“Las frases andaluzas son un pozo sin fondo”
Malacara
Descubrimos al autor de @Malacarasev: un perfil de humor con más de 40.000 seguidores en las redes sociales
Aunque llegó al mundo en Puerto Real (Cádiz) creció en el barrio de Santa Clara de Sevilla. Un gaditano que se declara sevillano y que vive actualmente en Madrid. Mestizaje fabuloso responsable quizás de todo su ingenio.
Y es que, a sus 27 años, Lucas Melcón está al frente de un perfil humorístico muy popular en las redes sociales, ‘Malacara’ (@Malacarasev), con más de 40.000 seguidores entre Facebook, Twitter e Instagram.
Tras estudiar Comunicación Audiovisual en Sevilla se formó en Guion y Creatividad, además de Comunicación Política. “He trabajado como fotógrafo, redactor, editor de vídeo… Y actualmente como copywriter y guionista en una gran empresa”.
Le gustan las nubes con formas, el vino y el flamenco de Jerez, las series de humor, la estética decadente y “escribir en mayúsculas muchas cosas sin sentido repetidas veces hasta que al final acaban por tenerlo”.
Hijo de bilbaíno y una “brillante” escritora linense, tuvo que espabilar para no quedarse atrás en cuanto a la “comprensión del sentir sevillano, y al no venirme de casa me quedé con lo que más me gustó: la feria, Silvio, el Pali, la fotografía urbana, la cervecita en el centro y los paseos en mi Bianchi”.
Aprovechó la oportunidad de construir su forma de entender Sevilla a su manera, “a modo de collage”, y ahora, reconoce, “tiene sobre mí una poderosa fuerza de atracción”. En su opinión: “He tenido la suerte de poder ahondar en ese sentimiento casi metafísico que es la sevillanía, ya de adulto, descubriendo que su fondo es tan profundo como uno quiera”.
- Veo que no trae mala cara.
- La que tengo, amigo (risas). Se pueden cambiar muchas cosas en esta vida, pero al final a uno se le va poniendo cara de garrulo con los años. Los viejos se van pareciendo entre ellos, dice mi padre y, bueno, yo creo que todos venimos y vamos al mismo sitio. La cara que se nos quede es lo de menos, lo importante es no sufrir demasiado.
- En las redes sociales han demandado esta entrevista, ¿cómo vive la popularidad?
- Confieso que me sorprendí al ver cómo algunos personajes muy influyentes del mundo online, @Rancio entre ellos, comenzaban a seguir mis cosas y parecían disfrutar con ellas. No es el único, me consta que algunos políticos, periodistas o humoristas también siguen algo de mi trabajo, si es que puede llamarse así.
Que personas de esta talla sigan y compartan con cierta frecuencia el contenido que hago es ya gratificante. No obstante, el número de seguidores no me preocupa porque no me da de comer.
Pasar un buen rato es reconfortante. Y si los demás se lo pasan bien pues todos ganamos. Y si además se invitan a algo, mejor, que si no ya me dirás tú para qué hago todo esto. Mucho ‘ja, ja, ja’ pero ni unas almendrita. Menos ‘ja, ja, ja’ y más gambitas, señores, más enviarme sobrecitos de jamón y menos risilla. Que de la risa no se vive, pero del jamón... (risas).
- ... Y es la primera vez que muestra su imagen.
- Como sabe no tenía intención de dar la cara porque se vive muy bien en el anonimato, pero ya voy cuesta abajo y sin frenos, ni siquiera expulso el USB de forma segura. Así es mi vida: velocidad, lascivia, champán, fuegos artificiales, vicio.
En cualquier caso, el de la foto soy yo, no el personaje. Otra capa de la misma cebolla, que diría mi madre, y aunque confieso que a veces existe la tentación de dejarse llevar por él, levanto la vista y veo que estoy en la línea diez del metro.
Es un hobbie, no lo pierdo de vista. Y digo lo del personaje porque a veces hay gente que se resiste a entender que esto es un álter ego, un personaje, algo que no es real.
También aproximadamente una vez a la semana alguien me vuelve a explicar que escribir en mayúscula es como gritar. Pero sin duda el episodio más dramático fue cuando me explicaron doscientas veces que ‘miarma’ no se dice en Cádiz. Tal fue la presión social que en cierto momento tuvo hasta que entrar hasta el mismo Kichi a mediar.
- ¿Hay quien no encaja bien sus bromas?
- Las bromas que hago te puedan gustar más o menos, me da lo mismo, pero que haya personas que no entiendan que son bromas da una idea aproximada de todo el trabajo que nos queda por hacer.
En ocasiones nos damos golpes en el pecho con que si los andaluces tenemos mucha guasa, pero a veces creo que demostramos que nos sigue faltando sentido del humor. Que sí, que el chiste de los garbanzos está muy bien, su señoría, pero que también hay vida más allá. Y te lo dice un gran fan de ese niño que nunca termina de echar el tocino y la morcilla en una soleada tarde de toros.
- ¿Qué le hizo crear un perfil sobre humor en la red?
- Vi en internet la obra de Barbara Kruger, una artista gráfica de Estados Unidos, y me pareció muy llamativo el uso de la tipografía y de los espacios. Todo vino por una inspiración estética, más que por otra cosa, y decidí fusionar aquel estilo, con todo el respeto y la admiración, y con las limitaciones técnicas del que no es diseñador ni artista gráfico, con frases y expresiones de Sevilla, que las personas de mi generación habíamos oído toda la vida.
El resultado fue que en un par de días media Sevilla había visto el álbum de imágenes que subí a Facebook.
Le puse de título “La Palometa”. Entonces vi que había cierto terreno por explotar. Una cosa llevó a la otra. Empecé con Facebook, después en Instagram, y hace un año me abrí una cuenta en Twitter. Y hasta hoy.
- ¿Su entorno más próximo conoce su faceta en la red?
- Mis amigos lo sabían desde que empecé. Pero, además, esta Navidad, me enteré de que lo sabía toda mi familia. Y posiblemente justo en este momento mucha más gente se esté enterando.
De hecho, hace unas semanas, mi padre, que es un señor que no tiene redes sociales, me confesó que a veces se metía en Twitter ex profeso para ver las tonterías que pongo. Y luego me daba su opinión, que es lo que hacen los padres y madres. Dar su opinión. Es el pequeño premio que uno obtiene tras años de sacrificio.
- ¿Tiene líneas rojas el humor que hace?
- No me lo he planteado esto porque no me ha hecho falta. El humor que hago se puede considerar como bastante “blanco”, simplón, muchas veces humor tonto, y no he tenido problemas serios con nadie.
No obstante, en principio, con un poquito de sentido común, sin faltar gravemente, y sin hacer mofa de los colectivos más vulnerables, por ejemplo, se podría hacer humor sin miedo. Al menos así lo veo yo. Pero a veces no vale siquiera con eso.
Hay que andarse con mil ojos, y en general son días en los que hacer humor es complicado, yo trato de hacerlo de forma consciente.
- ¿Cuáles son los memes que más repercusión le han dado?
- Son muchos... El de la croqueta de Schrodinger podría ser uno.
Y en Twitter... La conversación entre Pedro Sánchez y el Rey Felipe VI, la carta de tapas 'leída' por Pablo Iglesias, la protesta de Manuela Carmena por la alimentación de íñigo Errejón...
- Hace tiempo tenía fijación con Juan Ignacio Zoido (Ex-Alcalde de Sevilla). ¿Se lo llegó a encontrar alguna vez de frente?
- Nunca me encontré con él y sinceramente tampoco quiero porque posiblemente si me coge por banda me diría cuatro cosas y muchas de ellas con razón. A pesar de que políticamente estemos quizás bastante distantes, era para mí un personaje simpático, entrañable y fotogénico.
Al margen de su gestión, que no entro a valorar y que me da lo mismo a efectos de la cuenta, no es un personaje que me caiga mal. Cuando acabó su etapa en primera línea de batalla entendí que debía buscarme nuevas fuentes de inspiración.
Esto va de vivir al día, en la última semana le he dedicado varios a Boris Johnson.
- Y ahora, ¿quién es el rey de sus memes?
- Donald Trump es el personaje que me ha acompañado de manera latente desde la creación de Malacara y es, curiosamente, de los pocos que sigue en pie tras estos años.
Los protagonistas de la escena política, mis favoritos y de los que más material hay, han cambiado en los últimos dos o tres años. Salvo excepciones, prácticamente ninguno de los políticos que veíamos hace cinco años sigue en la primera línea.
No obstante, los personajes de las fotos no son protagonistas de los memes, quizás sí de forma corpórea, pero ni sus comportamientos ni las acciones que realizan ni ellos mismos son ellos.
De hecho, hace algunos años, escribí una serie de guiones de humor, que presenté como trabajo de fin de máster, que iban precisamente sobre esto, sobre llevar al absurdo a personajes conocidos, mezclarlos y ver lo que salía. Quizás esto viene de aquello. Aunque no soy de buscarle demasiadas explicaciones a las cosas.
- ¿Algún personaje que se le resista?
- Me cuesta sacarle chicha a los más inexpresivos, claro, pero al final de todos se puede sacar algo. Pero con el nivelito de políticos que tenemos hoy, que están constantemente gesticulando y exagerando sus movimientos, la mayor parte de ellos perfectamente bien entrenados, es relativamente fácil encontrar situaciones cómicas incluso donde parece que no las hay.
Ellos hacen su trabajo, el de convencer a la gente de cosas que a veces son mentira, y yo hago el mío, que es demostrar que el teatro forma parte del marketing político, como ya le comentaba Cicerón a su hermano.
- Tengo entendido que tiene algún proyecto en marcha con 'Malacara'.
- Hasta el momento el proyecto ‘Malacara’ me ha dado un total de cero euros. Lo cual no está mal si uno piensa que podría haberme salido a pagar si me hubiera pasado de gracioso. Las cosas hay que verlas así.
Sin embargo, en unos días saco mi primera tirada de merchandising. Espero que guste, porque estoy preparando cosas chulas, bonitas, baratas y 100% algodón. No se puede pedir más. Si funciona, habrá más. Creatividad y ganas de hacer cosas nuevas no va a faltar. Y frases sevillanas y andaluzas tampoco, eso sí que es un pozo sin fondo.
- ¿De dónde saca el ingenio para hacer humor casi a diario?
Me gusta pensar que he encontrado una fórmula a medio camino entre la originalidad y lo común, de manera que me ahorra la tarea de diseñar un proceso creativo cada vez, cosa que como todo el mundo sabe y, si no lo sabe, yo se lo digo, es un coñazo.
Muchas veces son las personas tan maravillosas y tan frikis que pueblan internet las que me pasan cosas para que trate de hacer malabares y sacar algo simpático. A veces alguno me escribe como si fuera mi obligación hacerle una broma. Entonces yo le pido doscientos euros por el chiste.
Sin embargo, no hago sólo humor online, a veces me gusta fusionar otras fuentes de inspiración en formato vídeo, ensamblando pequeñas piezas con motivos anacrónicos que no tienen una conexión aparente. La gente que viene sólo a reírse a veces no entiende muy bien los vídeos, e incluso se queja, pero sinceramente me da lo mismo. Es mi página y son mis movidas. La gente es que si no se queja le salen bultos.
En definitiva, creo que he encontrado en el humor absurdo el simulacro de un charco en el que puedo revolcarme sin que la mierda siquiera exista y comportarme como un animal de bellota siendo una persona.
- Y ahora que reside en Madrid, ¿qué echa más de menos de su tierra?
A mi familia, (padres y hermana), a mis amigos, poder ir en bici a todos lados y la cerveza a poco más de un euro. Pero bueno, trato de echar de menos lo menos posible. Ya habrá tiempo de volver, tampoco lo ansío.
Como decía Silvio: “Si no te tocan los cupones es porque no te tenían que tocar, y ya está. Es la única forma de vivir más o menos tranquilo”. Y yo pienso que a lo mejor la tranquilidad no es la felicidad propiamente dicha, pero la verdad es que se le parece bastante.
3 Comentarios