El mantero ahogado en Sevilla tenía antecedentes por atentado a la autoridad

El senegalés fallecido el domingo en el río se arrojó al agua desde una altura de cuatro metros junto al restaurante Maquiavelo

Un hatillo con 34 camisetas de distintos equipos y selecciones de fútbol fue recuperado por un piragüista

El jefe de la Policía Local dice que la actitud del vendedor fue "sorpresiva"

Dispositivo para sacar el cuerpo del agua.
Dispositivo para sacar el cuerpo del agua. / David Arjona / EFE

El mantero fallecido este domingo ahogado en Sevilla tenía una condena de cuatro meses por atentado a agentes de la autoridad, una pena que se le impuso hace dos años. Se encontraba en situación regular en España, donde le consta incluso que ha trabajado. Tenía también al menos dos antecedentes por venta ambulante ilegal. Había sido detenido en dos ocasiones por la Policía Local de Sevillla por este motivo, según han confirmado a este periódico fuentes del caso.

La identidad del vendedor ahogado es Mamouth B., de 43 años y nacido en Senegal. Residía en la calle Brújula, en Madre de Dios, a escasa distancia de la Jefatura de la Policía Local, a la que una treintena de compatriotas del fallecido acudieron la noche del domingo con los ánimos muy exaltados, lanzando piedras y botellas contra la sede policial.

Horas antes, Mamouth se encontraba, en compañía de otras personas, vendiendo camisetas de distintos equipos de fútbol en la avenida de la Constitución, a la altura de Correos. Sobre las cuatro de la tarde, varios agentes de la Policía local establecieron un dispositivo para evitar esta actividad ilícita, formado por agentes de paisano. Sin embargo, al ver a dos motoristas uniformados de la Policía Local, los manteros, unos doce en total, salieron corriendo en dirección al Paseo de Colón y al Muelle de Nueva York.

Los agentes dieron una batida por la zona próxima al río y vieron a uno de los manteros cargando con dos hatillos sobre sus hombros, a la altura de la glorieta de los Marineros. El hombre se dirigió hacia la terminal de cruceros del Puerto, momento en el que fue seguido a pie por cuatro agentes y por dos policías a bordo de un vehículo. Los primeros entraron por el Muelle de Nueva York y los segundos por la calle Santiago Montoto. Éstos últimos salieron del coche para tratar de interceptar la carrera del mantero.

Cuando éste llegó a la altura de la zona inferior del restaurante Maquiavelo, detuvo la carrera. Estaban a unos 25 metros de él los dos policías del coche. Los agentes le indicaron varias veces que tirara los hatillos y se tranquilizara. El senegalés hizo un amago de volver sobre sus pasos, pero de nuevo se detuvo al ver a lo lejos a los otros cuatro policías, que llegaban desde el lado contrario.

Poco a poco se fue acercando a la zapata del río, siempre sin soltar los hatillos. Los policías le pidieron que tuviera cuidado. De forma sorpresiva, como explicó este lunes el jefe de la Policía Local, el hombre se agachó junto a un noray para asirse al mismo y deslizarse verticalmente hacia el agua. En ese punto concreto, la altura hasta el río era de unos cuatro metros de altura.

Los agentes salieron corriendo hacia la posición del vendedor, al que ofrecieron la mano para que se sujetara y se agarrara a ellos. En ese momento llegaron dos policías más y, ante los cuatro agentes, el mantero soltó las manos del noray y cayó al agua. Dos de los policías se desprendieron de los chalecos antibalas, zapatos y cinturones para lanzarse al río y tratar de rescatarlo, mientras que otro solicitaba la presencia de los bomberos.

Los policías iniciaron maniobras de buceo intentando palpar algo en su inmersión, sin éxito. Lo repitieron hasta en seis ocasiones, llegando al límite de sus posibilidades, sin que ninguno pudiera tocar ni el cuerpo ni las pertenencias de Mamouth. La visión dentro del agua era casi nula, sobre todo cuando descendían en vertical. Los policías no sufrieron lesiones, más allá de los síntomas de hipotermia tras haber estado dentro del agua y por el frío que hacía fuera.

Uno de los hatillos del mantero fue recuperado por un piragüista, que lo entregó a la Policía. Era una bolsa de plástico negra con 34 camisetas de diferentes clubes y selecciones de fútbol, prendas todas ellas falsificadas y que, mojadas, pesaban mucho. Eran ocho camisetas del Betis, cuatro del Sevilla, seis del Real Madrid, ocho del Barcelona, dos del Málaga, dos de la selección española y cuatro de la argentina. Todo este material ha quedado depositado en las dependencias policiales.

La hora aproximada a la que el hombre se arrojó al agua, y que figura en las diligencias, es las 16:25. Los Bomberos llegaron al lugar a las 16:40. Lanzaron una pequeña barca neumática al agua con dos buzos, que se sumergieron en busca del cuerpo del ahogado y lo rescataron. También llegó al lugar de los hechos un patrullero de la Policía Nacional y ya después varias unidades de la Policía Judicial y Científica, así como la comisión judicial que ordenó el levantamiento del cadáver. Un turista navarro que se encontraba en la zona fue testigo de los hechos.

stats