El ladrón más activo de Sevilla sigue robando a pesar de acumular decenas de arrestos
Raúl H. O. ha vuelto a ser detenido dos veces en la misma semana tras asaltar una tienda de móviles de Nervión y un bar de la Encarnación
Comete robos con fuerza, que muchas veces se quedan en tentativa, y es puesto en libertad reiteradamente
La Policía Nacional ha vuelto a detener en dos ocasiones en la misma semana a Raúl H. O., que se ha convertido en los últimos meses en el ladrón más activo de Sevilla. Ha sido detenido decenas de veces este año. Algunas fuentes aseguran que está a punto de alcanzar el centenar de arrestos. A pesar de ello, sigue actuando día tras día y queda una y otra vez en libertad provisional. La Policía poco puede hacer más que detenerlo, pero tal como sale libre vuelve a robar. Sólo detuvo su actividad durante un breve periodo que pasó en prisión.
El último arresto es de la madrugada de este viernes, cuando fue sorprendido robando en un bar de la calle Misericordia, muy cerca de la plaza de la Encarnación, en el centro de Sevilla. Dos días antes, fue detenido otra vez después de asaltar una tienda de telefonía móvil de la calle Marqués de Pickman, en Nervión. Comerciantes de barrios como la Macarena, el más afectado por sus robos, ya anunciaron el pasado mes de abril que estaban desesperados por la frenética actividad de este delincuente. Algunos de estos negocios, en los que ha entrado hasta cinco veces, han visto cómo el seguro no les cubre tantos robos y han tenido que echar el cierre.
Raúl H. O., de 47 años, acumula decenas de detenciones, casi todas por robos con fuerza en establecimientos comerciales. Durante los primeros meses del año entraba casi siempre en locales del distrito Macarena, pero en las últimas semanas ha ampliado su radio de acción a otros barrios, como Nervión y el centro. A finales de marzo llegó a ser detenido cuatro veces en nueve días por delitos similares.
Ahora lleva camino de batir todos los récords de detenciones de los delincuentes de Sevilla. A pesar de que la Policía lo detiene casi a diario, siempre queda en libertad provisional cuando pasa al juzgado, al tratarse de delitos que no son considerados graves y que en muchas ocasiones se quedan en tentativa porque es arrestado in fraganti y no llega a consumar el robo.
Bares, peluquerías, tiendas de ropa, de telefonía móvil... cualquier negocio es apetecible para él. Suele forzar las rejas y persianas con palanquetas o con la técnica del abrelatas. Incluso a veces es capaz de abrir los sistemas de seguridad con sus propias manos. Casi siempre actúa en compañía de algún otro delincuente, que va cambiando en función del día. La fuerte adicción a las drogas que padece le lleva a tratar de conseguir dinero rápido para poder comprar sus dosis. Por eso sale a robar cada noche y le importa poco que lo detengan.
De hecho, en más de una ocasión ha sido arrestado cuando ha sido sorprendido llevando los objetos robados en un carro de la compra o un bombo de la basura, sin ocultarlos demasiado. Lo único que busca es revenderlos de manera rápida o cambiarlos por droga.
Protocolo de la Fiscalía
En relación con este caso, la Fiscalía de Sevilla había activado un protocolo que lleva funcionando desde hace más de un año que prevé para este tipo de delincuentes la apertura de diligencias urgentes para la celebración de juicios rápidos por cada uno de los robos que se les vayan imputando, han explicado a este periódico fuentes del caso. Como se trata de delitos que se comenten en grado de tentativa, las posibles penas imponer oscilan entre los tres y los seis meses de prisión, lo que en la práctica impide que los jueces acuerden la prisión provisional cuando el individuo es detenido por cada uno de estos robos.
Sin embargo, una vez que se celebren los correspondientes juicios rápidos por cada delito y se produzcan las primeras condenas, llegará un momento en el que se le podrá aplicar el principio de "exasperación" de la pena, de acuerdo con los artículos 235.7 y 240 del Código Penal. El primero de estos artículos , que prevé condenas de entre uno y tres años para los delitos de hurto cuando el delincuente haya sido condenado por al menos tres delitos de la misma naturaleza. El artículo 240.2 establece una posible condena de entre dos y cinco años para los culpables de robos con fuerza cuando concurran algunas de las circunstancias previstas en el artículo 235.
Esto significa que una vez que el ladrón sea condenado en tres ocasiones se le podría incrementar la pena en un 50%, lo que vaticina que a medio plazo pasará un buen tiempo privado de libertad. Esta forma de actuación por parte de la Fiscalía ya se ha activado con anterioridad en otros casos de delincuentes reincidentes que han causado gran alarma social por el hecho de las sucesivas detenciones y puestas en libertad cada vez que han cometido un delito.
Récord en 2022
Aunque tenga 47 años, la mayoría de las detenciones de Raúl H. O. son recientes. Su primera detención data de 1996, y tiene otra en 1997, pero no volvería a ser arrestado de nuevo hasta 2009, en esta ocasión por numerosos robos con violencia cometidos en la zona de Nervión. Junto con su pareja de entonces, que tenía muchos más antecedentes que él, abordaban a punta de cuchillo o navaja a personas que acababan de retirar dinero de los cajeros
Tras una estancia en prisión, volvió a ser detenido en 2020 y ya la sucesión de arrestos desde 2021 ya es continua. Fue detenido dos veces en abril de ese año, otras dos en junio, dos más en julio, dos en septiembre, dos en octubre, tres en noviembre y dos en diciembre. Tras otras dos detenciones en enero de 2022, su actividad se intensificaría en febrero, con cuatro arrestos más. Y en marzo acumuló ocho. A raíz de entonces, las detenciones se han disparado, sólo cortadas tras un breve paso por la cárcel.
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