El informe de la Madrugada insta a estudiar medidas de insonorización
semana santa | la culminación de la investigación técnica y policial
Las grabaciones de las cámaras de seguridad revelan que los estruendos provocan los tumultos
Las autoridades presentan, tres meses después, el informe con las conclusiones de la investigación realizada sobre las avalanchas ocurridas en la Madrugada del Viernes Santo. El Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno comparecerán conjuntamente en la sede del Círculo Mercantil para descartar cualquier tipo de organización de los hechos y, en segundo lugar, dar a conocer las principales tesis ya avanzadas por este periódico y refutadas por las grabaciones de seguridad. El origen fue la pelea ocurrida en la calle Arfe al paso del Gran Poder. El ruido generado provocó el primer tumulto y, a partir de ahí se fueron sucediendo los restantes. El estruendo actuó como causa generadora de las carreras. Y las grabaciones de seguridad, así como las fotografías y vídeos recabados recabados de particulares, muestran la secuencia ordenada de los hechos. Cualquier teoría o hipótesis conspiratoria queda desmontada. No se trata de tumultos simultáneos, tal como creen muchas personas e incluso víctimas de los desórdenes. Para llegar a esta conclusión se han empleado las imágenes captadas por las cámaras instaladas por el Ayuntamiento en la Plaza Nueva, la Avenida de la Constitución, el edificio Laredo y la calle Alfonso XII.
El informe, como ya destacó Diario de Sevilla, realiza un detallado estudio del clima en la Semana Santa de los últimos veinte años, lo que sirve para determinar factores de riesgo de cara al futuro. Con un tiempo bueno y de cielos despejados existe mayor riesgo de que haya altercados al haber más público en la calle. El informe también incluye un estudio detallado de hechos similares que han sucedido en las Semanas Santas de otras localidades, como en Badajoz, Jerez de la Frontera, Huelva y Málaga. Se concluye que las avalanchas no son un fenómeno propio de la Semana Santa de Sevilla, ni siquiera ocurrió en esta ciudad por primera vez, pues en la citada ciudad extremeña ya ocurrieron tumultos en la Madrugada del Viernes Santo de 1989, cuando se produjo una turbamulta al paso de la cofradía de la Soledad, con cuyo hermano mayor se han entrevistado los investigadores y con el que recientemente contactó este periódico y confirmó su participación en la investigación.
En el informe oficial que ahora se presenta han colaborado expertos en Informática y en el tratamiento e interpretación de los sonidos. Entre las medidas propuestas figuran las de arbitrar sistemas de insonorización en algunos puntos claves, o la de establecer una suerte de cortafuegos acústicos que impidan la propagación de estruendos o sonidos alarmantes.
Los investigadores, por lo tanto, han estudiado un período de 27 años donde se han producido hasta diez episodios de avalanchas en días de Semana Santa en cinco ciudades españolas distintas. El público reacciona siempre de la misma forma. Hay un denominado "epicentro" que genera como primer efecto un ruido que desencadena el pánico. En los cinco casos de Sevilla se tiene claro cuál es el epicentro menos, precisamente, en el primero: el año 2000. En todos los casos, eso sí, el propio público es el que actúa como correa de transmisión. La prueba es que cuando se produce una reacción de calma, como la "ejemplar" de los nazarenos del Silencio y sus diputados canastillas por la calle Cuna, el efecto "se cae" y la correa de transmisión se rompe. Cuando no es así, el efecto se multiplica, como ocurre en una de las zonas calificadas de "sensible", caso de la Avenida de la Constitución.
El "epicentro" va cambiando en el caso de Sevilla: puede ser una pelea o gamberros golpeando vallas, pero lo que importa a los investigadores es que el efecto (el ruido) y la reacción (las carreras) son siempre los mismos. "Nunca hasta ahora se habían estudiado con tanta minuciosidad, al milímetro y al minuto, los patrones de comportamiento", se destaca.
La reacción del público al tocar las palmas a los nazarenos que sufren ataques de ansiedad y episodios de nervios es también destacada en el informe, pues contribuye a neutralizar los efectos de pánico que genera el ruido inicial. Para el futuro, el Ayuntamiento baraja medidas para contrarrestar los estruendos que siempre generan el pánico: el empleo de vallas de plástico en lugar de metálicas, un sistema de megafonía que permita difundir información tranquilizadora en tiempo real, uso de las redes sociales para labores de prevención y, sobre todo, la impartición de cursos de formación on line a los nazarenos una vez que saquen la papeleta de sitio.
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