Un indigente intenta apuñalar a un camarero en la plaza de San Marcos de Sevilla

Hace un año, otra de las sintecho que suelen estar por la plaza de Santa Isabel tiró una taza de café a una de las camareras del mismo bar

Los hechos ocurrieron en el bar El León de San Marcos.
Los hechos ocurrieron en el bar El León de San Marcos. / Juan Carlos Vázquez

En la zona de San Marcos de Sevillla llevan años teniendo problemas con la inseguridad. Una de las plazas más bonitas de Sevilla, la de Santa Isabel, se ha convertido en refugio de un grupo de personas sin hogar que, si bien en líneas generales "son buenas personas pero con algunos problemas", según comenta auna de las vecinas, "hay veces que a alguno se le va la cabeza o bien porque no ha tomado la medicación o porque lo que han tomado no le ha sentado bien". En la noche del sábado 1 de marzo, uno de ellos intentó apuñalar en varias ocasiones a uno de los camareros del bar León de San Marcos. "Es más o menos habitual de la plaza y a veces viene al bar a tomar café o al servicio. Es cierto que a veces insulta a la gente, pero nunca había sido tan violento como ayer", comenta el dueño del establecimiento, Rafael León.

Al parecer, esta persona, que vive en la calle y padece alguna enfermedad mental, comenzó a insultar a algunos viandantes en la Plaza de Santa Isabel. Los gritos hicieron que los camareros se asomaran a ver qué pasaba y ahí fue cuando empezó a gritar y amenazar a uno de ellos con un pincho fabricado con la varilla de un paraguas. En su delirio, el atacante le recriminó que el agredido le "espiaba" y le "había puesto cámaras". Acto seguido se lanzó hacia él con amenazas de muerte intentó clavarle el pincho de 20 centímetros que se había fabricado con la varilla de un paraguas. Según testigos, la intervención de vecinos y clientes evitó que lo apuñalara. Hasta el lugar acudieron tres patrulleros de la policía local.

La plaza de Santa Isabel
La plaza de Santa Isabel / Juan Carlos Vázquez

No es la primera vez que los camareros del bar León de San Marcos se tienen que enfrentar a estas situaciones. Hace un año, Maribel Romero tuvo un juicio porque otra de las sintecho que ocupan la plaza de Santa Isabel le tiró un café caliente a la cara cuando le advirtió que no podía consumir en el interior del bar el bocadillo que le habían dado en el convento. "Como ocurre con cualquier cliente, no se puede consumir algo que traigas de fuera. Pues no le sentó bien y me itró el café hirviendo a la cara. La cogieron porque llevaba una litrona y, cuando salió de aquí, se la estalló en la cabeza a un hombre en El Pumarejo. La mayoría son buenas personas que han tenido mala suerte en la vida, hasta son lindos, pero hay algunos a los que se les van la cabeza y da miedo", explica tras la barra del bar.

Sheila  y Maribel, a quien una joven indigente tiró una taza de café a la cara.
Sheila y Maribel, a quien una joven indigente tiró una taza de café a la cara. / Juan Carlos Vázquez

Rafael León lleva al frente de este negocio desde hace 25 años. Está justo frente al lateral de la iglesia de San Marco que forma la calle Vergara, desde sus veladores se ve el convento de Santa Isabel y la plaza del mismo nombre. "En todos estos años he visto como ha ido empeorando esta zona en materia de seguridad. Aquí solo pasa la Policía cuando hay algo, como el indigente que quiso llevarse a un niño del colegio hace unos diez años. Entonces se llevó una semana viniendo la policía, pero ya se acabó", explica León. "Ahora estamos teniendo robos con la técnica del mataleón por las calles del entorno. Al final, estamos en el centro, pero como si no fuéramos del centro", afirma.

En cuanto al resto de comercios de la zona, en el supermercado aseguran que hay intentos de hurto por parte de los habituales de la Plaza de Santa Isabel, "pero los solemos coger", afirma uno de los dependientes. En otro de los comercios, el horno afirman que si entran, suele ser acompañados de alguien que les compra un bocadillo. En líneas generales, los vecinos y comerciantes entienden que no todos los que acuden a recoger el bocadillo del convento de Santa Isabel son peligrosos, "pero a alguno que otro se le va la pinza de vez en cuando y hay situaciones que no son del todo agradables, además de la suciedad que generan en la plaza, una de las más bonitas de Sevilla. Por ejemplo, el verano tuvimos una plaga de ratas porque hay quienes tiran los bocadillos a la fuente y eso atrajo a los bichos, claro", comenta uno de los vecinos. De hecho, la plaza se llevó más de un mes cerrada por desratización.

stats