El libro número 100 para el centenario de un torero

Todo ocurrió en mayo. Un 8 de mayo de 1895 nació en Gelves. Un 16 de mayo de 1920 un toro lo cogió mortalmente en la plaza de toros de Talavera de la Reina. Sólo tenía 25 años. José Gómez Ortega, Joselito el Gallo. El James Dean de los toreros. Tan flamenco que Bailaor se llamaba el toro que lo mató. Medio gitano, medio payo. Por edad, tres años mayor que Federico García Lorca, era de la generación del 27, esos poetas reunidos en Sevilla por su cuñado, Ignacio Sánchez Mejías, testigo de su muerte talaverana, cogido a su vez mortalmente por un toro casi una década después (Manzanares, 1934). Los restos mortales de ambos están en el monumento funerario más importante del cementerio de san Fernando, el conjunto escultórico de Mariano Benlliure.

La pandemia condenó al silencio, que no al olvido, el centenario de la muerte de Joselito el Gallo, dos meses después de la proclamación del estado de alarma por el coronavirus, ese astifino invisible que recorrió el mundo. Y también se llevó por delante la presentación del libro número 100 de Daniel Pineda Novo. Ayer, junto al monumento al torero en su Gelves natal, obra de Coullaut-Valera, se consumó el desagravio del tiempo. Pineda Novo pudo presentar su libro 'Joselito el Gallo: Tauromaquia lírica'. El maestro de ceremonias fue Rafael Peralta, abogado, hijo del rejoneador.

El prólogo es de Andrés Amorós. Se trata de una segunda edición que aporta novedades: facsímiles de sus certificados de nacimiento en Gelves, certificado de defunción en Talavera, fotos del servicio militar del torero en Sevilla. La primera edición, con el mismo prólogo de Amorós, crítico taurino y autor de la edición de 'Rayuela' de Cortázar en Cátedra, se presentó en Santander en 2009. Carlos Murciano hizo el libro sobre Belmonte.

¿Por qué nace en Gelves? ¿Por qué muere en Talavera? De los dos asuntos da cumplida cuenta Pineda Novo en su libro, un compendio de poemas dedicados al torero por autores de la generación del 27, de la generación del 50 y muchas referencias al flamenco por la relación que mantuvo con numerosas cupletistas y artistas de la tonadilla. Lorca le presentó a La Argentinita, que sería la amante de Ignacio Sánchez Mejías. El gran amor del torero, siempre envuelto en un halo de misterio, fue Guadalupe de Pablo-Romero y Artiloquia, hija del ganadero.

Rafael el Gallo, su hermano mayor, nace en Madrid. José Gómez Ortega, Joselito, nacerá en Gelves, en la finca El Algarrobo de la que su padre, Fernando Gómez García, El Gallo, sería encargado al servicio de los duques de Alba. En cierta forma, Joselito, como Antonio Machado, viene al mundo en un territorio vinculado con esa familia aristocrática. De Dueñas a El Algarrobo con veinte años de diferencia. "Un año dejó de pagarle a la casa de Alba y el administrador los echó de la finca. Cuando se enteraron el padre y el abuelo de la duquesa de Alba, expulsaron al administrador. De aquella finca sólo queda la tapia y una lápida".

¿Y por qué muere en Talavera?. Con Juan Belmonte (1892-1962), tres años mayor que Joselito, eran los reyes del mambo de la tauromaquia española. De la lírica y de la épica que arrasaban en los mentideros, tertulias y portadas de los periódicos. "El público de entonces quería sangre. Joselito rompió el contrato y se fue a torear a Talavera, a una plaza que había inaugurado su padre, Fernando El Gallo. Belmonte se enteró de la muerte de Joselito cuando jugaba a las cartas en Madrid. Dijo: José me ha ganado la partida".

Eran tres hijos varones, los tres toreros. José era el pequeño. Rafael, el primogénito. Fernando, el del medio, triunfó en México pero terminó de mozo de espadas de sus hermanos. "Curiosamente, el pasodoble 'El Gallo' está dedicado a Fernando". Pasada la pandemia, la hermandad de la Macarena inauguró una estatua al torero junto a la entrada de la basílica. Ya no está Queipo y está Joselito. Junto a la estatua de Rodríguez Ojeda, el hombre que cambia la Semana Santa de Sevilla y que vistió de luto a la Macarena el día que Bailaor cogió mortalmente a Joselito.

La Alameda fue un clamor ese día de mayo de 1920. Fue donde Joselito se hizo torero. Compró un chalé en esta zona de Sevilla, donde su familia había vivido en la calle Relator. La Alameda de Manolo Caracol. El padre del mítico cantaor fue mozo de espadas de Joselito, "era el que lo vestía de luces", dice Pineda Novo. Desde Ángel Olivares, primer alcalde de Gelves tras las municipales de 1979, hasta Isabel Herrera, la actual alcaldesa, este pueblo de la ribera, que fue condado, ha mantenido vivo su legado. "A la inauguración del monumento vinieron la duquesa de Alba y José María de Cossío".

El torero y los poetas. Dos años después de su muerte, en 1927, el teatro Cervantes organizó un homenaje a Joselito organizado por su cuñado Sánchez Mejías en el que Alberti recitó un poema dedicado al diestro de Gelves. Gerardo Diego también glosó en verso su maestría. Bergamín, que está en la foto del 27, comparaba a Joselito con Mozart y a Belmonte con Beethoven.

A Pineda Novo le cupo el honor de depositar en el conjunto funerario de Mariano Benlliure las cenizas de Gabriela Ortega, sobrina de los Gallo, popular rapsoda. "Las gestiones con la familia Sánchez Mejías las hizo el que entonces era delegado municipal de Triana, Alberto Jiménez-Becerril, el concejal asesinado por la Eta". Pineda Novo ya prepara el libro 101, 'Poemas a Basconia', fruto de sus viajes a esa tierra, con versos a Unamuno y Celaya y a la afición al flamenco en Baracaldo. Coria del Río, patria chica de este escritor, celebra este mes el centenario de su equipo de fútbol, fragua del balompié hispano que fue conocida como "la Baracaldo del Sur". Dio futbolistas al Sevilla y al Betis. Sánchez Mejías, el cuñado de Joselito, fue presidente del Betis y hermano mayor de la Macarena. Un toro lo mató el año de la revolución de Asturias. Rafael el Gallo murió de viejo.