La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
El fantasma de la sequía
El agua caída en Sevilla desde el pasado viernes, cuando se inició el periodo de inestabilidad meteorológica, apenas ha tenido incidencia en la situación de los embalses que abastecen a la capital andaluza, según los datos aportados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y por Emasesa. La empresa metropolitana concreta la aportación pluvial en un hectómetro cúbico más. Tendrá que seguir lloviendo bastante para que el fantasma de la sequía y de posibles restricciones a medio plazo desaparezcan.
El pasado jueves, 10 de marzo, un día antes de que llegaran las precipitaciones, los seis embalses (incluido el de Cala) que integran el sistema de abastecimiento se encontraban con niveles de reservas muy similares a los de este martes, lo que evidencia que el agua caída desde entonces ha resultado bastante insignificante. Incluso ha habido dos pantanos en los que los recursos han menguado.
El embalse de Melonares estaba el pasado jueves al 74,06% de su capacidad. Este martes dicho porcentaje es del 73,44%, al pasar sus reservas de los 137,456 hectómetros cúbicos de agua a los 136,76 actuales, por lo que las lluvias no han mejorado en ningún momento su situación. En el de Aracena se vive una situación similar. De los 27,040 hectómetros cúbicos del jueves a los 26,977 de este martes, por lo que el porcentaje de reserva ha pasado del 21,02% al 20,97%, otra reducción.
En el resto de pantanos sí se han registrado incrementos, aunque muy insignificantes. Así, en el de Zufre se ha pasado del 37,21% de reserva al 37,24%, mientras que en el de la Minilla la subida ha sido entre el 69,42% y el 69,60%. En el de Cala la subida también ha sido de décimas: del 38,11% al 38,15%. El Gergal (situado al final del sistema de abastecimiento y que recoge buena parte del agua de los anteriores) es el que ha experimentado el aumento más importante, aunque sin ser especialmente destacable, al pasar del 86,98% al 87,50%.
Por tanto, la cantidad de agua aportada por estas lluvias casi primaverales apenas ha tenido repercusión en los embalses que abastecen Sevilla. Desde la CHG se subraya que la el mayor beneficio de las precipitaciones ha sido el de frenar la pérdida de agua, pero poco más.
Emasesa, por su parte, concreta la aportación que han recibido los embalses esta semana, que se ha reducido a un hectómetro cúbico, es decir, agua para dos días de suministro. La empresa metropolitana incide en que se sigue consumiendo agua a mayor velocidad de la que se recupera mediante la lluvia. Sirva de ejemplo lo ocurrido el pasado lunes 7 de marzo, cuando los embalses acumulaban 324,17 hectómetros cúbicos, una cifra que se ha reducido una semana después (datos del lunes 14) a 322,61.
El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ya se hizo eco de esta situación y pidió a los sevillanos hacer un uso responsable del agua. La intención es que se pase de los 116 litros gastados por persona en un día a los 90. De ahí el programa puesto en marcha por el Consistorio para hacer frente a un periodo de sequía que suele repetirse cada década en la provincia.
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