De cómo un ingeniero alemán huyó del nazismo y se enamoró de Sevilla
La obra de Otto Engelhardt, ingeniero, articulista e inventor alemán represaliado por el franquismo, quedó grabada para siempre en los anales de la historia hispalense
Recorreremos la vida y obra de este peculiar personaje en compañía de Carlos Font Gavira, historiador e investigador palaciego con amplios conocimientos sobre su figura
De cómo una esclava trianera se convirtió en reina de Sevilla
Sevillaha sido, es y será siempreuna ciudad para la historia. Durante siglos, todo tipo de eventos históricos han tenido lugar en la capital hispalense bañada por las aguas del Guadalquivir, desde la expedición española con rumbo accidental a las Américas, que supuso los primeros contactos con el Nuevo Mundo (que ahora no es más que un conjunto de países más en el entramado político-económico global), hasta la celebración de la Exposición de 1992...pasando, por supuesto, por otros eventos no tan célebres, como la cruenta Guerra Civil española.
Este conflicto bélico, que traumatizó al país al completo en la segunda mitad de la década de los 30, dejó secuelas que aún perduran en el imaginario colectivo, razón por la cual millones de españoles aún se estremecen al recordar las historias que sus antepasados les contaban sobre los horrores de aquellos años que mancharon de sangre una España que aspiraba a ser mucho más de lo que terminó siendo tras una extendida y violenta dictadura militar que resultó de este periodo.
Una de estas historias, aunque trágica, sigue mereciendo recordarse por su curiosa naturaleza. Hablamos, como no podía ser de otro modo, de la vida y obra de Otto Engelhardt, alemán de nacimiento y sevillano adoptivo que fue represaliado por el régimen franquista por sus opiniones críticas en contra del gobierno de Adolf Hitler.
¿Quién fue Otto Engelhardt?
La carrera profesional de Engelhardt se vio marcada por la diversidad, ya que se dedicó a labores muy variadas. Si bien en un inicio se dedicó a la ingeniería en su Alemania natal, lo cual le valió para convertirse posteriormente en director de la Compañía Sevillana de Electricidad en 1894, optó por quedarse en la capital andaluza hasta su asesinato allá por 1936.
En su estancia en la provincia hispalense llegó a ser nombrado cónsul honorífico y recibió condecoraciones varias, entre las que destacan la Orden de Isabel la Católica, otorgada por Alfonso XIII, y otras con las que se le homenajeó en el país germano por sus contribuciones.
No obstante, además de sus incontables labores humanitarias que le consolidaron como un hombre de paz, ejerciendo incluso como vicepresidente de la iniciativa pacifista Pro Sevilla, Ciudad de Contraguerra, lo que más se destaca de su legado es su ejercicio en el periódico El Liberal en la propia capital hispalense, donde escribió artículos varios en los que criticaba ferozmente a Adolf Hitler y su ascenso al poder en su país natal, del cual renegó llegando incluso a nacionalizarse español y devolver todas sus condecoraciones.
Por otra parte, un documento que encapsula a la perfección su antifascismo ferviente es su Adiós, Alemania: con sus Barones y Fascistas, que redactó entre 1931 y 1934 tras varios años como ciudadano español y en el contexto de la Segunda República como impulso definitivo para poder manifestar su opinión adversa sobre el que fue su hogar.
Su actividad como articulista, sin embargo, provocó la represión de las tropas del general Queipo de Llano, que ordenó su fusilamiento el día 14 de septiembre de 1936 en la ciudad de Sevilla.
La memoria de Engelhardt, más fuerte que la represión
A pesar de su asesinato por parte de las tropas nacionales, este ingeniero, inventor e articulista apadrinado por la provincia de Sevilla y el país al completo hasta el golpe de Estado que acabó con el gobierno republicano, varios historiadores, entre los cuales se encuentra el propio Carlos Font, le prestaron homenaje a su memoria en varias piezas documentales que analizaron en profundidad el impacto de la guerra civil española sobre la capital hispalense.
Además, sus familiares aún luchan incansablemente por la conservación y restauración del que fuera su hogar en San Juan de Aznalfarache como ubicación clave en el desarrollo de iniciativas de memoria histórica que puedan concienciar e informar a la población de uno de los periodos más oscuros de los anales de la historia española, que como sucedió con Otto Engelhardt, también terminó injustamente con la vida de algunas de las mentes más privilegiadas cuyas aportaciones contribuyeron al crecimiento de nuestro país, inevitablemente detenido con la entrada de la dictadura franquista.
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