Martínez-Almeida: "Felipe ha sido un punto y aparte para Sevilla"

El Zaguán

El alcalde de Madrid valora la importancia del AVE para el desarrollo de la ciudad, cree que Vox decae por sus malas decisiones y desvela sus tres referencias de la vida pública: Reagan, Tatcher y Juan Pablo II

El vídeo completo de la tertulia con Martínez-Almeida

La tertulia con el alcalde de Sevilla

La tertulia con el alcalde de Málaga

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. / Juan Carlos Muñoz

La lluvia ha cesado en la capital, el tráfico se ha quedado por fin como la mar tras una tormenta. La luz entra con generosidad en la sala donde se reúne la junta de gobierno. Preside un óleo del Felipe VI. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida (Madrid, 1975), habla con la fluidez del opositor que fue para ganarse la plaza de abogado del Estado. Parece que canta el temario en vez de responder a las preguntas que se proponen en la tertulia El Zaguán. Proclama alto y claro que la degradación institucional y el desgarro social serán la herencia del sanchismo. Pero antes hablamos de las ciudades. “Me monté por primera vez en el AVE en otoño del 92, con 17 años. Estaba en tercero de BUP. Fui con un amigo. Nos encargaron un trabajo, decidimos hacerlo sobre la Expo de Sevilla. Me gustó la Expo, claro, pero me gustó más Sevilla". 

¿Sabe aquel estudiante, hoy alcalde de Madrid, que en Sevilla seguimos viviendo en buena medida de aquellas inversiones en unas infraestructuras que, de hecho, se nos han quedado anticuadas? “¡Pero en los últimos años Sevilla ha ido para arriba, ya se están haciendo las inversiones! Creo que se hace ya la obra del Puente del Centenario, porque cuando uno va a Sevilla en coche siempre es complicado pasar por ahí. Ha habido una liberalización en la Alta Velocidad, cada vez hay más compañías y yo creo que eso bueno, a pesar de que algunos se quejan. Hay precios bajos en determinados billetes y eso es bueno. La Alta Velocidad es el factor que ahora mismo mejor vertebra las comunicaciones en España, pero es cierto que hay que hacer un esfuerzo de inversión, porque el uso de las vías y de todo el material rodante es muy intensivo. O lo mantienes en buenas condiciones o es muy fácil que se produzca un deterioro del servicio. Y es cierto que en los últimos tiempos los que usamos el AVE con frecuencia somos conscientes de que ha habido un cierto bajón, sobre todo en el aspecto de la puntualidad”.

El alcalde de Madrid, durante la tertulia El Zaguán, celebrada en la sala de gobierno del Palacio de Cibeles.
El alcalde de Madrid, durante la tertulia El Zaguán, celebrada en la sala de gobierno del Palacio de Cibeles. / Juan Carlos Muñoz

Planteamos a Martínez Almeida, un bastión del actual PP, que hay quienes defienden que Felipe González ha sido el mejor alcalde que ha tenido Sevilla. “Es cierto, es que fue un punto y aparte, no un punto y seguido. La inauguración de la Expo con el AVE fue un punto y aparte. Es que en la España de aquellos años te hablaban de un tren de alta velocidad que había en Japón... Pero no teníamos muchas más referencias. Fue un salto hacia adelante. Y está muy bien planteado porque la Alta Velocidad vertebra territorios. Permitió conectar bien a Andalucía, porque en aquellos tiempos las carreteras no estaban muy bien. Estaban Despeñaperros y una Vía de la Plata no completa. Las conexiones ferroviarias no eran muy allá... El AVE estuvo muy bien para Sevilla, fue una decisión muy positiva”.

En los tiempos en que no hay maestros ni referencias más allá de estrellas del deporte o, en el peor de los casos, de determinados influencers, nos planteamos si un alcalde aún joven tiene sus propios modelos a seguir. Contesta con una celeridad especial. “En política municipal, el alcalde con el que tomé conciencia de todo fue José María Álvarez del Manzano, un sevillano que lleva a gala serlo. Crecí en las épocas de Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre, cuando Madrid dio saltos cualitativos. Los que somos herederos de sus puestos somos conscientes de todo lo que ellos hicieron. Siempre digo que en los años ochenta hay una troika que me gusta mucho: Reagean, Tatcher y Juan Pablo II. Es evidente que Juan Pablo II no fue un político, pero fue determinante para que se cayera el Muro. La política se hace desde cualquier lugar que ocupes en la sociedad. La política debería consistir en mejorar la sociedad y en velar por el interés general. Y eso se puede hacer siendo abogado o siendo político, siendo arquitecto o siendo político. Todos podemos contribuir a hacer una buena política”.

José Luis Martínez-Almeida
José Luis Martínez-Almeida / Juan Carlos Muñoz

Miramos a Sevilla, donde el alcalde, José Luis Sanz, ha declarado en más de una ocasión que sufre una "presión mediática superior a la del alcalde de Madrid”.  Y Martínez-Almeida se explaya sin querer rebatir el argumento, pero haciendo valer su posición de alcalde de la capital del Estado. “Puede ser... La presión mediática aquí en Madrid es importante. No sé si José Luis Sanz puede tener más presión mediática de la que tengo yo en Madrid. En Madrid todo se mezcla, aquí no solo hay presión por los temas del Ayuntamiento, sino también la presión de los temas de la política nacional, hay que saber llevarlo y compaginarlo todo. Lo que tengo claro es que no hay políticos que tengan mayor presión que los alcaldes. Los alcaldes somos los que estamos a tiro de bofetada de los ciudadanos, los que pisamos la calle, a los que nos piden lo que podemos hacer y lo que no podemos hacer, los que constantemente estamos en las noticias... Los ciudadanos están cada vez más interesados en lo que pasa cerca de sus casas. El vecino valora cada vez más si tiene un buen parque, que la calle esté limpia, que se pueda mover por la ciudad. Posiblemente todos los alcaldes tengamos una presión de la opinión pública muy parecida”

Andalucía tiene dos provincias limítrofes sin conexión por carretera (caso único en Europa) y una red ferroviaria con excesivos puntos deficientes. La capital, Sevilla, no tiene tren entre el aeropuerto y la estación ferroviaria. ¿Las carencias de Andalucía se perciben desde Madrid? “La percepción de Andalucía es que ha mejorado muy positivamente en los últimos años. Alguien podrá decir que lo digo porque soy del mismo partido que Juanma Moreno. Yo me baso en los datos económicos de crecimiento que están situando a Andalucía donde se merece por su potencial. Tengo claro que una de las claves del progreso de la sociedad es generar cada vez más y mejores infraestructuras en una sociedad muy cambiante y con necesidades nuevas. Por eso en Madrid hemos hecho un esfuerzo muy importante a lo largo de los años y estoy seguro de que se hace y se hará en Andalucía. Es que Andalucía es más grande que Portugal, tiene unas necesidades de infraestructuras que estoy seguro que se están acometiendo". 

Vox no cuaja en Madrid por la misma razón que fracasó en Andalucía

Un partido como Vox no cuaja en Madrid, no rasca poder en una plaza que en principio podría haber sido uno de sus fortines. ¿Por qué fracasa la formación de Abascal en Madrid? “Por lo mismo que fracasó en Andalucía. Los andaluces y los madrileños han visto que hay algunos que nos dedicamos a hacer política y que hay otros que se dedicaron en su momento a bloquear la política. Y yo creo que los ciudadanos nos reclaman que seamos útiles, que generemos soluciones, que no estemos solo en el problema y en la denuncia, sino allí donde de verdad nos necesitan. Creo sinceramente que Vox se equivocó en eso en Andalucía y en Madrid, aparte obviamente de que hay muchos votantes de Vox que eran del PP que hemos sabido recuperar. ¿Por parecernos a Vox? No. Por los principios y convicciones que tenemos en el Partido Popular”.

Analicemos el futuro de Vox. “En política es dificilísimo saber hacia dónde va uno o hacia dónde no va. Vox no tiene la situación que tenía hace unos años. Es muy fácil hacer un discurso fuera de las instituciones, es muy sencillo hacer discursos populistas que ganen adhesiones. Cuando uno está en las instituciones y tiene que tomar decisiones... Y las decisiones se toman en el gobierno, pero también desde la oposición. Cuando los ciudadanos ven que las decisiones no son las que ellos merecen se produce una retirada del apoyo popular, que es lo que le ha ocurrido a Vox. 

Madrid es la zona cero de una política crispada que se proyecta a toda España. Los conceptos de prestigio y de política parecen más alejados que nunca. “Hago una reflexión para todos los ciudadanos. Digan lo que quieran de los políticos, pero no abandonen la política. Una cosa es la crítica a los políticos, que entiendo que puede haber una desafección, pero no debe haberla respecto a la política porque entonces tenemos un problema como sociedad. La política forma parte de la sociedad. Las encuestas dicen que los políticos somos un problema, hemos generado una desafección, pero distingamos la política de los políticos”.

El alcalde de Madrid, con la Cibeles al fondo.
El alcalde de Madrid, con la Cibeles al fondo. / Juan Carlos Muñoz

La crisis de 2008 dejó varados muchos proyectos promovidos por ayuntamientos que disfrutaron de los años del cuerno de la abundancia. Muchas arcas municipales quedaron con telerañas. ¿Hemos aprendido la lección? “De todas las crisis se aprende. Ahora hay una normativa de estabilidad presupuestaria con la que no se pueden acometer determinados proyectos. Pero ser retrospectivo es muy complicado. Analizar decisiones del pasado con los parámetros que tenemos hoy puede, efectivamente, llevarnos a considerar que hubo errores, pero hay que tener en cuenta todos los parámetros para ser justos”. Le ponemos el ejemplo de Soledad Becerril, primera mujer ministra (con la UCD) y que fue alcaldesa de Sevilla (con el PP). Siempre defendió que la labor de un gobierno local no es más que dejar una ciudad mejor de la que se encontró cuatro año antes. “A los alcaldes se nos pregunta mucho por el legado que queremos dejar en nuestras ciudades. La gente entiende el legado como grandes infraestructuras. El legado de quien no fue alcalde de Sevilla pero fue presidente del Gobierno es el AVE. El de Ruiz Gallardón fue el soterramiento impresionante de la M-30. Yo digo siempre la frase de Soledad Becerrril. Me conformo con que los ciudadanos entiendan que he dejado una ciudad mejor de la que recibí porque al final es para los que nos pagan". 

Pedimos al alcalde de Madrid una confesión sobre la incapacidad que a veces se aprecia en los consistorios para luchar contra la denominada turistificación. “El turismo es un sector extraordinariamente importante. En Madrid nos permite generar mayor actividad económica y cultural. Pero bajo una premisa. Madrid será la mejor ciudad para venir, pero si primero lo es para vivir. Por tanto tenemos que generar las mejores condiciones de vida en esta ciudad y después vendrán los turistas. La prioridad son los vecinos de Madrid. No creo que tengamos un problema con el turismo en Madrid en estos momentos. Tenemos que sentar las bases para que Madrid sea la mejor ciudad para venir y para vivir".

Me conformo con que los ciudadanos vean el día de mañana que dejé una ciudad mejor de la que encontré

En Sevilla se dice en clave de humor que si dos sevillanos se cruzan en Sierpes un sábado por la tarde se dan un abrazo entre cientos de turistas. "Nosotros siempre hablamos del puente de diciembre en Madrid, son los días con mayor número de turistas. Somos capital, estamos acostumbrados a recibir a gente de muy variados lugares. Lo que consideramos como centro a efectos turísticos es una zona muy amplia. Tenemos una serie de atractivos en un ámbito geográfico más amplio del que puede tener Sevilla. Y eso hace que haya cierta descentralización del turismo. Estamos muy contentos con ese puente de la Inmaculada, pero es cierto que al andar por la ciudad podríamos decir lo mismo que el caso de Sevilla".

¿No se puede hacer más desde la Administración local por mantener los comercios tradicionales ante una oleada de globalización? "Dan un sello propio y generan identidad. Madrid tiene que ganar su futuro desde su identidad. Es muy difícil que podamos seguir siendo la ciudad maravillosa que somos si nos deshacemos de nuestras raíces y de nuestra identidad. Madrid no crece de arriba a abajo, sino de los barrios a los distritos. Y de los distritos a la ciudad. Tenemos que saber conservar esos barrios. Tenemos que hacer un esfuerzo especial también en los ámbitos del comercio tradicional. No somos ajenos a las dificultades que hay, no somos ajenos a los movimientos económicos que se pueden producir, pero somos conscientes de que preservar el comercio tradicional es la mejor forma de proyectarnos al futuro. Trabajamos desde el punto de vista de los incentivos fiscales, con reconocimientos por parte del Ayuntamiento y facilitando la vida desde el punto de vista burocrático. Los mercados municipales para nosotros son fundamentales. Tienen un problema de relevo generacional. Hemos inaugurado un mercado-escuela donde los alumnos, en condiciones idénticas a las que hay todos los días en los mercados, van a poder prepararse. Estamos solucionando el problema de la falta de relevo generacional.

Ya no tiene sentido presumir del número de turistas, sino del impacto que tienen y de la necesaria convivencia

Hay un momento en que Martínez-Almeida defiende el papel de los ayuntamientos, limitado en materia de turismo. "Somos el último eslabón de la cadena. Alguna vez se reconocerá. Se transforman locales comerciales en viviendas de uso turístico. Ha habido ejes comerciales que estaban perdiendo su identidad. Hemos aplicado una moratoria para no permitir que se sigan transformando locales comerciales". Pero le insistimos en que los ayuntamientos van muy por detrás del problema del turismo. "Hay que reivindicar el papel de los ayuntamientos. La competencia que tenemos es la promoción del turismo. Todas las demás están en el Gobierno de España y en las comunidades autónomas. Pero al final somos los ayuntamientos los que damos la cara. Al final la gente viene a nosotros y lo entiendo. Estamos adoptando medidas como la descentralización, la desestacionalización, la generación de nuevos atractivos, afrontar el reto de la sostenibilidad... Tenemos que olvidarnos del número de turistas y fijarnos más en el impacto. Recordamos aquellas ruedas de prensa que durante años informaban del número de turistas. Eso ya no tiene sentido, sino el impacto y la convivencia. Tenemos que afrontar fenómenos, por ejemplo el de los patinetes, que los hemos retirado de las calles de Madrid. Vamos a regular los tuk-tuk, hemos visto lo de las viviendas de uso turístico... El 30% de los turistas vienen a estas viviendas, luego hay que ser muy cuidadosos. Allí donde mayor presión turística hay, mayor actuación tiene que haber de los ayuntamientos para facilitar la vida de los vecinos.

Me preocupa que con el sanchismo se aceptan ciertos comportamientos como normales y homologables

Si aceptamos que vivimos una suerte de tardo-sanchismo, cabe analizar cuál será la herencia de estos años de un Gobierno de coalición, pero en minoría y con el apoyo de muy diferentes grupos parlamentarios. "Me preocupa enormemente, porque al final las cuestiones económicas se pueden abordar y solucionar, se exigirán unas u otras medidas políticas, sociales, sectoriales... Todo eso tiene arreglo. Lo que me preocupa profundamente es la degradación institucional. Se ha instalado que determinados comportamientos son normales o son homologables. Hemos conocido la imputación del fiscal general del Estado. Es que no puede continuar en su cargo ni minuto más, hemos visto la colonización de las instituciones. Al frente de TVE no puede estar una militante socialista o al frente de la agencia EFE el secretario de Estado de Comunicación. O que el gobernador del Banco de España haya pasado del consejo de ministros directamente al puesto. Y hay un desgarro social que deriva de cuando uno entiende que hay que plantar un muro ante todo aquel que no piensa como él, o que no apoya sus tesis. Estamos ante un concepto bastante degradante de la democracia. Los efectos de la política de muros y de bloques constituyen el verdadero desafío que vamos a tener que afrontar en los próximos años".

Al final hay quien considera que son los jueces los que están poniendo en verdaderos aprietos al Gobierno de Sánchez. "El poder judicial no está erosionando al sanchismo, está haciendo su función. El sanchismo defiende que aquí hay una lawfare, un acoso desde el poder judicial. Hay medios de comunicación que están haciendo sus funciones. He asistido a los premios del Club Internacional de Prensa. Se premió a un medio que ha sido calificado de 'ojete' por parte de un ministro del Gobierno de España. Esto no se puede considerar como normal. Ese ministro no debería continuar después de esa declaración. Hay que recomponer esa España en la que siendo diferentes podíamos convivir juntos, para recomponer esa España en la que las familias hablaban tranquilamente y con normalidad en las cenas de Navidad, aunque cada uno piense distinto, porque ahora eso empieza a ser complicado. Eso es lo que creo que tenemos que recuperar".

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