Lluvia en Sevilla: estas son las horas en las que más puede llover

Sevilla se prepara para afrontar unos días marcados por la inestabilidad meteorológica, después de las lluvias registradas el 5 de enero debido al paso de un frente atlántico. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), una nueva borrasca, bautizada como Garoe, llega a España entre el miércoles y el jueves, trayendo consigo lluvias abundantes al interior y la mitad occidental de la Península. Aunque su impacto será más intenso en el oeste de Andalucía, Sevilla también sentirá sus efectos con riesgo de precipitaciones y un aumento de la nubosidad.

A partir de este miércoles se espera el regreso de las precipitaciones. Desde el mediodía, habrá un 40% de probabilidad de lluvia, que aumenta al 100% a partir de las 18:00 horas. Este día, las temperaturas serán algo más altas, con una mínima de 5 °C y una máxima de 21 °C.

Según la previsión de la Aemet, la lluvia puede ser más abundante en Sevilla entre las 20:00 y las 21:00 horas, cuando se pronostica que podrían llegar a caer hasta dos litros por metro cuadrado.

El jueves, la borrasca Garoe seguirá dejando su huella con un 65% de probabilidad de lluvias durante la madrugada y la mañana, hasta las 12:00 horas. A partir de ese momento, el riesgo de precipitaciones disminuirá al 10%, aunque la nubosidad persistirá. Las temperaturas se mantendrán en un rango entre los 10 y los 21 °C.

Tras varios días de inestabilidad, el fin de semana traerá un respiro soleado a Sevilla. A partir del viernes, las lluvias desaparecerán y los cielos seguirán nublados, pero el sábado se espera un ascenso en las temperaturas, con mínimas de 11 °C y máximas de 22 °C, devolviendo a la ciudad un clima más apacible.

¿Qué es una borrasca?

Una borrasca es un área de baja presión atmosférica que suele ir acompañada de mal tiempo, con cielos nublados, lluvias, vientos fuertes e incluso tormentas. Se forman cuando el aire caliente asciende y se encuentra con aire frío en las capas altas de la atmósfera, generando inestabilidad y provocando la formación de nubes y precipitaciones.

Las borrascas se desplazan siguiendo los vientos dominantes y pueden afectar a amplias zonas geográficas a su paso.