Jorge Coronado, el informático sevillano que busca desaparecidos en Valencia: "Recibí cientos de solicitudes"
Este perito informático explica cómo se ha volcado para encontrar a personas a través de sus teléfonos móviles, muchos de los cuales dan ubicación en el mar
Más de un centenar de las víctimas mortales de la DANA en Valencia tienen más de 70 años
Un informático sevillano, Jorge Coronado, se ha volcado en las últimas dos semanas en la búsqueda de desaparecidos en Valencia a través de la geolocalización de sus teléfonos móviles. Lo ha hecho de manera altruista y, tanto él como su equipo, han estado completamente desbordados tras recibir cientos de solicitudes. Lamenta no haber podido hacer más. Localizó muchos teléfonos en el mar, justo en la zona en la que hoy se siguen buscando los cadáveres y en la que ya se han encontrado varios. Coronado es el responsable de la empresa Quantika14, especializada en la resolución de crímenes mediante las nuevas tecnologías. Es perito informático y colabora habitualmente con las Fuerzas de Seguridad del Estado en complejas investigaciones.
"El propio martes 29 de octubre, por la noche, empezaron a llegar solicitudes a través de la página web de nuestra empresa, de llamadas telefónicas y de mensajes a través de Instagram, tanto al perfil de la empresa como al mío personal", explica Coronado. Le llegaron mensajes de dos tipos de personas que pedían ayuda. Por un lado, los familiares de los desaparecidos. Por otro, los propios desaparecidos. "Hubo solicitudes de gente que nos escribió por correo electrónico, les respondimos y luego no recibimos respuesta. Y son correos que venían sin número de teléfono ni nada. No es que sea difícil de rastrear un correo electrónico, pero tampoco estoy legitimado para ello", cuenta el informático.
"A lo largo de la semana se puso mucha gente en contacto con nosotros. A veces eran varios familiares de una misma persona, que habían llegado hasta nosotros por separado. Por eso es difícil contabilizar a cuántas personas hemos ayudado", dice. Una vez recibida la solicitud, Coronado hacía una verificación de que se trataba de una persona desaparecida y se ponía a trabajar en la geolocalización del teléfono. "Yo busco teléfonos, no personas, pero el teléfono nos puede ayudar a localizar a la persona". Además de familiares, guardias civiles y policías nacionales también solicitaron su ayuda. "Tengo amigos en las Fuerzas de Seguridad y ellos también recomendaban a las familias. Y además, yo me ofrecí a la plataforma DANA Desaparecidos y eso se hizo viral y empezaron a llegar cientos de mensajes".
Cree que "todo ha sido un poco caótico". "Somos una empresa pequeña, que no estamos preparados para poder ayudar a tantísimas personas. Por un lado me siento mal porque he podido ayudar en lo que he podido, pero es que hay gente con la que no he podido hacer nada, no me ha dado tiempo ni de ponerme. Se han localizado teléfonos, y eso ha ayudado a encontrar a personas. Por ese lado bien, pero ha sido muy complicado", explica.
Quiere dejar claro que el trabajo con los desaparecidos de Valencia ha sido y es absolutamente altruista y desinteresado. "Entre otras cosas porque hacíamos el trabajo y luego a veces no recibimos respuesta. Es normal, no hace falta. Les hemos mandado una ubicación, nos han dado las gracias y ya se han puesto en contacto con la UME o con quien sea y ya está, han pasado los días y no nos han dicho nada más. Por eso no sé hasta qué punto el alcance de nuestra ayuda ha sido más o menos útil porque no nos han reportado ese feedback".
Las últimas dos semanas han sido de dedicación absoluta, "poniendo también nuestros recursos emocionales" y dejando de trabajar en otros casos que llevaban en la empresa antes de la DANA. "Estamos agotados. Hemos sufrido mucho estrés por gestionar el trabajo. En la empresa somos cuatro personas técnicas y entre las cuatro hemos gestionado más de 200 consultas. Hemos llegado al punto de saturación, incluso por una cuestión de propia gestión. Pensaba que podía equivocarme al llevar tantísimos casos a la vez. Tuve que empezar a poner a la gente en cola. La familia vuelca su esperanza en ti, pero no he podido llegar a todo lo que me pedían. He hecho lo que he podido y seguimos haciendo, pero da coraje no poder hacer más".
Dice que una de las cosas que más le impactaron fue ver vídeos de los desaparecidos, pues solía pedirles a las familias lo último que se supo de sus allegados. "Entonces nos mandaban vídeos, como el de una mujer que intentaba sobrevivir en una terraza y ves que se la lleva la corriente. Lo ves y empatizas. Y no fueron uno ni dos, sino por lo menos 200". Cuando vio que muchos móviles marcaban la posición en el mar, como si hubieran sido arrastrados durante kilómetros, pensó que podía haber cometido un error. "Mucho antes de que se mirara allí, nosotros ya encontramos esas ubicaciones. Me llamó la atención, pensé que era un fallo, pero no. No sabemos si la corriente arrastró el cadáver o el móvil, pues un iPhone puede resistir el agua y golpes".
Jorge Coronado es el actual CEO de Quantika14, una empresa que fundó hace años y que recuperó tras un paso por Lazarus. Durante esa época participó en el análisis del teléfono de Miguel Carcaño, pero se desvinculó de la empresa y no firmó el informe que se llevó al juzgado. Quantika14 está especializada en la resolución de crímenes con pruebas digitales. Dice que en su equipo hay gente mil veces mejor que él. Coronado es perito informático y también cuenta con unas aplicaciones que utilizan las Fuerzas de Seguridad y los detectives privados. Forma a policías y guardias civiles y ha participado en casos como el de Carolina del Valle, desaparecida en 2015, los niños de Carabanchel o el de Ana Buza en Carmona, actualmente bajo investigación.
"Desde muy pequeño sabía que lo que me gustaba era la informática. Soy un fracasado escolar, pero de niño me empezó a encantar la informática, y sobre todo la seguridad informática y me especialicé en eso desde pequeño. Monté la empresa con 17 años. El mundo del peritaje lo conozco porque mi padre es psicólogo y ha trabajado como perito y mi madre es abogada. Con 15 o 16 años ya trabajé en una empresa como informático y me citaron para ir como testigo en un caso porque yo había desarrollado una de las aplicaciones que eran del procedimiento, y el juzgado me pedía que explicara cómo funcionaba. Fui y me encantó. Vi que había un nicho ahí. Siempre me ha gustado la ciberinvestigación y el hacer Justicia".
Actualmente su trabajo está volcado en la lucha contra todo tipo de delitos en los que pueda haber algún componente informático o cibernético. Aquí entran homicidios, terrorismo, violencia machista... pero sobre todo destacan las estafas. "Una o dos víctimas de estafas contactan con nosotros cada día". Quiere crear un protocolo para la búsqueda de personas desaparecidas mediante las nuevas tecnologías. Firmar convenios con taxistas o empresas de VTC para que puedan facilitar las imágenes de las cámaras de los coches, si las tienen, o que no se puedan destruir grabaciones en un corto periodo de tiempo serán algunos de los puntos que establezca.
También te puede interesar
CONTENIDO OFRECIDO POR GRUPO Q