La informática y la automoción tampoco son estudios de mujeres en la FP sevillana
Educación
La presencia de alumnas en los ciclos relacionados con las tecnologías resulta ínfimo
El cliché se mantiene en las ramas sanitarias y de servicios sociales, donde los hombres son minoría
Institutos como el Punta del Verde abogan por incentivar las enseñanzas Stem desde primero de la ESO
¿Cómo animar a las niñas a que emprendan en carreras tecnológicas?
Lidia Porras y Judit González son dos alumnas del primer curso del grado superior de FP en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma (DAM), incluido en la familia profesional de la Informática que se imparte en el Instituto público Punta del Verde, en Sevilla capital. En su aula hay 27 jóvenes matriculados, de ellos, sólo cuatro son mujeres. La comparativa no deja lugar a la duda. Como ocurre en la universidad, las enseñanzas tecnológicas de la Formación Profesional -tan demandadas actualmente por los adolescentes- son estudios de hombres, debido a la escasa presencia de alumnas en ellos. Una situación extensible a todos los centros de enseñanzas medias de la provincia en los que se oferta este tipo de ciclo.
Estas dos jóvenes tenían claro a temprana edad que lo suyo era la Informática. Desde pequeñas han estado relacionadas con este mundo. Aunque reconocen que se trata de una eñsenanza compleja y pese a sentirse en un primer momento "cohibidas" por la alta presencia masculina en los pupitres, los objetivos profesionales que se han planteado les han llevado, por ahora, a superar todo tipo de dificultades.
Pero la realidad evidencia que son muy pocas sevillanas las que deciden matricularse en ciclos formativos de familias tecnológicas, como Informática o Automoción. Las diferencias de género siguen un parámetro muy similar al de la enseñanza superior. Las alumnas son minoría en dichos estudios y mayoría en los de las ramas sanitarias.
Las cifras que aporta la Delegación territorial de Desarrollo Educativo y FP constituyen un claro ejemplo. En la provincia, en toda la FP hay matriculados este curso 38.665 alumnos, de los que 20.579 son hombres y 18.086, mujeres. Si se analiza por grados, la presencia masculina es mayor (aunque no con gran diferencia) que la femenina tanto en el medio como el superior, excepto en el segundo curso de este último, en el que hay escolarizados 4.733 sevillanos frente a 4.893 sevillanas.
La gran distinción, sin embargo, se detecta a la hora de abordar las familias profesionales. En Informática y Comunicaciones se ofertan tres titulaciones. En el grado medio de Sistemas Microinformáticos y Redes, se encuentran matriculados 2.095 hombres y 139 mujeres. En los grados superiores de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma, Administración de Sistemas Informáticos en Red y Desarrollo de Aplicaciones Web, actualmente hay 2.626 alumnos matriculados y 370 alumnas, es decir, las sevillanas apenas suponen un 12% de los estudiantes matriculados.
Una diferencia parecida se percibe en la familia de los Transportes y Mantenimiento de Vehículos. En el grado medio de Carrocería y de Electromecánica se encuentran escolarizadas este curso 868 personas, de las cuales 840 son hombres y 28, mujeres. En el grado superior de Automoción, de Mantenimiento de Aviones con Motor y Mantenimiento Aeromecánico de Helicópteros la situación tampoco varía: 378 alumnos y sólo nueve alumnas.
Los resultados cambian por completo cuando se atiende a familias vinculadas a profesiones en las que no adquieren tanto peso las tecnologías. Así ocurre en las de la rama sanitaria. En los grados medios de Cuidados Auxiliares de Enfermería, Emergencia Sanitaria y Farmacia y Parafarmacia, hay matriculados 883 hombres frente a 3.084 mujeres. En los ciclos superiores de Anatomía Patológica, Audiología Protésica, Dietética, Documentación y Administración Sanitarias, Higiene Bucodental, Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear, Laboratorio Clínico y Biomédico, Ortoprótesis y Productos de Apoyo, Prótesis Dentales y Radioterapia y Dosimetría, el número de hombres escolarizados se queda en 947, mientras que el de mujeres se triplica: 3.029.
Tampoco dista mucha esta situación de la que se vive en la familia de los Servicios Sociales y a la Comunidad. El grado medio de Atención a Personas en Situación de Dependencia tiene escolarizados 72 alumnos y 970 alumnas. En el superior de Integración Social, Educación Infantil y de Promoción de Igualdad de Género, así como en el de Mediación Comunicativa y Animación Sociocultural y Turística hay 275 hombres y 2.397 mujeres.
La FP, por tanto, no rompe tampoco los estereotipos de género que llevan años anclados a las carreras universitarias y que luego se reflejan profesionalmente. Y ello, pese a que desde centros de enseñanzas como el IES Punta del Verde se pone todo el empeño posible en aumentar la presencia femenina en las aulas donde se imparten enseñanzas tecnológicas, con el convencimiento de que las alumnas están más que capacitadas para dichos estudios y de que, incluso, cuando los desarrollan "son mejores que los chicos".
Así lo afirma Nelly Olivera, directora del referido instituto, donde lleva un año desempeñando este cargo de responsabilidad. Su caso es un claro ejemplo de la escasa presencia de las mujeres en los estudios agrupados bajos las siglas Stem, acrónimo con el que se denominan en inglés las enseñanzas relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Nelly Olivera es arquitecto. Trabajó varios años en esta profesión, hasta que dio el salto a la docencia. Lo hizo primero en la FP, en un colegio concertado, y tras prepararse y aprobar unas oposiciones, pasó a la educación pública, como profesora de Dibujo. En este punto hace una matización importante. "Dibujo técnico, no de Bellas Artes", reivindica la directora del Punta del Verde.
Pese a los años transcurridos, la situación que vivió en sus años de formación universitaria no dista mucho de la realidad actual de los institutos y las universidades, aunque sí reconoce que en estas últimas, y en lo que a Arquitectura se refiere, la presencia de alumnas es ya más importante y no guarda tanta diferencia con los hombres.
El IES Punta del Verde se creó en 1988. Es uno de los institutos más grandes de Sevilla. Los números lo demuestran. En él hay matriculados 1.400 alumnos, a los que atienden 117 docentes. Desde su puesta en funcionamiento, hace 35 años, la Formación Profesional ha tenido un papel fundamental en su plan de centro. De hecho, cada curso presenta una oferta muy amplia en este tipo de enseñanza posobligatoria. Los ciclos se agrupan en tres familias: Sanidad, Administración e Informática.
En esta última, los estudios son de grado superior, por lo que se matriculan en ellos alumnos procedentes del grado medio y de Bachillerato. Los ciclos que se imparten son Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma (DAM), Desarrollo de Aplicaciones Web (DAW) y Administración de Sistemas Informáticos en Red (ASIR). Los dos primeros están más orientados a desarrollo de programas informáticos y el tercero a configuración e instalación de redes y sistemas operativos. Se desarrolla en dos turnos, mañana y tarde, con distintas modalidades. Los matinales son de oferta completa, por lo que su alumnado se matricula en todos los módulos que se imparten por cada curso y nivel. En los de horario vespertino se aplica la oferta parcial diferenciada, mediante la cual los estudiantes pueden, en función de sus necesidades, matricularse en cada curso en los módulos que más se ajusten a sus intereses, siempre y cuando la suma de horas no supere las 1.000 por ejercicio académico.
Rosario Alcázar, jefa de estudios de FP en el Punta del Verde, es ingeniera informática. Estudió la licenciatura en la Universidad de Jaén, cuando acababa de crearse. Detalla el reducido número de alumnas que hay en esta rama en dicho instituto. En el turno de mañana de DAM, de los 27 alumnos matriculados en el primer curso, sólo cuatro son mujeres, mientras que en segundo, de 16 estudiantes, sólo dos son alumnas. En ASIR, también en horario matinal, en el primer curso, de 30 escolarizados, hay tres mujeres, idéntica cifra entre los 27 estudiantes del segundo curso de dicha titulación.
Las Stem, ausentes en la ESO
¿Qué hacer para aumentar el número de alumnas escolarizadas en estudios tecnológicos? Para Nelly y Rosario la respuesta es clara: el problema surge en la ESO, por la escasa presencia de tales enseñanzas en el currículo, un déficit que no ha solventado la Lomce, la nueva ley educativa del Gobierno de Pedro Sánchez. "Apenas se incentivan las Stem desde que el alumno comienza en el instituto. Lo más parecido es Computación y Robótica, una asignatura optativa que no resulta suficiente", explica la directora del Punta del Verde, que detalla que en segundo de la ESO esta materia ha de "competir" con Francés, que resulta "más atractiva" para los jóvenes, en un mundo globalizado y en el que se insiste en la importancia del aprendizaje de idiomas. En tercero de Secundaria sí aparece Tecnología y Digitalización, pero "a esas alturas", según Nelly Olivera, ya es demasiado tarde en el desarrollo formativo del alumno.
Por tal motivo, en el Punta del Verde se desea integrar en su oferta educativa para el próximo curso una asignatura propia, denominada Stem, que se impartiría dos horas a la semana con un currículo elaborado por el propio centro. "Se trata de un proyecto interdisciplinar y que desarrollarían nuestros docentes, porque tenemos profesionales capacitados para ello", insiste Rosario Alcázar. A ello suman la necesidad de contar también con un grado medio de Informática, que "atraería" a más alumnas, que luego permanecerían en los ciclos superiores.
Más información laboral
Nelly incide en que hace falta más información sobre las salidas laborales que ofrece la FP y "ampliar el campo de visión". "Muchas jóvenes se inclinan por el ámbito sanitario por la gran posibilidad que presenta de trabajar como funcionarias, con la estabilidad que aportan dichos empleos", destaca la directora del instituto. Sin embargo, hay que tener otro dato más interesante en cuenta: "El 100% de los alumnos que han acabado aquí Informática están trabajando".
Profesiones que algún día esperan desempeñar Lidia Porras, Judit González, Pilar Rojo y Beatriz Prieto, cuatro alumnas del Punta del Verde que estudian Informática y que confían en un futuro trabajar en ámbitos como la ciberseguridad y la Inteligencia Artificial. Retos laborales de cuatro mujeres en aulas colmatadas de hombres.
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