Los médicos cargan contra el plan de verano y el SAS defiende una "intensa" planificación

El plan de verano aplicado desde este lunes 1 de julio en los hospitales de Sevilla no convence a los médicos. Como publicó este periórico, el mismo contempla el cierre de aproximadamente un 20% de las camas normalmente disponibles en los principales centros hospitalario, así como la reducción de la actividad quirúrgica y planificación de las consultas externas.

En total, más de 600 puestos de hospitalización que, según argumentan desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS), quedan “en reserva” y se activarían si la demanda así lo requeriera, pero que en la práctica se traduce en camas inoperativas durante la mayor parte del verano y y el cese de la actividad no urgente por las tardes en los centros de especialidades de todas las áreas sanitarias.

En este sentido, desde el Sindicato Médico de Sevilla sostienen que la reserva de camas hospitalarias en verano es“un eufemismo” porque “aunque las quisieran activar no sería posible porque no hay personal suficiente para atenderlas”, indicó ayer su vicepresidente, Miguel Ángel Montilla. Así, el sindicato tacha de “insufiente” el plan de contrataciones para las sustituciones del personal. En su conjunto, un escenario que la principal central sindical entre los médicos de esta provincia califica de “economicista, improvisado y tardío”, por las fechas en la que se les ha presentado.

“El cierre de camas es algo que se repite cada verano con un fin economicista porque, igual que se hace ahora argumentando la falta de médicos para las sustituciones, también se hacía cuando había un exceso de profesionales. Es una medida meramente economicista que afecta, por un lado, al personal, porque el que se queda tiene que suplir a los que se van de vacaciones por la falta de contrataciones, y, sobre todo, a la población. Hay que recordar que en la provincia tenemos unos 60.000 pacientes en lista de espera quirúrgica, de los que más de 12.000 llevan más de un año, y aproximadamente 180.000 sevillanos que están en espera para consultas con el especialista, con un alto porcentaje también fuera de plazo. Por ello, el cierre de camas no va a suponer más que el incremento en verano de las listas de espera”, critica Montilla.

Con respecto a las contrataciones, Miguel Ángel Montilla apunta a un “recorte” en las sustituciones con respecto a años anteriores. “Es verdad que la bolsa de empleo no está funcionando porque hay pocos facultativos disponibles pero es que no se ha hecho ninguna oferta pública en las que podrían haberse incorporado profesionales de otras comunidades o de la sanidad privada si les hubiera interesado”, lamenta. 

Como ejemplo, indica que en el Virgen del Rocío, el hospital de referencia de la provincia de Sevilla, de las 90.000 jornadas que se contrataron el año pasado de todas las categorías, este año se ha bajado a 88.000. Más al detalle, el sindicalista critica que en el caso de los facultativos se haya pasado “de unas 2.500 jornadas” en 2023 “a unas 500” este año. Por otro lado, lamenta la “nula” sustitución de médicos en el Hospital Virgen Macarena, tal y como recoge el informe de planificación estival del SAS para este centro. “Esto supone, sencillamente, que el que está en el hospital tiene que echar más horas para suplir al que no está o tener que trasladar sus vacaciones fuera del periodo estival para asegurar la asistencia”, apostilla.

Con todo, el responsable sindical vaticina que habrá colapsos, sobre todo, en el servicio de urgencias. “Es el caso más paradigmático porque es un servicio donde en verano no baja la demanda y, unido al cierre de camas, hay menos posibilidades de evacuación de enfermos, con lo cual se hacinan con mayor facilidad”, considera. “Hay centros en los que se están habilitando espacios para personas pendientes de ingreso por si hiciera falta pasar ahí a pacientes al contar con menos camas en planta”, añade.

Desde la Administración sanitaria, la delegada territorial en Sevilla de la Consejería de Salud, Regina Serrano, defendió ayer el plan de verano fruto “de un intenso trabajo de planificación”. En la misma línea, indicó que “no puede admitirse que se vuelva a hablar de cierre de camas”, argumentando que “todo paciente que necesite ingreso hospitalario lo tiene garantizado”.

“El plan de verano se desarrolla entre el 15 de junio y el 30 de septiembre de cada año y su diseño ha estado precedido de un intenso trabajo de planificación. En cualquier caso, el plan se monitoriza y adapta permanentemente para dar respuesta a posibles incrementos de la demanda asistencial. Es decir, existe una monitorización diaria en cada centro de la demanda del Plan de Asistencia Sanitaria para estos meses, de manera que puedan adaptarse los recursos a posibles incrementos de demanda, como ha ocurrido en determinadas situaciones en veranos anteriores”, defendió ayer Serrano.

En cifras, la delegada territorial ha explicado que la dotación de camas de hospitalización en la provincia de Sevilla asciende a 3.413, de las que 3.272 han estado funcionando entre enero y mayo. "El plan de verano contempla mantener funcionantes 2.760, es decir, casi un 81%", ha apostillado.

Al detalle, el SAS argumenta que el año pasado la ocupación de camas hospitalarias durante los meses estivales fue de un 64%, "por lo que la planificación hecha cubre totalmente las necesidades asistenciales de los centros hospitalarios para estos meses". "Además, hay que incidir en que estas previsiones están basadas en antecedentes históricos de demanda asistencial en el periodo estival más reciente, y siempre conllevan la activación de cuantos recursos adicionales fueran necesarios, en caso de que se supere la demanda esperada", concluye la Administración sanitaria en un comunicado.