En la jubilación del arzobispo Asenjo: los hitos de su episcopado
El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, cumplirá el próximo jueves 15 los 75 años, edad a la que, según marca el Código de Derecho Canónico, debe presentar su renuncia al Papa. En los más de diez años que lleva en Sevilla, el prelado ha cosechado importantes frutos pastorales y espirituales, se ha volcado con la atención y la formación permanente del clero, se ha afanado por restaurar el vasto patrimonio histórico de la Archidiócesis, ha trabajado en favor de los más necesitados, ha revitalizado el Seminario, ha fomentado la eclesialidad en el seno de las cofradía, con las que siempre ha estado comprometido; o se ha esforzado hasta llevar a buen puerto proyectos tan importantes como la Facultad de Teología, los Centros de Orientación Familiar, o el Seminario Menor.
Asenjo llegó a Sevilla envuelto en la polémica, tan propia en esta ciudad, por la apresurada e inesperada marcha del cardenal Amigo Vallejo. Muchos se pusieron de perfil para recibirlo. Sus inicios fueron convulsos y complicados. Algunos gestos también fueron malinterpretados y magnificados desde algunas instancias. En estos más de diez años, a pesar de algunos sufrimientos, Asenjo ha sabido ganarse el respeto y el cariño de todos. El arzobispo es una persona comprometida y honesta que gana mucho en la distancia corta. A pesar de los problemas de salud que lo han llevado a pasar algunas malas rachas, se ha afanado siempre por estar donde se le requería y por no escatimar esfuerzos. algo que no siempre se le ha reconocido. En estos días en los que apura su episcopado (ya ha enviado su carta de renuncia), y sin la inestimable ayuda del que ha sido su fiel compañero durante muchos años, monseñor Santiago Gómez Sierra, apenas le quedan huecos libres en su agenda. Todo este trabajo y esfuerzo, le han valido para que la ciudad le reconociera el pasado 23 de septiembre como Hijo Adoptivo de la Ciudad.
Asenjo fue nombrado el 13 de noviembre de 2008 arzobispo coadjutor con derecho a sucesión. El 17 de enero de 2009 tomó posesión del cargo; y el 5 de noviembre de ese mismo año, tras aceptar el Papa la renuncia del cardenal Amigo, pasó a ser el titular de la Archidiócesis. Apenas un año después, el Papa aceptaba la propuesta de nombrar a Santiago Gómez Sierra, ya estrecho colaborador en Córdoba, obispo auxiliar.
Entre los buenos y muchos frutos logrados por monseñor Asenjo en todos estos años se pueden destacar la creación del seminario menor, el creciente número de vocaciones, y con seminaristas bien formados, en el Seminario Metropolitano, la puesta en marcha de cinco Centros de Orientación Familiar agrupados en la Fundación María Reina de la Familia, la creación de la Fundación de Enseñanza Victoria Díez para agrupar y coordinar los colegios diocesanos, que han crecido en número y mejorado sus instalaciones, la formación permanente del clero, una propuesta formativa sólida para el laicado a través del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, o la atención personal a todas las realidades eclesiales de la Diócesis.
Monseñor Asenjo ha modernizado la administración Diocesana. Ha renovado en estos años las distintas delegaciones episcopales, poniendo al frente a sacerdotes jóvenes muy bien formados. Ha revitalizado el Cabildo Catedral con el nombramiento de 24 capitulares y ha potenciado la dimensión espiritual de la visita al Templo Metropolitano, que ha registrado las cifras de visitantes más elevadas de su historia.
El arzobispo Asenjo ha dado un paso más en la transparencia. Las cuentas de la Archidiócesis, que ingresó más de 51 millones en 2019, se presentan con luz y taquígrafos y todos los controles. Ha creado el protectorado canónigo para que todas las fundaciones y asociaciones diocesanas, como las hermandades, presenten sus cuentas. En estos años ha completado las inmatriculaciones de los inmuebles de la Archidiócesis, no sin cierta polémica por parte de algunos sectores.
La atención al patrimonio histórico debe ser destacada como un hito importante. Asenjo ha restaurado iglesias en toda la provincia, destacando la de Santa Catalina en Sevilla, que llevaba años embarrada. Todo ello sin ayudas públicas. También se han construido nuevos templos. Otro hito relevantes es que ha abierto a las visitas los salones nobles del Arzobispado, que cuenta con una pinacoteca de primerísimo nivel. Asenjo también ha diseñado las exposiciones Imago Solis, cuya primera edición en la Catedral quedó suspendida por la irrupción de la pandemia.
Nunca ha tenido reparos en reconocer a las cofradías como grandes diques de contención contra la secularización. En su mandato aprobó la igualdad plena, creó normas para regular las salidas extraordinarias, se aprobaron las nuevas Normas Diocesanas y Estatutos del Consejo. Como lunares de pueden señalar el frustrado Vía Crucis de la Fe o que ha tenido que asistir a la dimisión de dos presidentes del Consejo de Cofradías.
La relación de Asenjo con las administraciones también ha sido muy fluida. Especialmente bien se lleva con el alcalde, Juan Espadas, con quien desbloqueó tras más de una década el convenio para restaurar el valioso templo del convento de Santa Clara. Una tarea que no quedará completada antes de su marcha, pero que hay que anotarla sin duda en su haber. Con el Ayuntamiento también rubricó un importe acuerdo para trabajar en barrios tan deprimidos como Los Pajaritos. Asenjo también ha revitalizados dos ONG tan importantes como Cáritas y Manos Unidas.
Preocupado siempre por la formación, Asenjo ha conseguido que Sevilla cuente con una facultad de Teología, además en un tiempo récord. Este centro, que se ubica en el edificio del Seminario de la avenida Bueno Monreal, fue inaugurado hace un año. Un importante legado que deja a sucesor en la sede de San Isidoro.
También te puede interesar
Lo último
Encuentro de la Fundación Cajasol
Las Jornadas Cervantinas acercan el lado más desconocido de Cervantes en Castro del Río (Córdoba)