El juez ordena el ingreso en prisión del asesino de Marta y su cómplice
La Policía detiene a una cuarta persona, el hermanastro de Miguel Carcaño, como posible encubridor del crimen · El menor arrestado la noche del domingo es internado en un centro en régimen cerrado
El juez de Instrucción 4 de Sevilla ordenó ayer el ingreso en prisión preventiva de Miguel Carcaño Delgado y Samuel Benítez Pérez como presuntos autores del crimen de Marta del Castillo Casanueva, la joven de 17 años que desapareció la noche del 24 de enero y cuyo cadáver continúa siendo buscado por las Fuerzas de Seguridad en el río Guadalquivir. Un juez de Menores también decretó el internamiento en régimen cerrado en un centro del tercer detenido por la muerte de la adolescente, un joven de 15 años amigo de los dos anteriores al que se le imputa un delito de encubrimiento.
Además de estos tres implicados, la Policía Nacional detuvo ayer a una cuarta persona por su presunta participación en el crimen. Se trata de Francisco Javier M. D., de 40 años, hermanastro de Miguel Carcaño. Este hombre vivía con el presunto asesino de Marta en el Bajo C del número 78 de la calle León XIII. En este domicilio pudo cometerse el crimen, si bien todavía no se descarta la opción de que la muerte ocurriera en la vivienda de Samuel Benítez, en el número 17 de la calle Avellana, en la cercana barriada del Carmen.
Los dos primeros detenidos, Miguel y Samuel, se encuentran en prisión desde ayer por la tarde, después de que el juez encargado del caso acordara esta medida cautelar tras tomarle declaración a ambos. A estos dos jóvenes, que fueron arrestados el viernes, se les acusa en principio de un delito de asesinato con la calificación jurídica alternativa de homicidio o incluso de un delito de detención ilegal sin dar razón del paradero de una persona. Este último delito tiene una pena similar a la del homicidio. Será clave, por tanto, el hallazgo del cadáver de Marta para averiguar si la joven murió tras ser golpeada con el cenicero o fue arrojada inconsciente al río y falleció ahogada.
El Ministerio Público también solicitó el internamiento del menor en un centro de reforma con los mismos cargos que Samuel y Miguel, si bien el juez de Menores decidió privarlo de libertad finalmente como posible encubridor. Este joven de 15 años fue detenido sobre las diez y media de la noche del domingo después de que la Policía le tomara declaración en la Jefatura. En principio su participación en los hechos simplemente se limitaría a tener conocimiento de lo ocurrido y no revelarlo, aunque no es descartable que ayudara a sus dos amigos a deshacerse del cuerpo.
El presunto asesino, Miguel Carcaño Delgado, y su cómplice, Samuel Benítez Pérez, pasaron casi toda la jornada en los juzgados, adonde llegaron sobre las once de la mañana y de donde salieron pasadas las cinco y media de la tarde. Samuel fue el primero en declarar ante el juez, con el que estuvo poco más de una hora, desde la una menos diez de la tarde hasta las tres. Lo único que ha trascendido de su testimonio es que se ha declarado inocente de los cargos que se le imputan. A continuación prestó declaración Miguel, que compareció hasta pasadas las cinco de la tarde.
Los dos acusados fueron increpados por una multitud de personas que los recibieron al grito de "asesinos". Miguel y Samuel recorrieron los apenas diez metros que separan la sede del juzgado de guardia -donde se encuentran los calabozos- de la del lugar en el que prestaron declaración escoltados por una veintena de policías nacionales de la unidad de intervención. Los agentes vallaron este tramo y crearon un cordón para evitar que los detenidos fueran agredidos por la multitud. Incluso los detenidos por otros delitos que realizaron el mismo camino que ellos minutos antes informaban a la masa de que los "perros seguían ahí abajo" mientras pasaban esposados por la Policía.
Tanto Miguel como Samuel trataron de ocultar sus rostros de las cámaras pese a que las caras de ambos han aparecido en todos los medios de comunicación en los últimos días. El primero lo hizo protegiéndose con la capucha de la sudadera negra con adorno de rombos en el pecho que vestía y el segundo agachando la cabeza todo lo que podía, pese a que incluso había concedido una entrevista días atrás a una cadena de televisión en la que explicó lo buena que era Marta y lo afectado que estaba su amigo Miguel por todo lo ocurrido.
Miguel mató presuntamente a Marta golpeándola en la cabeza con un cenicero tras mantener con ella una discusión. Luego llamó a Samuel y entre los dos se deshicieron del cadáver arrojándolo al río. El cuerpo pudo ser trasladado primero en una silla de ruedas de la madre de Miguel, fallecida en verano de 2006, y después llevado al río Guadalquivir. En este carro encontraron los agentes de la Policía Científica restos de sangre de Marta del Castillo, como corroboraron al cotejar los indicios encontrados con el ADN de los padres de la joven desaparecida. Luego, los detenidos arrojaron el cuerpo al agua desde el puente de la vía verde hacia Camas, a la altura del Charco de la Pava. Para llevar el cadáver de Marta desde León XIII hasta el río pudieron utilizar un ciclomotor. Habrá que aclarar ahora si el menor estaba con los dos amigos en aquel momento o si se enteró después. Una de las claves está en las posibles contradicciones en las que incurren los detenidos, sobre todo en la secuencia horaria de los hechos.
También tendrán que esclarecer los investigadores la participación del hermanastro de Miguel. Este hombre fue detenido ayer por la mañana después de que los investigadores le tomaran declaración y detectaran ciertas contradicciones. Es posible que Francisco Javier ayudara a su hermanastro y a Samuel a deshacerse del cuerpo y que facilitara a ambos la silla de ruedas de la madre. La Policía continúa llamando a declarar al círculo de amistades de Miguel Carcaño y no se descartan nuevas detenciones en las próximas horas de personas que hayan podido encubrir a los autores del crimen.
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