Javier Fernández: "El Ayuntamiento de Sevilla es la primera administración del mundo que rechaza a alguien que vaya a invertir"
El presidente de la Diputación lamenta que aún no tenga respuesta sobre la petición de uso del antiguo mercado de la Puerta de la Carne
Urbanismo tuvo que acometer obras de urgencia con un presupuesto de 367.000 euros
El presidente de la Diputación de Sevilla sigue sin tener respuesta por parte del Ayuntamiento de la ciudad a la petición de cesión del antiguo mercado de la Puerta de la Carne. Tirando de sorna, Fernández de los Ríos asegura que el consistorio debe ser "la primera administración del mundo que rechaza una inversión que es buena para la ciudad".
Desde la institución provincial insisten que es algo "sencillo". "La Diputación necesita un espacio escénico en la capital y estamos dispuestos a construir en este espacio para el que José Luis Sanz ha tenido que liberar 367.000 euros para obras de emergencia. Un edificio que está abandonado y que se podría convertir en un gran centro cívico y de formación. Lo que hemos solicitado al Ayuntamiento es una cesión de 50 años a cambio de nosotros hacernos cargo de su rehabilitación. Es más, incluso le hemos planteado un uso conjunto del edificio que sería un equipamiento cultural para enriquecer este panorama en la ciudad", afirmó.
La recuperación del Mercado de la Puerta de la Carne es uno de los proyectos que se han enquistado en la ciudad y no hay alcalde que sea capaz de sacarlo adelante. En marzo de 2022, el Ayuntamiento de Sevilla y la concesionaria acordaron rescindir el contrato del proyecto fallido para la recuperación del Mercado de la Puerta de la Carne, que iba a transformarse en un espacio gourmet y un centro de arte y cultura. Se ponía así punto y final al último proyecto planteado para el edificio que se remontaba a 2014 (cuando el popular Juan Ignacio Zoido firmó el contrato objeto de las rescisión). Las obras de consolidación anunciadas por la Gerencia de Urbanismo podrían dar comienzo en los meses de octubre o noviembre.
El edificio, que es un exponente del movimiento MoMo (Movimiento Moderno) lo realizó en 1927 de Gabriel Lupiáñez, un arquitecto que estaba todavía terminando la carrera en Madrid, por eso lo firma junto al arquitecto municipal Aurelio Gómez Millán. Se terminó de construir en 1929, por lo que está próximo a cumplir un siglo.
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