La Justicia paraliza las obras de Santa Catalina por el pleito de la constructora

patrimonio · la recuperación del templo gótico-mudéjar

San José y el Arzobispado discrepan sobre las cantidades a pagar por los trabajos de la segunda fase.

La Iglesia confía en retomar las actuaciones cuanto antes para cumplir los plazos.

Fachada principal de  Santa Catalina.
Fachada principal de Santa Catalina. / Juan Carlos Muñoz

Una nueva piedra en un tortuoso camino. El juzgado de Primera Instancia número 4 de Sevilla ha paralizado temporalmente las obras de la tercera y última fase de restauración de la iglesia de Santa Catalina, que comenzaron el pasado lunes 17 de abril. La decisión del juzgado es consecuencia de una demanda presentada por la constructora San José, empresa que llevó a cabo la segunda fase de la rehabilitación integral del templo gótico-mudéjar. Según ha podido saber este periódico, existen discrepancias entre las cantidades de dinero que reclama la empresa por la finalización de estos trabajos y las que la dirección facultativa estima que deben pagarse en virtud del presupuesto aprobado inicialmente.

La providencia del juzgado llegó al Arzobispado el pasado viernes 21, cuando apenas habían comenzado los trabajos previos necesarios para iniciar las obras. La paralización efectiva se llevó a cabo el lunes. Isacio Siguero, secretario general y canciller de la Archidiócesis de Sevilla, explicó a este periódico cómo han acogido este nuevo revés que demorará aún más la ansiada reapertura del templo: "Se va a hacer todo lo posible dentro de la legalidad para que esta medida cautelar afecte lo menos posible a la obra. Por supuesto, acatamos la decisión del juez, pero nuestra intención es reanudar los trabajos lo antes posible". La Archidiócesis manifestó en un comunicado "su desacuerdo" con los motivos planteados por la constructora en el planteamiento de su demanda. Esta misma empresa ha tenido un conflicto parecido con el Ayuntamiento por las recién finalizadas obras del Centro Integral de Atención al Visisitante del Paseo Marqués de Contadero. Estas actuaciones se han terminado con nueve meses de retraso y un desfase presupuestario que ha alcanzado los 322.000 euros.

La intención del Arzobispado, ahora en duda, era reabrir la próxima primavera

Esta paralización va a motivar que, con casi toda seguridad, la reapertura de la iglesia, cerrada desde hace doce años, no sea posible la próxima primavera, según lo previsto, por lo que lo más probable es que haya que esperar a la Semana Santa de 2019 para que la Hermandad de la Exaltación pueda retomar su salida procesional desde su sede canónica. "Para el Arzobispado la reapertura de Santa Catalina es una prioridad. Llevamos muchos años luchando por ello en todos los frentes. Ahora no nos vamos a desanimar con esto. El objetivo es abrir la iglesia cuanto antes y ponerla al servicio de todos los fieles y sevillanos", aseguró Siguero. La Archidiócesis mostró su "total confianza" en que la Justicia avalará las actuaciones llevadas a cabo en todo lo relacionado con estas obras de restauración.

La tercera fase de restauración de la iglesia de Santa Catalina había arrancado el Lunes de Pascua, después de que la Gerencia de Urbanismo concediera en febrero la licencia de obras. Unas actuaciones que serán realizadas por la empresa Trycsa bajo la dirección del arquitecto Francisco Jurado y que tendrán una duración aproximada de un año.

La tercera fase de la restauración arrancó el Lunes de Pascua e iba a durar cerca de un año

El primer paso era reanudar los trabajos arqueológicos en el interior del templo y consolidarlos. Una vez concluidos se procederá al forjado del mismo, la instalación de solería. Finalmente, la cripta no será visitable aunque sí se podrán ver los restos gracias a los vidrios que se colocarán en el suelo. En esta última actuación previa a la reapertura también se procederá a la potenciación de la luz natural en el interior, restaurando óculos y vidrieras; y la intervención en los bienes muebles, que se hace de manera simultánea. Uno de los aspectos más llamativos de esta actuación será la construcción de una cámara bufa en el perímetro de la iglesia, para preservar el templo de los efectos de las humedades. Esta cámara perimetral tendrá una anchura aproximada de sesenta centímetros y será realizada por fases para aminorar el impacto de la obra sobre el tráfico rodado y de las personas. El presupuesto total asciende a unos 1,4 millones de euros.

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