El megayate 'Kaos' atraca en el Muelle de las Delicias
La embarcación de lujo anima la recuperación del turismo de cruceros
Espectacular imagen en el Muelle de las Delicias, hasta donde ha llegado el megayate Kaos en la tarde de este miércoles. Se trata de una embarcación de superlujo de 107 metros de eslora que cuenta con apenas una veintena de camarotes para pasajeros y otros tantos para la tripulación, aunque su tamaño es similar al de un crucero.
El megayate, con bandera de las Islas Marshall, procede de Cartagena y permanecerá hasta el martes 14 en Sevilla, consignado por Lamaignere. Hace unos días visitó los muelles sevillanos otra embarcación, el yate Soprano, también de lujo pero de dimensiones más reducidas. El atraque de ambas es una buena noticia para el sector turístico y confirma su reactivación en un mes en el que también se han reanudado el tráfico de cruceros, con la primera escala de La Belle de CadixLa Belle de Cadix, tras un año de parón por la pandemia.
El Kaos fue construido en 2017 por el astillero Oceanco para el emir de Qtar, ya fallecido y abuelo del actual, y fue bautizado con el nombre de Jubilee. Hasta la fecha es el barco más grande que se ha construido en los Países Bajos. En 2018 fue vendido por un precio que ronda los 300 millones de euros. La proa de la embarcación cuenta con helipuerto y una cubierta oculta para las labores de amarre. Visto desde arriba, sus curvas voluptuosas conducen a la piscina, de estilo acuario, ubicada en la cubierta de popa más grande, configurada como un beach club. También tiene ascensor y gimnasio. Puede alcanzar una velocidad máxima de 18 nudos y su coste anual de mantenimiento supera los 20 millones de euros, según fuentes portuarias.
Actualmente el barco es propiedad de la multimillonaria estadounidense Nancy Walton, una de las herederas del imperio Walmart, cuyo patrimonio está estimado en 8.000 millones de euros, una de las mayores fortunas del mundo, según la lista Forbes.
En primavera el Kaos ya hizo escala en Las Palmas de Gran Canaria. Hace una semana llegó a Cartagena con sólo un docena de pasajeros y una tripulación para atenderlos de 41 personas. Allí estuvo sólo unas horas. Y luego fondeó en aguas de Marbella.
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