El invierno en Sevilla ha traído lluvias, salvo en febrero

El balance de las lluvias en este invierno en Sevilla ha sido algo mejor que el de las temperaturas y la Agencia Estatal de Meteorología señala que la primavera se presenta con “cierto déficit de precipitaciones”.

Según los datos del avance climatológico mensual, diciembre pasado se caracterizó por ser “entre húmedo y normal” en toda Andalucía.

En Sevilla capital, diciembre fue un mes “normal” en lluvias a juzgar por los datos: 83.1 milímetros de precipitaciones que suponen un 84% de precipitación mensual sobre la media del mismo mes para el periodo de referencia 1981-2010. Para que fuera húmedo el porcentaje tendría que haberse acercado o superado el 100%, como sucedió en Almería, Córdoba, Huelva y Jáen.

Más agua trajo enero a Sevilla, un mes calificado como “húmedo” con 52,6 milímetros de precipitaciones al mes, un 80% sobre la media. El mejor registro andaluz en enero lo tuvo Málaga (142 milímetros), que disfrutó de un mes “muy húmedo”.

En febrero, todas las capitales sin excepción tuvieron un mes “muy seco” con lluvias muy poco significativas que no alcanzaron en ningún caso los 10 milímetros.

En esta primera quincena del mes de marzo las lluvias están siendo abundantes en la mitad norte del país, superiores a los valores normales, pero escasas en el sur, según la Agencia Estatal de Meteorología.

Por zonas, las lluvias han sido abundantes en gran parte de la mitad norte peninsular y, por el contrario, no ha llovido ni la mitad de lo normal en el litoral mediterráneo, Canarias y en extensas áreas de Andalucía, Extremadura y Baleares.

Entre el 1 y el 6 de marzo pasaron sucesivas borrascas que dejaron precipitaciones más abundantes en la mitad norte peninsular y después, un anticiclón redujo las precipitaciones.

Entre los días 7 al 12 las lluvias fueron escasas y quedaron restringidas a algunas zonas de las regiones cantábricas. A partir del día 13 se registraron algunas precipitaciones en las regiones cantábricas y en Pirineos y ya el día 15 y 16 se formó una Depresión Aislada en Niveles Altos de la Atmósfera (DANA) en el sur de la Península, que dejó precipitaciones en amplias zonas del área mediterránea peninsular y que fueron más abundantes en el cuadrante noroeste. El campo necesita el agua tanto como nosotros.