Inicio de curso rotatorio en la universidad y medidas más duras de control
La incertidumbre del Covid
Una comisión andaluza coordinará las decisiones según evolucione la pandemia
La Junta realizará test serológicos a profesores y personal del PAS
Las universidades sevillanas endurecerán las medidas de seguridad ante la segunda ola de la pandemia del Covid. Los acuerdos tomados a principios del verano, cuando los datos sobre el virus invitaban al optimismo, se han quedado en dos meses desfasados para el inicio de curso, de ahí que el consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco, se reuniera ayer con los diez rectores andaluces para actualizar dichas instrucciones. Una cita que tuvo lugar dos días después de la celebrada entre el Ministerio de Universidades y las comunidades autónomas para abordar este asunto.
Uno de los principales acuerdos alcanzados en la reunión andaluza es la creación de una comisión técnica integrada por representantes del departamento de Rogelio Velasco, los delegados territoriales de Salud y los responsables Covid designados por cada institución académica. Este órgano se encargará de seguir, analizar y evaluar la evolución de la pandemia en Andalucía y, a raíz de estos datos, tomar decisiones sobre el desarrollo de la enseñanza superior. Según el consejero, cualquier medida que se establezca al respecto deberá estar avalada por las recomendaciones de los ministerios de Sanidad y Universidades.
De hecho, todas las decisiones que se tomaron ayer tienen como punto de partida las directrices generales establecidas en la reunión a nivel nacional del pasado lunes. Algunas de ellas son recomendaciones –que respetan la autonomía de cada universidad– y otras resultan de obligado cumplimiento.
La apuesta por el modelo semipresencial
Entre las que se adoptaron ayer en en el encuentro andaluz destaca la apuesta por el modelo semipresencial y rotatorio a la hora de impartir las clases. El consejero de Univesidades hizo especial hincapié en la necesidad de “alcanzar la máxima presencialidad en la docencia”, incluidas las prácticas, en las que se optará por grupos reducidos.
En este punto conviene recordar que el ministerio no es partidario de que se dividan las aulas en dos grupos, como pretende la Hispalense, con el fin de que, de manera alterna, uno de ellos asista de forma presencial a clase y el otro la siga telemáticamente (para lo que se han instalado cámaras). Para el Gobierno central, este modelo supondría “una sobrecarga inasumible para el profesorado universitario”.
Una de las novedades importantes del protocolo estatal concierne a la figura del responsable Covid, con el que ha de contar cada universidad y que, a la vez, tendrá que disponer de un coordinador Covid en cada facultad. Se trata de una obligación del Ministerio de Sanidad, ya que estará en todo momento comunicado con el personal sanitario. Su labor resultará fundamental cuando se confirme un contagio, pues determinará el ámbito de rastreo, formado por las personas que han estado más de 15 minutos a menos de dos metros de distancia del infectado sin hacer uso de la mascarilla y desde las 48 horas anteriores a que aparecieran los síntomas. A estos contactos se les realizará una PCR y deberán guardar cuarentena, pese a que el resultado sea negativo.
PCR para los alumnos con síntomas
La modificación del protocolo fija que los estudiantes con síntomas deberán permanecer en sus domicilios hasta que se les practique una PCR. En caso de que se confirme el contagio, no volverán a las aulas hasta que hayan transcurridos tres días desde que desaparezcan todos los síntomas y obtengan el permiso médico.
Para facilitar el rastreo, se recomienda que los alumnos ocupen siempre la misma silla en las aulas y que dicho lugar quede registrado. De igual modo, se propone que las ventanas estén siempre abiertas (debe tenerse en cuenta que muchas aulas carecen de ellas) y que, en su defecto, se ventilen 10 minutos como mínimo al acabar las clases, lo que conlleva a que la duración de éstas también se reduzca.
Otro aspecto fundamental es el de las mascarillas, cuyo uso será obligatorio para estar en clase a partir de los seis años. Las universidades barajaban que este requisito no fuera necesario cuando se pudiera garantizar el metro y medio de distancia, pero el grave incremento de contagios durante el mes de agosto obliga a tomar esta medida. Las universidades elaboran ahora unos protocolos para el inicio de curso, aunque de aquí a octubre (cuando comiencen las clases) tales medidas pueden cambiar de nuevo si la evolución de la pandemia continúa empeorando.
Los test serológicos
En la reunión mantenida ayer entre el consejero de Universidades, Rogelio Velasco, y los diez rectores andaluces, la Junta ofreció la posibilidad de realizar estudios serológicos al profesorado y al personal de administración y servicios (PAS). Estos informes confirmarían si el trabajador se encuentra contagiado de Covid y también si posee anticuerpos del virus, lo garantizaría su inmunidad, al menos, durante un tiempo
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