Los ocho kilómetros más fatídicos

Todos los sustos que ha dado la construcción del Metro se concentran en el tramo de Sevilla capital, que abarca el 48% por ciento de los 18 kilómetros de longitud de la línea, al menos hasta que recientemente las estaciones Olavide y Guadaíra se incluyeron también en este tramo para fijar las tarifas. Los 8,7 kilómetros que discurren desde la avenida Blas Infante -en Los Remedios- hasta el viaducto del Guadaíra -junto al barrio de Su Eminencia- son los únicos que han sufrido todo tipo de incidentes en las obras, desde socavones, a fallos o desvíos de la tuneladora, una caída de viga, errores en la reurbanización de las aceras, manchas en el río y, como colofón, el gran socavón de esta semana junto a la estación Puerta de Jerez.

El historial de obra es para no dormir, a diferencia de lo acontecido en Mairena del Aljarafe, San Juan de Aznalfarache y el barrio nazareno Montequinto, donde como mucho hubo que lamentar retrasos en el proyecto de construcción (de hasta tres años en Montequinto).

Las pesadillas para las constructoras (Dragados, Sacyr y Gea 21) y para la Junta de Andalucía comenzaron al segundo año de obra y desde entonces hasta ahora se han contabilizado una quincena de incidentes, sobre todo entre 2005 y 2006. La tuneladora y su deficiente funcionamiento inicial han causado los mayores quebraderos de cabeza con diferencia (seis incidencias). Le siguen los socavones (cinco con el de esta semana), la caída de la viga, los fallos en la reurbanización de aceras de República Argentina y el cambio de proyecto de la estación clave del centro (Puerta de Jerez).

En marzo de 2005, los vecinos de República Argentina denunciaron la aparición de fisuras en sus viviendas por la construcción del pozo de la tuneladora. El 3 de abril de 2005, se dio el primer socavón en la intersección de Blas Infante con Santa Fe y López de Gomara de 40 centímetros. La rotura de un colector de Emasesa por la obra obligó a prolongar el cierre de este cruce ocho meses. El 6 de abril un nuevo socavón, esta vez de 5 metros de ancho por 3 de profundidad en el cruce de República Argentina con López de Gomara.

En octubre de 2005, falla por primera vez la tuneladora cuando sólo había construido 140 metros de túnel en República Argentina. Estuvo parada 21 días por una incorrecta mezcla de espumas y tierras que obstruyó la cabeza del topo. En noviembre de ese mismo año, falla por segunda vez cuando había completado 160 metros de túnel. El parón duró siete días por una fuga de aceite debida a un defecto de montaje del fabricante Lovat de las piezas que deben impedir la entrada de agua y tierra.

En diciembre de 2005, se descarta hacer la estación Puerta de Jerez en la calle San Fernando tras un año de obras paralizadas. Se opta por llevarla bajo el aparcamiento de Cristina.

Ya en 2006, en abril aparece el tercer socavón. En la Plaza de Cuba esquina con Betis, un camión se hunde parcialmente por la debilidad del suelo. En mayo, otro fallo de la tuneladora por desgaste de la rueda de corte, al rozar las gravas, la mantuvo parada cuatro meses. Faltó un buen estudio del suelo. Ese mes también se dio el cuarto socavón. La calzada del Paseo de Colón se hundió 15 centímetros a la altura del Cristina por una descompresión del terreno. En agosto de 2006, se cayó a la SE-30 una viga de hormigón de 100 toneladas y 40 metros de largo por una deficiente colocación. En septiembre, la tuneladora mancha el agua de la dársena con espumas. En octubre, al tuneladora vuelve a desgastarse en la zona del Cristina. En noviembre, un error obliga a rehacer parte de las aceras de República Argentina. Ya en 2007, a finales de enero, la tuneladora se desvía en el Prado casi dos metros por un error humano de cálculo en el sistema que la guía bajo tierra.