El magnolio de la Catedral de Sevilla vuelve a echar flores

El ejemplar, uno de los árboles singulares de la ciudad, ha sido sometido a un tratamiento para revitalizarlo

Comienzan los trabajos para salvar el magnolio de la Catedral

El magnolio de la catedral ganará el doble de espacio que le quedó por el tranvía

El magnolio de la Catedral de Sevilla vuelve a echar flores. / Aníbal Díaz

Lentamente, pero el magnolio da la Catedral se recupera. El tratamiento que Parques y Jardines ha desarrollado en los últimos años en el singular árbol situado en la esquina suroeste de la Catedral está dando sus frutos. El magnolio vuelve a lucir esta primavera con sus bellas y características flores blancas, un síntoma de que los diferentes tratamientos han sido acertados.

"El árbol se va recuperando. Es un ejemplar viejo que ha sufrido mucho y que se encuentra en un medio que le es hostil. Pero cuando hemos ampliado el alcorque se le ha permitido desarrollar su sistema raticular, por lo que se encuentra mejor. Pero tampoco es menos cierto que el árbol es mayor", explica técnicos de Parques y Jardines.

Darle más amplitud al alcorque era una de las principales recomendaciones realizadas en el informe técnico en que se estudiaban las causas del deterioro y las acciones que habría que desarrollar para mejorar el estado de conservación de este árbol plantado hace unos 80 años, aproximadamente. Las dimensiones del alcorque prácticamente se han doblado, pasando de medir 3,60 por 4,35 metros a 6 y 7 por 9,30 metros.

El magnolio de la Catedral de Sevilla vuelve a echar flores. / Aníbal Díaz

Esta intervención también ha servido para limitar el acceso por las cara norte y este del polígono resultante, un espacio necesitado por el árbol para recuperarse con garantías. También se ha plantado un seto que delimita el espacio del parterre, se renovará la tierra para aportarle nutrientes, la anterior resultaba muy alcalina y se ha puesto más ácida, y se ha protegido el ejemplar de los tendidos eléctricos reconduciendo las canalizaciones, entre otras acciones.

Otro de los tratamientos que se pusieron en marcha fue cortar hace dos años la floración del árbol, que consume mucha energía, para que tuviera más capacidad para desarrollar nuevas raíces.

El declive del magnolio comenzó tras la reforma de la Avenida, cuando se eliminaron el parterre y se redujo el alcorque, generando una "situación de estrés" en el árbol. Los técnicos advertían que el entorno era "demasiado austero" como para poder aumentar las expectativas de futuro y supervivencia. El magnolio disponía de un suelo "empobrecido, alcalinizado, compactado y falto de nutrientes que provoca que no pueda regenerar el sistema radicular que se vio afectado por las sucesivas obras y limitaciones de espacio", según exponían los informes.

El magnolio de la Catedral de Sevilla vuelve a echar flores. / Aníbal Díaz

Aunque el árbol está mostrando síntomas de recuperación, los técnicos advierten que todavía hay que ser cautos.

Un ejemplar de la década de 1940

No hay constancia de cuándo fue plantado el magnolio en esta esquina de la Catedral. Según José Elías Bonels, que ha sido adjunto a la jefatura de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla desde 1956 hasta su jubilación, por las fotos que ha podido consultar y la altura del árbol pudo ser a principios de la década de los años 40 del siglo pasado. En esta esquina estuvo situado entre los años 1967 y 1985 el monumento al imaginero Juan Martínez Montañés que hoy se encuentra en la Plaza del Salvador.

Árbol ornamental procedente del sudeste de los Estados Unidos, fue introducido en Europa en 1737. De crecimiento lento, puede llegar a superar los 20 metros de altura. De hojas perennes, sus flores amarillas que tornan en blanco exhalan un agradable perfume.

En Sevilla hay diversos ejemplares de magnolios en los jardines el Alcázar, el Parque Amate, el Parque Celestino Mutis o los Jardines del Cristina.

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