Colapso del tráfico de Lagoh, así quiere combatirlo el Ayuntamiento
El gobierno local estudia un aumento de los aparcamientos en la calle y también nuevas bolsas, medidas para proteger las zonas verdes y peatonales y lanzaderas de transporte público para clientes y para trabajadores
La situación se veía venir antes de la inauguración. Lo admitió el mismo delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera. A sólo cinco días de la inauguración del que es el mayor centro comercial de Andalucía, el que abrió sus puertas a finales de septiembre en Palmas Altas, los atascos ya se habían anunciado con preocupación. Exceptuando las primeras jornadas de estreno, el problema más que de retenciones es de aparcamiento y se intenta atenuar cada fin de semana gracias a dispositivos especiales, con medios y fondos públicos. Para evitar que esto se perpetúe es necesario arbitrar otras medidas que ya están siendo debatidas en las distintas mesas de coordinación en las que se sienta el Ayuntamiento de Sevilla con la empresa promotora del centro, el Grupo Lar, y también la Dirección General de Tráfico (DGT).
La clave pasa por sacar coches del parking del centro comercial Lagoh, cuya capacidad, 3.200 plazas, se ajusta a lo que se prevé en los planes urbanísticos. Cumple con el mínimo exigido, es más, hasta lo supera, pero resulta claramente insuficiente para una afluencia diaria que la propia dirección del centro ha cifrado en más de 35.000 visitas diarias, las necesarias para llegar al objetivo de 14 millones al año. Técnicamente es complicado conseguir una mayor capacidad de aparcamiento, por la dificultad de construir por debajo del nivel freático.
Como primera medida para evitar el caos total, los accesos al aparcamiento se cierran una vez que se supera el 80% de su capacidad. Una medida con la que se evita una saturación mayor de la SE-30 y del Puente del Centenario. Una vez que se anuncia el cierre, en el lapso de tiempo que discurre hasta el corte completo el parking acaba llenándose y no vuelve a abrirse hasta que las plazas libres no alcanzan el 20%.
Esta circunstancia ocurre habitualmente los fines de semana. Los viernes y sábados por la tarde el parking se llena con rapidez y, a su vez, traslada el problema a otros puntos que no son la circunvalación. El colapso se traspasa a Los Bermejales, por donde los conductores que no han podido entrar en el parking buscan aparcamiento. El barrio ha revivido en los días de máxima afluencia la situación que se repite cada vez que juega el Betis en Heliópolis y 50.000 personas se desplazan hasta el estadio inundando las calles aledañas.
Según manifiestan los vecinos, algunos días el tiempo que emplean para poder entrar en el barrio es superior a los 30 minutos. Tras las críticas salen a relucir las advertencias que hicieron colectivos como Ecologistas en Acción durante las obras del centro comercial, cuando alertaron de que los criterios considerados para hacer el plan de movilidad no se ajsutaban a la situación real. Lagoh no sólo recibe a población de la capital, también de un entorno metropolitano muy poblado, de municipios situados a menos de 30 kilómetros como son Dos Hermanas, Utrera o Los Palacios, o del Aljarafe. Y el puente del Centenario se convierte en un punto cnflictivo, más de lo habitual. Según los datos facilitados por el centro comercial, sólo entre el 27 de septiembre y el 3 de octubre fueron más de 321.000 personas las que pasaron por estas instalaciones, 200.000 entre el mismo viernes y el domingo 29 de septiembre.
La situación requiere de una respuesta sin mayor dilación. El Ayuntamiento de Sevilla ha puesto sobre la mesa tres líneas de actuación que pasan por una mayor protección del entorno, el refuerzo del transporte público y la habilitación de nuevas plazas de aparcamiento.
La protección de las zonas verdes
Las primeras actuaciones se han centrado en perseguir los aparcamientos ilegales e indiscriminados que han llegado a meterse incluso en el Parque Guadaíra. Eso ocurrió puntualmente en los días de estreno. Pero cada fin de semana los coches ocupan la zona de albero que rodea el perímetro del parque, un paseo para el peatón atravesado por un carril bici que queda inutilizado.
Los dos últimos fines de semana, los que lleva abierto el centro exceptuando el de la inaguración, el Ayuntamiento de Sevilla ha montado un dispositivo de seguridad y tráfico especial. Durante el último operativo se interpusieron 150 multas de aparcamiento y por infracciones a conductores. Se retiraron con la grúa siete vehículos y se denunció a dos furgonetas que iban a ser utilizadas por gorrillas para instalarse en la zona. Prácticamente la misma cifra de sanciones que se interpusieron el fin de semana anterior en un intervalo de sólo dos horas.
El Ayuntamiento ya ha empezado a instalar bloques de hormigón y jardineras, entre otros obstáculos, para impedir que esta zona perimetral sea ocupada por los coches y se vigilará que el carril bici sea seguro. Fuentes municipales comparan el problema en la zona con el que se origina con los partidos del Betis cada quince días.
Lanzaderas
Otra de las soluciones pasa por fomentar el uso del transporte público, otra forma de sacar coches de Lagoh. Los datos de la nueva línea 35 de Tussam, la que une el Prado de San Sebastián con el centro comercial, con paradas en Reina Mercedes y Los Bermejales, demuestran que la demanda es alta. El sábado pasado, día de gran afluencia, utilizaron este autobús 6.000 usuarios, una cifra que supera con creces la de las otras líneas exprés que unen el Prado con el Norte y el Este de Sevilla y que justificaría un refuerzo. No obstante, no está en los planes municipales restar flota o personal a otras líneas ni asumir nuevos costes. Lo más que se ha hecho hasta ahora es poner en servicio autobuses dobles en dicha línea los sábados, un día en que no circulan este tipo de vehículos.
La alternativa pasa por la puesta en funcionamiento de lanzaderas, un coste que tendría que asumir la empresa gestora de Lagoh. Un servicio similar al que tienen desde hace tiempo, por ejemplo, los factorys o la propia Abengoa, que apostó por un transporte privado para el desplazamiento hasta Palmas Altas de sus empleados. Precisamente, uno de los colectivos más afectados por estas dificultades de movilidad son los propios trabajadores del centro, 1.800. Ya hace unos días sindicatos como CCOO hicieron de altavoz de sus quejas: atascos, falta de plazas de aparcamiento y poca frecuencia de la línea de Tussam.
Las lanzaderas son una opción que se está barajando con la empresa, aunque no hay nada cerrado. La propuesta municipal pasa por establecer una línea que salga desde Blas Infante, un punto intermodal y con conexiones con el área metropolitana, y que llegue hasta Lagoh a través de la avenida de Las Razas, un acceso rápido que supondría un tiempo por trayecto de diez minutos.
Más aparcamientos en el viario
La tercera línea de actuación consiste en la habilitación de más plazas de aparcamiento, una solución que, de paso, daría respuesta a una reivindicación de los vecinos de la zona y prepararía el barrio para la presión que se espera cuando se pongan en marcha nuevos desarrollos urbanísticos como la Ciudad de la Justicia y las 3.000 nuevas viviendas proyectadas en Palmas Altas por Metrovacesa, que sí tiene previsto habilitar un acceso por Bellavista, algo que aliviaría también considerablemente el tráfico.
Para ello se están buscando solares con el objeto de poder crear bolsas de aparcamiento, pero lo más inminente puede ser un mayor aprovechamiento del viario ya existente y que en la zona perimetral del parque Guadaíra permite la creación de plazas en la calle.
El objetivo es crear un cinturón en paralelo a esa zona de albero que ahora ocupan los coches de manera ilegal. En definitiva, ordenar mejor este enclave. Un cordón de vehículos protegería también el parque. Ésta es una propuesta que se ha aprobado ya alguna vez en la junta de distrito y que ahora podría ver la luz.
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