Una 'joya' que pasa desapercibida

Sevilla/La Biblioteca General de la Hispalense pasa bastante desapercibida entre la comunidad universitaria. Y eso que esta sala, ubicada en la antigua Fábrica de Tabacos, dispone del fondo histórico más rico de toda la Universidad, procedente sus cinco siglos de historia, junto a los libros más contemporáneos que forman su archivo, aunque éstos no son muy solicitados por estudiantes y usuarios.

El número total de préstamos bibliotecarios a domicilio que se concedieron durante el curso pasado en la Universidad Hispalense ascendió a 639.093 peticiones. Siendo el archivo del Rectorado la biblioteca de referencia de la Hispalense, ésta no parece tener un uso considerable si la comparamos con otras facultades más pequeñas y con menos patrimonio literario. Éste es el caso de las bibliotecas de la escuela de Arquitectura, que ocupa el primer puesto de préstamos con 105.912 libros, o la de Comunicación que ocupa el segundo lugar, con 64.883 préstamos. En el tercer puesto está el archivo central donde se realizaron durante 2007 52.216 solicitudes. Se ha contabilizado que los usuarios de este centro, ya sean estudiantes ó profesores, sacan una media de ocho libros por persona. En cuanto a las consultas en sala realizadas en el Rectorado, fueron 2.342, casi siempre de documentos.

Hay que destacar que los profesores son los que realizan un mayor uso de los materiales, archivos y libros de la biblioteca del Rectorado, con 2.241 peticiones, seguido por los alumnos del tercer ciclo (doctorandos, investigadores o estudiantes de máster), con 1.389 peticiones. Muy lejos le siguen los alumnos de posgrado, con 357 solicitudes. Por su parte, los alumnos de carreras universitarias (de primer y segundo ciclo) utilizan habitualmente la Biblioteca General como sala de estudio. Dispone de emplazamiento para 175 usuarios, siendo la época de exámenes, la fecha en que cuesta encontrar un sitio libre para poder estudiar.

Todos estos datos reflejan que la Biblioteca General de la Universidad de Sevilla tiene un uso bastante discreto entre la comunidad universitaria.

Los archivos de la Biblioteca General pasarán a medio plazo a formar parte del nuevo edificio que realizará la arquitecta Zaha Hadid en los jardines del Prado. Los responsables de la Universidad justifican la ampliación y el traslado a este polémico recinto por uso intensivo que hacen tanto estudiantes como profesores de la Hispalense, aunque los datos reflejan que existen otras facultades con más éxito en este sentido.

La futura biblioteca tendrá capacidad para albergar en su sala de estudio a unos 600 estudiantes que podrán estudiar durante las 24 horas del día los siete días de la semana. En la actual el horario es de lunes a sábado de 8 de la mañana a 21 horas. Del número global de volúmenes de los que dispone la sala del Rectorado unos son 3700 legajos o colecciones de papeles que tratan sobre una misma materia. De éstos, sólo una mínima parte pasarán al nuevo edificio oficial. Los volúmenes de la biblioteca de Zaha Hadid se dedicarán al aprendizaje y la investigación principalmente.

La Universidad asegura que la Biblioteca que se encuentra en la antigua Fábrica de Tabacos está “saturada”, ya que “durante todo el curso y, sobre todo en épocas de exámenes, siempre faltan plazas de lecturas para albergar a más usuarios”. Según la versión oficial, la Biblioteca General de la Hispalense destaca por ser “deficitaria en este sentido”. Cuando esté construido el nuevo edificio el archivo general existente desaparecerá y el espacio que deje será ocupado por la nueva Biblioteca de Humanidades, que prestará servicio conjunto a las Facultades de Geografía e Historia, Filología y Filosofía. Esta última, que ahora se encuentra ubicada junto a Psicología en la calle Ramón y Cajal, se trasladará a la antigua Fábrica de Tabacos.