente nos gustan mucho los atrapasueños y decidimos llamarla así", explica su mujer, Paloma Rodríguez Ferrero, que regenta con su madre la farmacia Ferrero, en Marqués de Nervión, y echa una mano a su marido con la lotería cada vez que hace falta.
Como ayer, un día de mucho trabajo para los loteros. La pareja tiene una niña de seis años, Lola, a la que dejaron en el parque de bolas del centro comercial mientras ellos terminaban de sacar adelante el trabajo. "Es que este negocio es duro, eh, cuando se cierra la administración vamos a los bares y restaurantes a venderles. Esto tiene mucho trabajo".
Para el matrimonio, el Gordo de este domingo ha supuesto una de las mejores noticias de su vida. "Ni siquiera tenemos pagado todavía el préstamo de la administración. Si es que la compramos in extremis porque había otra persona interesada, y al final nos dieron el crédito y pudimos hacernos cargo", dice Paloma, emocionada y exultante. "Estoy ahora mismo en una nube, me he tomado ya dos ibuprofenos".
Mientras, su marido abre botellas de champán una detrás de otra. Cada vez que viene una cámara repite el gesto. Se abraza con los clientes, reparte besos y abrazos y hasta saca tiempo para grabarse un vídeo y colgarlo en Facebook. "Cuatro millones de euros, madre mía", repite una y otra vez, y salta y grita, y besa a su mujer, y la abraza, y vuelve a coger el cartel con el número del premio. "26590, cuatro milloneeeeees de euroooooooos", entona, algo más desafinado que los niños de San Ildefonso.
Tres de los décimos premiados con el 26590 fueron vendidos a través de internet, por la aplicación Tu Lotero, mientras que los otros siete de la serie se distribuyeron en ventanilla. En total, El Atrapasueños ha vendido una serie completa del primer premio del sorteo de Navidad, agraciada con cuatro millones de euros en total.
"No tengo ni idea de quién ha podido comprarlo. Han venido clientes a darnos la enhorabuena pero a ninguno de ellos les ha tocado. Lo que sí es seguro es que no se ha devuelto nada de ese número, lo hemos comprado ya tres veces", afirma el lotero.
La administración ha dado ya varios premios importantes en los casi cuatro años que lleva bajo la gestión de José María Nogales. "No se nos da mal, la verdad, aunque nunca habíamos dado el Gordo de Navidad", admite el administrador. "Hemos dado del sorteo de los jueves, primitivas, euromillones...". De pronto se para, se queda callado unos instantes y exclama: "¡Es que estoy flipando!".
El madrugador Gordo de 2019 ha sorprendido al matrimonio durmiendo. "Hoy por la tarde es un día de mucho trabajo en la administración, porque la gente viene a cobrar ya y se forman colas de 40 ó 50 metros, por eso estábamos descansando, para estar bien tanto hoy como los días que vienen", explica Paloma. Por eso, ambos dormían con los teléfonos en silencio cuando el móvil de José María comenzó a vibrar de forma insistente.
"En ese momento pensé que lo mataba, que se había dejado la alarma puesta. Pero él me dijo que no, que lo estaban llamando. Tenía tres llamadas perdidas de su hermano y otra del delegado de Loterías en Sevilla. Yo encendí mi teléfono y tenía varias llamadas también. Enseguida llamamos a mi cuñado y nos dijo que habíamos dado el Gordo". Paloma cuenta que se levantaron de la cama y se arreglaron a toda velocidad, dejaron a la niña con la abuela y se vinieron a la administración.
Todo lo que vino después entra dentro del éxtasis, la euforia y una alegría inmensa que a veces se traduce en llanto. "Mi hija me decía que por qué lloraba, y yo le respondía que de felicidad, pero no sé si lo ha entendido". Hoy la niña verá a sus padres en la tele y en las portadas de los periódicos.
La administración está situada en un local de la primera planta del centro comercial Alcampo, que este domingo está abierto para las compras navideñas. En una cafetería cercana, unas empleadas del supermercado se lamentan de que su número no haya sido el agraciado, aunque compran en la administración desde que ésta abrió, con otro propietario, hace 25 años.
El número del Gordo es muy similar a la fecha de apertura del centro comercial. "Alcampo se abrió el 25 de junio de 1990. Hoy ha salido esa fecha pero con un baile de números, el 26590. Nos parece increíble, pero ya llevamos aquí casi treinta años", dicen las trabajadoras. De fondo, se oyen los gritos de José María, el ex militar de la UME, y Paloma, la farmacéutica de Nervión. La pareja que un día se atrevió con un negocio y hoy destila felicidad.
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