De la Lista Roja a la Verde: sólo tres monumentos sevillanos indultados en 18 años
La Casa-Mirador y el palacio de los Marqueses de Peñaflor, ambos en Écija; y las Atarazanas han salido del registro de la vergüenza de Hispania Nostra
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Un bagaje muy pobre. Sólo tres monumentos sevillanos han abandonado la Lista Roja del Patrimonio en peligro que publica la prestigiosa asociación Hispania Nostra. Se trata de dos inmuebles situados en Écija: la Casa-Mirador de los Marqueses de Peñaflor y el Palacio de los Marqueses de Peñaflor; y uno en Sevilla capital: las Reales Atarazanas, astillero medieval que ha sido objeto de una polémica intervención de rehabilitación, pero que todavía no ha sido abierto al público. A pesar de estos brotes verdes, otros 23 monumentos diseminados por toda la provincia permanecen en esta lista que retrata las vergüenzas de las administraciones y propietarios privados de estos bienes, muchos con bastantes siglos de antigüedad.
La Lista Roja de Hispania Nostra recoge aquellos elementos del patrimonio cultural español que se encuentran en un evidente riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, con el objetivo de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración. Esta prestigiosa asociación la puso en marcha en 2007 con el objetivo de ofrecer a la sociedad un cauce de participación en la defensa, conservación y mejora de su patrimonio cultural y natural.
Desde su creación hasta 26 monumentos de la provincia de Sevilla han pasado a engrosar este catálogo de la vergüenza. El más longevo es la ermita de Castilleja de Talhara, en Benacazón, incluida el 14 de febrero de 2008; mientras que la que menos tiempo lleva, desde el 17 de mayo de 2024, es el palacio de Juan de Córdoba Centurión, en Lora de Estepa.
Gracias a la labor de recuperación, tres inmuebles han conseguido salir de la Lista Roja. El 4 de julio de 2018 lo hizo el Palacio de los Marqueses de Peñaflor, en Écija. Se trata de uno de los monumentos civiles más singulares del barroco andaluz. Su construcción comenzó en torno a 1717 y se finalizó en 1775. Tiene una espléndida portada flanqueada por dos columnas dóricas y coronada por el escudo nobiliario. Su interior cuenta una soberbia escalera con ocho columnas toscanas, con bóveda de media naranja ricamente decorada. En su testero principal hay una pintura de la Virgen del Rosario.
Su incorporación a la Lista fue el 17 junio de 2008 “por su total abandono y los destrozos por las obras inconclusas para su conversión en hotel, se encuentra en alarmante y progresiva degradación”. La salida se produjo el 4 julio de 2018 tras diversas intervenciones, algunas con cargo al 1,5 % cultural del Ministerio de Fomento, que han permitido al ayuntamiento utilizar el inmueble para eventos culturales y turísticos.
El único monumento de la capital que ha pasado a la Lista Verde son las Reales Atarazanas. Monumento emblemático de la ciudad y del patrimonio histórico español, se trata de las mayores y más antiguas que se conservan en España y una de las más importantes del mundo. Fueron edificadas en 1252 por orden de Alfonso X el Sabio para la construcción de galeras. Situadas en el barrio del Arenal, su rehabilitación ha estado enquistada durante muchos años, por lo que pasó a formar parte de la Lista Roja el 29 febrero de 2016. Tras una agria polémica, con un proceso judicial de por medio, la Junta de Andalucía, la Fundación la Caixa y la asociación Adepa para la defensa del patrimonio, acordaron un proyecto en diciembre de 2017. El cambio de color en el ejecutivo andaluz volvió a retrasar unas obras que se iniciaron en enero de 2022. El objetivo era el de reabrir en 2024, aunque, finalizada la obra, se decidió continuar con la fase de musealización y diseño de contenidos.
Pese a la polémica generada en los sectores patrimonialistas de la ciudad por las obras, que además habrían generado importantes problemas en el vecino Hospital de la Caridad, las Reales Atarazanas pasaron a la Lista Verde el 11 de febrero de 2019.
El tercer monumento que ha pasado a la Lista Verde es la Casa-Mirador de los Marqueses de Peñaflor, en Écija. Como explica Hispania Nostra, “la plaza Mayor de Écija es conocida popularmente por el Salón. En ella han pervivido algunos edificios singulares denominados miradores que poseían las familias nobles para contemplar los festejos que allí se celebraban, como corridas de toros, obras de teatro, etc. Era frecuente su alquiler para tales eventos. De entre los miradores, uno de los más destacados es el que poseía el marqués de Peñaflor”.
Fue incorporado a la Lista Roja el 4 de septiembre de 2014 por su “deterioro progresivo”. La salida, el 20 de marzo de 2024, ha sido porque se ha llevado a cabo una rehabilitación integral del edificio y se le ha dotado de un uso público para que acoja la Oficina de Turismo. Se ha ejecutado con cargo al Plan de Reactivación Económica y Social de la Diputación de Sevilla, el conocido como Plan Contigo, y ha contado con un presupuesto de 642.000 euros.
23 monumentos en esta lista de la vergüenza
La provincia de Sevilla suma 23 enclaves en esta lista de la vergüenza de la prestigiosa asociación que vela por el buen estado de los monumentos, una nómina en la que llama la atención que se mantenga la Capillita de San José, fastuoso templo barroco de los Capuchinos, pese a que ya se han acometido distintas fases de restauración.
La Mejorada Baja, en Los Palacios; la ermita de Castilleja de Talhara, en Benacazón; la Torre de Lopera, en Utrera; la Torre del Águila, en Los Molares; el conjunto histórico del Cerro de San Cristóbal, en Estepa; el convento de Santa Inés del Valle, en Écija; la Capillita de San José, en Sevilla; la Cilla de los Canónigos o de la Cruz Dorada, en Morón de la Frontera; el cortijo cerealista de Luchena y el molino harinero de San Pedro, ambos en Mairena del Alcor; la hacienda de olivar de Peromingo Alto, en Carmona, el Puente de Gandul, en Alcalá de Guadaíra; el castillo Árabe de Morón, la Torre de Santa Lucía de Mairena del Alcor; el convento de Santa Eulalia, en Marchena; las torres de la iglesia de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora de Écija, conocidas como Las Gemelas; el Molino de San Juan de los Teatinos de Sevilla, la Hacienda Ibarburu de Dos Hermanas, la Torre de los Herberos de Dos Hermanas, el Puente de Hierro de Sevilla, la Casa-Palacio del Pumarejo, el Torbiscal (Utrera) y el palacio Juan de Córdoba y Centurión (Lora de Estepa) completan la lista de bienes que integran la Lista Roja sevillana.
Los miembros más longevos de la lista sevillana son la ermita de Castilleja de Talhara, en Benacazón, construida en el siglo XIV y una de las iglesias mudéjares de más interés del Aljarafe. Actualmente, en ruinas y abandonada, fue incorporada en febrero de 2008. El conjunto histórico del Cerro de San Cristóbal, en Estepa, un conjunto BIC amenazado por el entorno, que fue apuntado el 30 de junio de 2008. Y dos torres defensivas del siglo XIV. La de Lopera, en Utrera; y la del Águila, en Los Molares. Ambas se encuentran prácticamente en ruinas y fueron incluidas en la Lista Roja el 13 de octubre de 2009 y el 30 de marzo de 2011, respectivamente.
El palacio de Juan de Córdoba Centurión, en Lora de Estepa ha sido el último en entrar Lista Roja del Patrimonio, el pasado 20 de mayo de 2024. De este palacio del siglo XVII sólo quedan en pie dos muros perimetrales (sur y oeste) y una pared interior. Está considerado como el primer museo de Andalucía.
Una efectiva llamada de atención
El delegado de Hispania Nostra en Andalucía, Enrique Bocanegra, explicó a este periódico los efectos positivos que para el patrimonio en peligro tiene entrar en la Lista Roja. Y un ejemplo claro es este enclave de Lora de Estepa: “Suele ser efectivo. Es una llamada de atención. Muchas veces las localidades no se dan cuenta del valor que tienen sus bienes y monumentos hasta que llega alguien a recordárselo. El efecto de la Lista Roja para el patrimonio español se puede decir que es muy positivo a medio y largo plazo. En el palacio de Juan de Córdoba Centurión, el Ayuntamiento de Lora de Estepa ha empezado a hacer una intervención etas mismas navidades”.
La Lista Roja que elabora la asociación Hispania Nostra es una llamada a la acción para, evitar que nuestra herencia se pierda y pase a la Lista Negra, y, por el contrario, se recupere y forme parte de la Lista Verde. En la Lista Roja hay monumentos de todas las provincias españolas, y se pueden encontrar castillos, iglesias, monasterios, palacios o ermitas, pero también antiguas fábricas, acueductos, puentes y espacios naturales.
Cualquier persona o asociación pueden solicitar la inclusión de un bien en la Lista Roja, cumplimentando la ficha que figura en la página web. A partir de ahí, el Comité Científico de Hispania Nostra analiza las denuncias y solicita cuanta información complementaria juzga necesario a las administraciones competentes, a la propiedad, a otras instituciones, a los delegados de zona de Hispania Nostra, etc. Una vez revisada toda la información el Comité Científico decide la inclusión en la Lista Roja cuando existe riesgo cierto de pérdida de los valores del bien, y si se considera que no existe ese riesgo, se desestima su inclusión.
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