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"Hay que limitar los pisos turísticos y captar más hoteles de cinco estrellas"

juan espadas. alcalde de sevilla

El alcalde analiza el sector turístico tras conocerse que Sevilla acogerá la mayor cumbre mundial del ramo

Juan Espadas, alcalde de Sevilla, en la glorieta central del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. / Fotos: José Ángel García
Carlos Navarro Antolín

29 de abril 2018 - 07:30

Toca hablar de turismo, sólo de turismo, tras conocerse que Sevilla acogerá la Word Travel Tourism Council en abril de 2019. La entrevista se celebra en el Palacio de Congresos y Exposiciones, en una sala amplia muy próxima al gran auditorio. La estancia es una mole grisácea y hueca. Al menos la luz entra a chorros. Juan Espadas se ha lanzado a la captación de un turista de alto nivel en una ciudad que combina la autenticidad heredada con las nuevas imposturas, los grandes monumentos con las horteras despedidas de solteros. Proclama que a Sevilla le falta un Ritz. Y, sin decirlo, no disimula que está seguro que de que la ciudad lo revalidará como alcalde en las elecciones que, precisamente, se celebrarán dos meses después de la cumbre mundial del turismo.

-Todos se felicitan por la celebración en Sevilla de la Word Travel Tourism Council (WTTC) del 2 al 4 de abril de 2019. ¿Hasta qué punto somos una ciudad dependiente del turismo?

-Yo le daría la vuelta al argumento. En este mandato tenemos claro que el turismo debe ser una palanca de promoción internacional de la ciudad. Está claro que la industria turística es un motor económico en el mundo. España, Andalucía y Sevilla son primeras potencias en el ámbito turístico. Por lo tanto, mi estrategia y la del gobierno es apostar por el posicionamiento internacional de la ciudad. Aprovechamos el potencial turístico de Sevilla para promocionar la ciudad como destino de inversiones. Una ciudad que se conoce porque se visita puede ser también una ciudad en la que alguien se fija para sus inversiones porque aprecia otras referencias de interés. Mi objetivo es que Sevilla sea la milla de oro turística de España, el mejor destino cultural de España, y que eso nos sirva de escaparate internacional para captar inversión empresarial. Si mi ciudad está de moda, como hoy estamos de moda claramente para la celebración de grandes congresos y eventos internacionales, es evidente que se puede despertar el interés de las multinacionales y generar una nueva economía. El turismo no es un fin en sí mismo, sino una palanca. Nosotros tenemos una materia prima que es Sevilla. Sevilla es un museo que hay que tener a punto, bien conservado y con capacidad para aprovechar nuevas oportunidades.

El alcalde posa en la zona ampliada de Fibez. / José Ángel García

-En Sevilla cada vez se anuncia la apertura de más hoteles, algunos de ellos de cinco estrellas, pero al mismo tiempo se dispara el turismo de las despedidas de solteros.

-Sevilla está creciendo por encima del 10% desde el punto de vista turístico en los últimos años. Esto significa que Sevilla es un destino de moda en general, no sólo con ocasión de nuestras grandes fiestas, sino por convocatorias culturales o por motivos muy diversos, como ocurre con la maratón, que moviliza a 15.000 personas, llena hoteles y genera una actividad en sí misma. Y eso que es un evento deportivo, no una actividad cultural al uso. Para nosotros es importante que el crecimiento vaya acompañado de una calidad de los servicios que se prestan. Y en primer lugar hay que referirse a la planta hotelera. Viajo y veo hoteles y puedo decir que la planta hotelera de Sevilla tiene muy buena relación de calidad y precio. Somos bastantes competitivos con otros destinos. Tenemos hoteles muy buenos con precios relativamente moderados. Es necesario que la planta hotelera crezca en el segmento de las cinco estrellas o de las cinco estrellas gran lujo. Es un objetivo de gobierno. Sevilla debe tener hoteles de algunas de las grandes cadenas del mundo que aún no se han fijado en nosotros, con independencia de que pueda haber ya varios hoteles de cinco estrellas. A mí me interesa que las tres compañías más importantes del mundo fijen su atención en Sevilla para que, además del Alfonso XIII, nosotros tengamos hoteles de esos que funcionan con un club de clientes que viajan por todo y siempre se alojan en establecimientos de esa misma cadena hotelera, como puede ser Four Seasons, Ritz, Carlton… Los hoteles de estas cadenas siempre tienen un 90% de ocupación porque los huéspedes buscan esas compañías, por eso esas compañías buscan lugares de privilegio. El colofón de Sevilla en materia de turismo sería contar con esas cadenas. El destino de Sevilla ya está socializado, nosotros no miramos cuánto dinero trae un viajero que llega al aeropuerto. ¡Faltaría más! Somos atractivos para todos los públicos. Pero a la hora de decidir en qué destinos emisores hacemos promoción, elegimos el turismo americano y el alemán, que son los que valoran la oferta cultural, que es la que le da personalidad a una ciudad. Se trata de un turista que deja entre 120 y 150 euros diarios. Interesa ese turista, con ese perfil, con independencia de si llega en un vuelo low cost

"Quiero que en Sevilla se fijen las cadenas más importantes, como Four Seasons, Ritz y Carlton"

-La gran mayoría de los visitantes, de hecho, nos llegan en vuelos de líneas de bajo coste. Se trata de más del 80%, según los últimos datos.

-En eso creo que hay una falacia. Yo voy mucho a Bruselas por trabajo y elijo el vuelo que tenga mejor precio porque ya me ofrece una calidad que es competitiva con otras compañías que no son de bajo coste. Y lo mismo que yo hace cualquier ejecutivo. El medio de transporte no identifica hoy el perfil del viajero. Por viajar en una compañía denominada como low cost no se es un visitante de bajo coste. Yo sé que a usted eso, señor Navarro Antolín, le rompe algún esquema… Pero es que las ofertas de las compañías han variado ya mucho. En Sevilla va a haber un congreso de compañías de las llamadas de bajo coste, pero estas empresas de lo que hablan ya es de larga distancia. Son las compañías que invierten más en infraestructuras propias en aeropuertos, en conectar destinos de forma directa y, además, las que son más puntuales. Por tanto, ¡cuidado con minusvalorar estas compañías! Un ejecutivo de alto poder adquisitivo, cuando tiene que viajar con su familia, prefiere siempre un vuelo directo de estas compañías antes que hacer escalas. Y luego se gasta en el destino lo que se ha ahorrado en el vuelo.

-La WTTC de 2017 celebrada en Buenos Aires tuvo como lema "Nuestra gente, nuestro mundo, nuestro futuro". ¿Usted ha pensado en el lema de la cumbre de Sevilla? O, preguntado de otra forma, ¿cómo desea que se enfoque la cita sevillana?

-Es importante que se sepa que estamos de enhorabuena. Hemos trabajado un año en lograr esta cita. Esto no es un congreso más, ni se mide por el volumen de asistentes. Ésta es una reunión de un club muy selecto de la industria turística que mueve a las compañías y a los ejecutivos de mayor peso en todo el mundo. Hay que incluir también a los gobiernos y, por tanto, a quienes toman decisiones en inversiones turísticas. Por tanto, nos sitúa como un destino que interesa para esas inversiones. Aquí no se viene a hablar de cifras de turistas, sino de infraestructuras y de por qué Sevilla, por ejemplo, puede ser atractiva para esas inversiones. Este congreso no es un fin en sí mismo, forma parte de la estrategia de posicionamiento de la ciudad.

"Interesa el turista alemán y americano, el que gasta entre 120 y 150 euros al día"
"Los pisos turísticos no se pueden concentrar hasta el punto de expulsar al residente"

-Y además de esos grandes hoteles de cinco estrellas que nos faltan, ¿de qué otras infraestructuras turísticas carecemos que podríamos obtener en este congreso?

-Empezaremos por rentabilizar infraestructuras que ya tenemos, como el Palacio de Congresos. Será una gran oportunidad para que sea conocido por quienes pueden decidir el lugar de futuros eventos que puedan celebrarse aquí. Otro ejemplo: introducir la temporada de ópera sevillana en el circuito internacional. Siempre fijamos objetivos ligados al patrimonio, la cultura y la historia. Ojo, no vamos a ir con imposturas, de lo que no somos. Somos atractivos porque somos milenarios, somos capaces de mantener tradiciones y esencias, siendo capaces al mismo tiempo de generar nuevas inversiones. A lo largo de los meses previos al congreso, que son casi más importantes que el congreso mismo, tendremos una agenda internacional importante para explicar por sectores qué es lo que aporta Sevilla. Tenemos que conseguir vuelos directos con los Estados Unidos y con Asia, por ejemplo. Todo es un trabajo previo de colocación de la ciudad como destino de inversión. Una cadena hotelera de gran lujo siempre está muy interesada en los vuelos directos de una ciudad con capitales europeas en las que pretende abrir un establecimiento. Esta cumbre es una oportunidad que no sólo debe dirigir o pilotar el Ayuntamiento, con su alcalde al frente, sino una oportunidad única para el empresariado andaluz y de toda España, por eso es también un proyecto de la Junta y el Estado. Este congreso debe servir también para rematar el proyecto conjunto que ya trabajamos entre Sevilla, Málaga, Córdoba y Granada. El Ayuntamiento propicia una oportunidad que deben aprovechar los empresarios, esto no es un "que me lo den todo hecho". Esto es una oportunidad, un escaparate.

-¿El fenómeno de los pisos turísticos es una suerte de picudo rojo para el turismo?

-Puede serlo. Nos pone en alerta en cuanto a la proporción que se debe mantener entre los hoteles y los pisos… Ocurre casi como entre los taxis y los VTC. Hay que vigilar esa proporción. No puede ser que los apartamentos se coman la planta hotelera. Porque los hoteles son los que dan un nivel de calidad y de servicio, de equipamiento y de instalaciones, para un visitante de poder adquisitivo como el que queremos para la ciudad de Sevilla. Tenemos que limitar claramente el crecimiento de los apartamentos turísticos, hacerlos transparentes como actividades mercantiles y de negocio. En la medida que no hipotequen o se coman la planta hotelera, que es la principal, pueden desarrollar su actividad, pero hay que vigilar que no se concentren en un lugar hasta el punto de expulsar al residente, porque te cambian la fisonomía y la identidad de un espacio. Hay que tener cuidado con Triana, con el centro… Necesitamos más regulación autonómica y una ordenanza local. No es fácil, pero estamos en ello. Trabajamos con la Junta. Este problema lo tienen las ciudades que lo tienen: Málaga y Sevilla. Estamos a tiempo de controlar y limitar esta actividad para que no se coma la proporción debida con respecto a la planta hotelera.

-¿También vamos a limitar las franquicias para que no se coman a los negocios locales?

-Ahí, evidentemente, no se puede hacer por la vía de la limitación de la franquicia, sino por la de la protección del comercio tradicional, al que habría que conceder un plus para que puedan competir en mejores condiciones que las actuales.

"Las compañías aéreas llamadas de bajo coste son las que más invierten en los aeropuertos"
"Tenemos claro que no sería bueno para la ciudad que desaparecieran ni La Campana ni El Rinconcillo"

-¿Estamos de acuerdo en que el turista busca El Rinconcillo más que una franquicia de Amorino?

-Hombre… Nosotros tenemos claro que no sería bueno para la ciudad que desaparecieran El Rinconcillo o la confitería La Campana. Hay que mimar y cuidar lo que te define como destino de cara a un visitante. Si todos los destinos fueran iguales… Tiene que llegar y llegará una fórmula de protección. Jurídicamente a veces es delicado, pero yo estoy dispuesto a arriesgar para proteger negocios en el casco antiguo. No se pueden perder negocios de cerámica, por ejemplo, u otros de orfebrería. Y no sólo se trata de protegerlos fiscalmente. Hay que ser capaces de generar con ellos una ruta que guíe al visitante que quiere comprar cosas realmente auténticas, porque el visitante acaba siempre en la tienda que el guía le marca.

-¿Qué opina cuando oye o lee que los alrededores de la Catedral son un parque temático?

-Es la visión que desgraciadamente y a veces de manera justificada puede tener el residente. El volumen de visitantes le genera molestias. Lo comprendo. Pasa en Venecia. Hay que vigilar para que la saturación no se convierta en un problema.

-¿Ha llegado a temer por brotes de turismofobia en Sevilla?

-No, no. Tenemos datos contrastados. En Sevilla, la mayoría de los ciudadanos no consideran que haya un problema con el turismo. Todo lo contrario. Más del 80% lo conciben como una oportunidad para promocionar la ciudad para otras inversiones. Somos una ciudad a la que la gente quiere venir, la ciudad marcha y tiene oportunidades que hay que aprovechar. Ya hemos superado la media de dos noches de pernoctación por visitante.

-¿Cómo marcha su iniciativa de principios del mandato de alquilar lugares monumentales de la ciudad para actos promocionales de empresas?

-Hemos conseguido que Sevilla gane como ciudad de rodajes. Esto nos ha permitido captar series como La Peste. Más allá de permitir que una compañía organice un cóctel en un lugar privilegiado de Sevilla, el objetivo era realmente otro. Si una reunión de altos ejecutivos se celebra en Sevilla en lugar de en Madrid porque somos más atractivos, pues así logramos más cuota de mercado. En este mandato trabajamos para que se evidencie que hay espacios patrimoniales en los que se pueden desarrollar actividades más allá de la Plaza de España o el Casino de la Exposición. En un futuro, las Atarazanas serán un gran espacio monumental en el que se podrán organizar grandes eventos ligados, por ejemplo, al proyecto de la Sevilla americana, que está dentro del objetivo de promoción de la ciudad. Igualmente ocurrirá con la Fábrica de Artillería. Se trata de recuperar espacios patrimoniales históricos. Lo que voy buscando es que esta ciudad sea elegida para reuniones y eventos de alto nivel. Y lo estamos consiguiendo, como cuando nos eligió la Academia de Cine Europea para su gala. O ahora con la WTTC. O cuando nos han elegido las agencias de viaje británicas.

"La mayoría de los sevillanos no consideran que el turismo sea un problema para la ciudad, sino una oportunidad de promoción"

-Alcalde, la cumbre del turismo se la han servido en bandeja de plata a menos de dos meses de las elecciones municipales.

-A mí y a la ciudad. Aquí vendrá el Gobierno de España, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. Es verdad que la iniciativa parte del Ayuntamiento y después ha sido apoyada por las otras dos administraciones. Por lo tanto, no tenga la menor duda, y usted a mí me conoce, de que el alcalde quiere que todos los miembros de la Corporación participen. Pero le pongo un ejemplo: este alcalde y su equipo de gobierno han promovido un foro de gobiernos locales al que increíblemente el PP no asistió. Espero que la estrategia del principal partido de la oposición cambie respecto a su modelo de ciudad. Son parte de este éxito para Sevilla, por lo que deben estar con nosotros, no sólo en la foto, sino en la gestión de toda la agenda de la cumbre. No quiero apropiarme de nada por mucho que el alcalde sea el alcalde. No dejemos pasar la oportunidad. A finales de enero de 2019 se celebrará la segunda edición del foro global de ciudades en Sevilla. Será el primer evento de los 500 años de la circunnavegación de Magallanes. Espero que estén todos los grupos políticos.

-¿Le gusta el modelo actual de visita turística de la Catedral, principal monumento de la ciudad? El gobierno de Zoido promovió sin éxito una visita nocturna al estilo de la Mezquita cordobesa.

-Yo en esto seré respetuoso con el titular de la propiedad, que es el que decide. Nunca lo he hablado con el arzobispo, pero me brindo a ello. Mi equipo está dispuesto a trabajar con el magnífico equipo de la conservadora de la Catedral para encajar el templo en muchas de las estrategias de promoción de la ciudad. Se pueden hacer muchas cosas. En el caso de Murillo se ha demostrado cómo podemos trabajar juntos sacando el máximo partido. Donde sí creo que debemos trabajar es en los conventos de Sevilla. Ahí hay una oportunidad respetando siempre a las congregaciones religiosas. El Arzobispado tiene sus limitaciones y las entiendo. Hemos aprobado una moción del PP sobre este asunto. Podríamos trabajar una estrategia para mantener ese patrimonio sobre la base de que la ciudad pueda incorporar algunos de esos edificios como atractivos turísticos.

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