La zona de los jardines del Prado que ocupó la biblioteca en 2008 se reabre

La Universidad recuperó el espacio en abril de 2014 y es ahora cuando la recibe el Consistorio.

El extremo Este de los jardines del Prado ya lucen sin vallas y sin la biblioteca, como en su origen.
El extremo Este de los jardines del Prado ya lucen sin vallas y sin la biblioteca, como en su origen.
R. S.

17 de febrero 2015 - 05:03

El Ayuntamiento de Sevilla recepcionó este lunes las obras de regeneración de los Jardines del Prado que fueron ocupados con la construcción de la biblioteca de la arquitecta Zaha Hadid, posteriormente demolida por orden judicial tras una denuncia de los vecinos del barrio. Han pasado diez meses desde que la Universidad de Sevilla acabó la demolición de la biblioteca así como la recuperación del jardín, pero es ahora cuando el Ayuntamiento recibe la obra.

La recepción de la obra permitió eliminar las vallas que aún cerraban esta parte de la zona verde, que se ha reabierto en su totalidad para el disfrute de los ciudadanos.

La Universidad de Sevilla dio el pasado mes de abril de 2014 por finalizadas las obras de reposición de los jardines, así como la colocación de mobiliario urbano como bancos y papeleras, con lo que ya estaban listas para su recepción oficial. Previamente, retiró las vallas exteriores del jardín, pero quedaban las interiores, que es ahora cuando se han retirado.

La biblioteca de la Universidad comenzó a construirse en julio de 2008 en un extremo de estos jardines del Prado, pero la denuncia de los vecinos logró que la Justicia paralizara la obra. Los jueces del Tribunal Supremo (2011) y del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (2009) sentenciaron que la obra era ilegal porque el cambio de calificación de los terrenos (zona verde) al uso de equipamiento educativo "no se ajusta a los contornos propios en los que ha de moverse una decisión discrecional, ni dicha decisión ha sido debidamente justificada". Y se reprochaba al Ayuntamiento de Sevilla (mandato de Monteseirín) y a la Universidad que no habían buscado suelos alternativos en otro lugar para evitar ocupar una zona verde de la ciudad que, como todas las zonas verdes, son especialmente sensibles y nacen con una "vocación de permanencia". Tras el varapalo judicial, la Universidad demolió la biblioteca iniciada en el Prado y se la llevó a los suelos de Eritaña, junto a los pabellones de Brasil y México de la Exposición Iberoamericana.

El coste total del proyecto de la biblioteca, una vez finalizadas las obras de reposición, ascenderá a 9.257.000 euros, de los que aproximadamente el 25% corresponde a los trabajos previos al inicio de las obras, como la organización del concurso internacional y el proyecto arquitectónico, que es propiedad de la Universidad.

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