Inseguridad y suciedad junto al albergue
Distrito Macarena
Los vecinos de la Macarena denuncian el incremento de la delincuencia y el tráfico de drogas y piden soluciones urgentes al Ayuntamiento y la Policía
Los vecinos y comerciantes de las calles Juan de Astorga, Esperanza, Don Fadrique, Basílica, Perafán de Rivera, Juan de Robles y otras colindantes han mostrado su preocupación por la situación de inseguridad, reyertas, agresiones, robos, atracos y el aumento de la venta de drogas que padece esta zona de la Macarena. Aparte de la suciedad, malos olores, orines y excremento humanos, cada día pueden verse personas durmiendo e incluso manteniendo relaciones sexuales o ejerciendo la prostitución en la calle.
El punto negro más importante se concentra en las calles Juan de Astorga, Don Fadrique y Perafán de Rivera. Los afectados denuncian que la cercanía del albergue municipal y de varios centros de acogida de personas sin hogar están relacionados directamente con todos estos problemas de convivencia. También aseguran que la presencia policial en la zona es escasa, tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local. No hay rondas, patrullas ni vigilancia.
La situación ha variado poco desde hace un año, y algunos de los residentes lamentan la marcha del Grupo 3 de la Policía Nacional y al agente que se encuentra de baja por las heridas sufridas cuando corría tras unos delincuentes en la parte superior de un establecimiento y cayó al vacío, así como a la UPR, a la Unidad de Motos y a los indicativos Roma que ejercían una gran labor.
También es escasa la dotación de la empresa municipal de limpieza (Lipasam), de forma que son varios los vecinos que se ven obligados a limpiar la calle, recoger excrementos y retirar restos de envases de bebidas alcohólicas y estupefacientes.
La barriada se ha convertido en un foco de venta de drogas. Un traficante conocido, con domicilio en la calle Juan de Robles, controla el negocio en ella. También hay vendedores procedentes de otros barrios, que saben que aquí hay negocio seguro con la cantidad de toxicómanos que frecuentan el albergue o los centros sociales de la zona. Hay quien califica esta parte de la Macarena como "la milla de oro" del menudeo.
Las llamadas y escritos de queja a la Policía, al Distrito y a Lipasam son numerosas. Los vecinos también se quejan de varios comercios chinos situados en Don Fadrique, que venden alcohol a todas horas y no cumplen la normativa en esta materia.
Uno de los focos principales de delincuencia y venta de estupefacientes está concentrado en la esquina de la calle Juan de Astorga con Don Fadrique, junto al centro cívico Hogar de San Fernando, cuyos trabajadores también se han quejado de este problema. Aquí se concentra siempre una multitud de personas y es común la venta y consumo de estupefacientes y bebidas alcohólicas. Algunos viven acampados en la calle.
En una reunión con los vecinos de la zona hace unos meses, el responsable del distrito se comprometió a anular el acerado de la calle Juan de Astorga, así como a adecuar un despacho en el Hogar de San Fernando para que hubiera una patrulla policial permanente las 24 horas, así como a potenciar el servicio de limpieza, actuar con las personas acampadas y eliminar los escalones en los que se sientan los sospechosos.
Algunos vecinos han explicado a este periódico que son amenazados y agredidos por estas personas. Concretamente, en la calles Juan de Astorga y Juan de Robles fueron pinchadas varias ruedas de los vehículos estacionados, después de una discusión entre vecinos e indigentes y toxicómanos. Algunos residentes incluso han optado por marcharse de este barrio porque no aguantan más y temen que algún día ocurra una desgracia.
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