El informe policial de la fiesta de Halloween en Sevilla: "No dejan salir a los menores, los tratan como ganado"

La Policía Local constata la extrema peligrosidad del evento de la sala Music, en el que cientos de chicos estaban encerrados

El responsable de la discoteca cortó presuntamente el agua de los baños y el aire acondicionado, provocando crisis de ansiedad, mareos y vómitos entre los asistentes

Una vigilante explicó a los agentes que "nunca había visto algo así" durante su labor profesional

Cientos de jóvenes en el interior de la discoteca Music Sevilla, el pasado sábado. / Emergencias Sevilla

El informe policial de la fiesta de Halloween desalojada el sábado en Sevilla constata la extrema peligrosidad del evento celebrado en la sala Music donde cientos de adolescentes estaban encerrados, con la puerta bloqueada por vallas y custodiada por un vigilante de seguridad. "No dejan salir a los menores, tratándolos como ganado", apunta el documento elaborado por los policías locales que precintaron la discoteca después del incidente.

Los agentes relatan que fueron requeridos sobre las ocho y media de la tarde del sábado 29 de octubre para que acudieran a la calle Economía, en el polígono industrial Carretera Amarilla, donde había "varios menores de edad que se encontraban mal, sufriendo desvanecimientos y con crisis de ansiedad, dentro del local Music Sevilla, donde había un concierto en directo".

Seis policías locales fueron los primeros en llegar y observaron cómo había "varias menores tumbadas en el suelo, junto con varios padres reclamando presencia policial con ímpetu, dado que al parecer había varios jóvenes en el interior en mal estado". En ese momento, se presentó una ambulancia, que trasladó a una de las chicas al Hospital Virgen del Rocío. Esta joven, de 14 años, sufría una crisis de ansiedad, mareo y pérdida de verticalidad.

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Así fue el desalojo de la fiesta de Halloween en Sevilla / Emergencias Sevilla

Los policías pidieron más ambulancias para atender a más chicos que salían de la discoteca "aturdidos, con mareos y/o vomitando". Los agentes observaron que "la puerta de salida de emergencia del local, consistente en dos hojas metálicas de grandes dimensiones, se encuentran bloqueadas, estando una de ellas completamente cerrada, anclada con un pestillo en el suelo, mientras la otra se encuentra abierta pero cerrada el paso a ambos sentidos por dos vallas metálicas, junto con un vigilante, impidiendo la entrada o salida de cualquier persona".

El informe constata que "los jóvenes del interior no pueden salir del establecimiento". "Con premura se abren las vallas para que los menores puedan salir del lugar y poder ser asistidos" por los servicios sanitarios, en caso de que lo necesitaran.

En ese momento, una vigilante de seguridad uniformada se dirigió a los policías y les dijo que "dentro del local se estaban viviendo unas condiciones infrahumanas para los asistentes al evento". La trabajadora explicó que tenían el agua cortada en los baños, que habían quitado el aire acondicionado, "haciendo un calor infernal", y que no había botellas de agua, "dado que se han agotado". "No dejan salir a los menores del local, tratándolos como ganado", apunta el informe, que añade que la vigilante apuntó que no había vivido nada igual durante su labor como profesional de la seguridad.

Atención a los menores heridos. / Emergencias Sevilla

Los policías decidieron pedir refuerzos, "debido a la afluencia de público y a la gravedad de lo que estaba ocurriendo". Una vez retiradas las vallas y permitida la salida de los asistentes, los agentes contactaron con el responsable del local, un hombre de 42 años identificado como DavidS. M., a quien se le han abierto diligencias en calidad de investigado no detenido como presunto autor de un delito de lesiones. El atestado ya se ha remitido también al juzgado.

El empresario aseguró que no había cortado el agua y que el aire acondicionado estaba puesto, algo que era falso según pudieron corroborar los propios policías. "Al volver a ser preguntado, se encoge de hombros relatando que la fiesta la hace para ganar dinero, y que de alguna manera tiene que hacerlo", apunta el informe. El local es propiedad de una empresa llamada Castillo de Alcalá 2019 S. L., y este hombre se identificó como responsable del mismo, por lo que es él la persona denunciada.

El interior de la discoteca, repleto de público. / Emergencias Sevilla

En su conversación con los policías, el encargado de la discoteca culpó de la situación al promotor de la fiesta, la empresa Enigma. Ambas partes se cruzarían acusaciones, pues el representante de esta compañía informó a la Policía de que había vendido unas 2.000 entradas y negó que fuera responsable "de las condiciones infrahumanas vividas en el interior, dado que el responsable del local les aseguró que estaba todo en regla, y que la organización de las condiciones de la sala, porteros, consumiciones de bebidas y su desarrollo lo realiza cada establecimiento.

El documento elaborado por los policías hace una descripción muy gráfica de lo que se encontraron los agentes al adentrarse en la discoteca. "Había jóvenes caídos en el suelo, asistidos por los propios amigos, coincidiendo todos con sudoración extrema, mareosy piel enrojecida. Éstos se quejaban al paso de los indicativos de la falta de agua en los aseos y disponible para su venta, así como que les costaba respirar debido al calor y la falta de oxígeno".

"Los agentes en el interior del lugar no pueden casi avanzar debido a la cantidad de clientes que hay a su alrededor, incluso con la vista al frente no se observa espacio alguno entre los asistentes, debiendo apartarlos del paso, informando a viva voz a los concurrentes que salgan de manera escalonada y tranquila, para evitar así cualquier tipo de avalancha humana y lesiones que pudieran producirse", apuntan los policías.

Asistencia sanitaria a varias chicas. / Emergencias Sevilla

Los autores del informe insisten en la "falta de aire y el calor abrumante, comprobando que es inviable que el aire acondicionado se encontrara conectado, dado que el calor y el agobio eran palpables, siendo asimilable al interior de una sauna".

Las cuatro barras del local estaban abiertas al público, "estando completamente atestadas de menores". Éstos manifestaban que llevaban "dos horas intentando pedir bebida y que debido a la cantidad de público ha sido imposible pedir alguna consumición, por no poder llegar a la barra".

Ambulancias desplegadas en la zona. / Emergencias Sevilla

La sala tiene cuatro salidas exteriores que dan a un pasillo de evacuación, "siendo ésta su única salida natural de emergencia que es la que a la llegada de los agentes se encuentra bloqueada". Al lugar de los hechos acudieron los agentes de la Línea Verde, que levantaron un acta de denunciar y precinto del local por incumplimiento grave de las medidas de seguridad y salubridad del evento.

El dispositivo concluyó con dos menores trasladadas al Hospital Virgen del Rocío y otros once asistidos en el lugar de los hechos, todos por crisis de ansiedad, mareos y náuseas. Se cortó la circulación en la calle Economía para facilitar la llegada de los padres para recoger a sus hijos, así como el trabajo de los servicios sanitarios.

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