El inicio del curso en la Universidad devuelve las 'botellonas' al centro

Un problema que se reproduce cada año. La botellona volvió al centro de la ciudad con el inicio del curso universitario. Alrededor de unas 500 jóvenes, muchos de ellos menores de edad, se concentraron en la tarde ayer en la Plaza del Salvador para celebrar, botella en mano, la vuelta a las aulas. Se trata de una imagen que se repite todos los años al comienzo del otoño, pese a la advertencia vecinal. La Policía Local tuvo que personarse en la zona para disuadir a los jóvenes y dispersarlos.

Según informó el Ayuntamiento, la mayoría de los jóvenes pertenecían a la veintena de colegios mayores existentes en la ciudad. Chicos y chicas muy jóvenes se citaron desde primera hora de la tarde -a las seis, apuntó un comerciante a este periódico- en la Plaza del Salvador. Poco a poco, el recinto se fue llenando de más chavales que portaban botellas de tinto y cerveza. Alertados por los vecinos, un amplio dispositivo de la Policía Local se personó en la plaza para dispersar a los centenares de universitarios que la colapsaron durante toda la tarde. Una cuadrilla de Lipasam también acudió hasta el Salvador para recoger los desperdicios que dejó la celebración.

La concentración se desarrolló entre cantos y bailes en una ambiente totalmente festivo, hasta que los agentes consiguieron que las aproximadamente 500 personas que llegaron a ocupar la plaza, se disolvieran en grupos más pequeños y fueran marchándose a otros lugares. A las 20:30, apenas quedaba un centenar de jóvenes en el Salvador, mientras que la Policía realizaba tareas de control por las zonas aledañas, como la Alfalfa o la Alcaicería, para evitar que se instalaran en estos lugares para seguir con la botellona.

Desde la Asociación de Vecinos de la Plaza del Salvador lamentaron que un año más se volvieran a repetir unos hechos que no cogen por sorpresa a nadie, según expuso uno de sus portavoces a este periódico: "Ya lo habíamos avisado en una reunión reciente con el distrito Casco Antiguo para que estuviera el dispositivo preparado". Lo que más lamentan los residentes, que sí reconocen que la Policía muestra más interés que antes y acude cuando la llaman, es que la Plaza del Salvador se haya convertido en un reclamo para la botellona: "Este problema no acaba de resolverse. Lo que se hace es parchear. La costumbre de venir aquí no es casualidad. Se sabe que aquí se consiente la botellona. Estas fiestas las tendrían que hacer en los recintos de los colegios mayores".