Un menor la lía la noche de Halloween en Sevilla tras tomarse una caja de lorazepam

El adolescente, de 17 años, agredió a puñetazos y patadas a una vigilante del Hospital de Valme y a un médico de un centro de salud de Dos Hermanas

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Patrulleros de la Policía Nacional en el hospital Virgen de Valme. / Belén Vargas

Un menor de 17 años provocó varios altercados la noche de Halloween en Dos Hermanas y en el Hospital Virgen de Valme, donde llegó a herir de cierta gravedad a una vigilante de seguridad. También atacó a un médico del centro de salud San Hilario, de Dos Hermanas. Todo comenzó en estas dependencias sobre las diez de la noche, cuando el adolescente acudió al servicio de urgencias demandando asistencia porque en una fiesta había tomado una dosis alta de psicofármacos (una caja de lorazepam) y estaba asustado.

El médico que le atendió le explicó que tenían que llevar a cabo un lavado de estómago para minimizar los efectos de la ingesta, medida que el menor rechazó porque quería regresar a la fiesta. El chico insistía en que tenían que ponerle el algo. Cuando el médico le explicó los riesgos, se dio a la fuga. Desde el centro de salud se avisó a la madre y se comunicó lo ocurrido al centro coordinador de emergencias, según indicó este jueves el Sindicato Médico.

Después de que la madre lo localizara, acudió con él a Urgencias del Hospital de Valme, sobre las doce de la noche. Allí, la madre reclamaba asistencia porque el menor no quería ser atendido y pidió a dos vigilantes que retuvieran al chico. Las dos vigilantes acudieron en ayuda de la madre, aunque le dejaron en claro que no podían retener a nadie contra su voluntad. Se dirigieron al vehículo en el que estaba el menor, que en un primer momento hizo ademán de colaborar y entrar en el hospital. Sin embargo, en ese momento, el adolescente comenzó a golpear las puertas del coche, lanzando patadas y puñetazos a las vigilantes.

Una de ellas se llevó varios impactos y tuvo que parar la agresión cerrando el coche y apartándose del lugar. La madre consiguió que su hijo se bajara del coche y entre ella y las vigilantes lograron que se sentara en una silla de ruedas para llevarlo al hospital. Nuevamente el menor comenzó a lanzar golpes a todos los presentes. Una de las vigilantes se llevó varios en la cabeza y otras zonas del cuerpo, además de que le rompió las gafas. La mujer cayó al suelo mareada.

Los vigilantes solicitaron presencia policial. En ese momento, la mujer decidió que no quería que lo atendieran y que se irían de nuevo al centro de salud de San Hilario. En todo este tiempo, el menor no paró de insultar, amenazar y vejar a las vigilantes, con expresiones como "perra guarra, os voy a matar, los policías sois todos iguales de malos".

El menor volvió al centro de salud sobre la una de la madrugada e irrumpió en la consulta de urgencias del mismo facultativo que le asistió horas antes, exigiendo nuevamente que le pusiera algo para poder volver a la fiesta. El médico volvió a desaconsejarlo, por lo que inmediatamente el menor se abalanzó contra él, propinándole puñetazos y patadas de tal manera que entre el personal de seguridad y él mismo tuvieron que inmovilizarlo y avisar a la Policía. Los agentes se personaron rápidamente para detener al agresor, el cual fue trasladado de inmediato a sus dependencias. Los propios agentes acompañaron al médico a la comisaría, donde procedió a denunciar lo ocurrido no sin antes ser atendido por su propio compañero del servicio, quien emitió el correspondiente parte de las lesiones producidas por el agresor.

El médico agredido ha sido asistido en todo momento por los delegados del Sindicato Médico de Sevilla, que le han indicado el procedimiento que establece el propio SAS para las agresiones a profesionales. La dirección del centro le indicó la posibilidad de tramitar una baja laboral como consecuencia de la agresión, medida que el facultativo ha declinado de momento, a pesar de las evidentes lesiones físicas y psíquicas producidas.

En libertad a las pocas horas

A las pocas horas de la detención, el agresor fue puesto en libertad, entre otras razones por su condición de menor de edad. Ante esto, el médico agredido ha solicitado que, en la medida de lo posible, le sean asignadas guardias en otro servicio de urgencias fuera de Dos Hermanas, ya que nadie le va a garantizar que vuelva a intentar agredirle de nuevo dada la ausencia de medidas efectivas de protección contra las agresiones.

El Sindicato Médicode Sevilla, reclamó este jueves "que la administración no abandone a quienes velan por la salud de la población y que dedique a ello al menos los mismos recursos que emplea para proteger a quienes trabajan en otros establecimientos públicos". "Agredir en Atención Primaria sigue siendo demasiado fácil y los agresores lo saben", concluyó esta organización.

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