Más de mil árboles en riesgo de caída
En Sevilla hay más de 1.000 árboles en riesgo de caída. Se trata de la cifra aportada a finales de febrero por el delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, cuando compareció para anunciar el nuevo contrato para el cuidado de las zonas verdes, que entró en vigor el pasado 1 de marzo. Cuando el PSOE llegó a la Alcaldía, hace ahora tres años, en Sevilla había 2.500 árboles en nivel 4, el estado más crítico y en el que la tala resulta obligatoria para evitar incidentes como el ocurrido en mayo en el Patio del León del palacio mudéjar. Dicha cantidad se extrajo de un informe encargado por el equipo de Espadas a los técnicos de Parques y Jardines.
Desde entonces la caída de ramas y árboles ha sido una constante. Especialmente en verano. En 2017 el ahora candidato a la Alcaldía hispalense por el PP, Beltrán Pérez, convirtió este asunto en un motivo de constante enfrentamiento con el gobierno socialista. Unas críticas que tuvieron su culmen con la caída de una almena de la muralla almohade tras venirse abajo una rama de considerables dimensiones junto al Bar Pastora, cerca del Arco de la Macarena.
En este punto conviene recordar que Espadas heredó el modelo de macrocontrato para zonas verdes que Zoido firmó durante su mandato. Al edil socialista Antonio Muñoz nunca le convenció el funcionamiento de este sistema, de ahí que en cuanto las cláusulas legales se lo permitieron introdujera importantes mejoras. Con la nueva firma el gobierno de Espadas se comprometió a plantar 7.000 árboles en un año, tarea que desempeñarán las ocho empresas que se encargarán del cuidado de los parques y jardines que no entran en el listado de los espacios históricos de Sevilla. Una promesa, que de hacerse realidad, la disfrutarían los sevillanos a pocos meses de una nueva cita con las urnas. El trabajo previsto en el nuevo macrocontrato se divide en diez lotes. Con él se crean 117 puestos de trabajo. Supone un gasto para las arcas municipales cercano a los 55 millones de euros.
El mismo día en que en que entró en vigor este acuerdo Sevilla sufría los azotes de Emma, el primero de los fuertes temporales de viento y lluvia que han azotado la provincia esta primavera. Una inestabilidad meteorológica que se ha mantenido hasta la llegada de mayo y que ha dejado tras de sí un reguero de destrozos en los parques y el viario urbano, en los que numerosos árboles se han venido abajo. En dos días Emma provocó 400 incidencias e hirió a cinco personas por las caídas de ramas de gran tamaño. El abril un tornado causó en menos de una hora medio centenar de incidencias, entre las que destacaron la caída de dos árboles de considerables dimensiones en el Paseo de Colón. Unos daños que han afectado, incluso, a los centros de enseñanza. En los Jardines de Murillo una guardería pública permaneció casi dos meses cerrada por el estado de riesgo en el que se encontraban muchos ejemplares de este recinto.
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