La madre de la niña autista rompe su silencio: "Esto llega a un límite que nadie soportaría"

Dos Hermanas

La progenitora de la niña que fue insultada y vejada por unas profesoras de Dos Hermanas recrimina a la jueza que se negase a que un forense reconociese a la menor y que rechazase ampliar a "malos tratos físicos" la querella

Una niña, en su cuarto.
Una niña, en su cuarto. / EFE
Tamara Velázquez

23 de octubre 2019 - 12:55

La madre de la menor autista vejada por tres profesoras del CEIP Cervantes rompe su silencio. El detonante: la negativa de la juez de Primera Instancia e Instrucción número 3 de la localidad nazarena a que su hija fuera examinada por un médico forense. El rechazo se aplica, además, a la petición del abogado de la familia, Javier Jaenes, a ampliar la querella interpuesta contra las docentes por presuntos malos tratos físicos.

La progenitora afirma "no poder callar ni un minuto más" ante una situación que considera "injusta" y que "ha llegado a un límite que ninguna madre podría soportar". En un escrito publicado en la red social Facebook este lunes 21 de octubre, tras conocerse la medida acatada por la juez, denuncia que no se le haya permitido a su hija que un experto determine si las crisis epilépticas que sufrió en tres ocasiones pudieron ser provocadas por "todo el estrés y ansiedad" padecidos estando a cargo de las tres educadoras investigadas.

Advierte que la juez incurre en contradicciones cuando, después de comenzar el proceso considerando "imprescindible" la visita de la menor a un forense, rechaza todos los informes y pruebas recabadas para considerar, a un sólo día de la cita, que ya no necesitaría ese examen. Decisión que, "casualmente", coincide con la semana en la que declaran las docentes, a la que se les permitió "vetar todas las preguntas de mi abogado, sin que mi hija tuviera defensa".

El mismo brazo, herido y sano, de la madre de la niña autista de Dos Hermanas.
El mismo brazo, herido y sano, de la madre de la niña autista de Dos Hermanas. / M.G.

La madre de la niña le recrimina a la magistrada que eluda incluir los malos tratos físicos en la querella, aún contando con fotografías que muestran las lesiones que la menor presentaba, daños que es "imposible" que ella misma se infligiera. Adjunta, asimismo, imágenes de los hematomas que le causaba su propia hija cuando la recogía del colegio, como consecuencia del desasosiego que presentaba. Sin embargo, ahora que la pequeña no acude al centro, sus brazos están limpios, como demuestra gráficamente.

Esta madre asegura que "no se rinde" y advierte de que, si el caso de su hija llega a archivarse, como el de Eduardo en Getafe o el de Elena en Cáceres, saldrá "a la calle para que no se vulneren los derechos de nuestros hijos, se acabe con el corporativismo y cese el maltrato en los colegios".

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