Contra los indiferentes, diferentes
calle rioja
Meritocracia. Un emprendedor de Los Pajaritos y un científico de Los Carteros centran el cuarto encuentro de Iniciativa Sevilla Abierta dedicado a la igualdad de oportunidades.
AUNQUE el moderador, Rafael Salgueiro, citó a Adam Smith y La riqueza de las naciones, a su lado había dos personajes de Charles Dickens nacidos en la tierra de José María de Mena, que mañana, por cierto, cumple 91 años. Por las cosas que hacen, por los muros que han vencido, podían llamarse Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, pero se llaman Paco Ortiz y Rafael Fernández. En la sala Fundición libraron el cuarto encuentro de ISA (Iniciativa Sevilla Abierta), propuestas para una Sevilla con igualdad de oportunidades -"que algunos confunden con igualitarismo", dijo Salgueiro- y meritocracia.
¿Cómo será la Sevilla de 2034? Pregunta que surge de la pregunta-enunciado de este ciclo: ¿Quién está pensando en la Sevilla de los próximos 20 años? Una Sevilla que a grandes trazos dibujaron estos duelistas que han estado en Orlando y en Cambridge, que trabajan con Disney o con un premio Nobel, pero son sevillanos de barrio, Ortiz de Los Pajaritos, Sánchez de Los Carteros.
Francisco Ortiz (Sevilla, 1958) hizo Formación Profesional, rama de Electrónica. Nunca pisó la Universidad a cuyo rango académico pertenece el segundo. Rafael Fernández Chacón (Sevilla, 1966) hizo Medicina y una tesis doctoral que le dirigió Alfonso Álvarez de Toledo.
Paco Ortiz parte de una premisa: "No tenemos que ser los mejores, tenemos que ser diferentes". En esa diferencia, látigo contra la indiferencia y el conformismo, para no quedarnos ASÍ (palíndromo de las iniciales de Iniciativa Sevilla Abierta), este emprendedor que hizo su primer negocio con un intercambio de tebeos señaló los cinco vectores del futuro. Todos empiezan por la misma letra, la vocal intermedia que preside a este colectivo: Internet, Inglés, Iniciativa, Interdependencia e Innovación.
La última palabra está tan manida que el vecino de Los Pajaritos aclara: "Asociamos innovación con centrales nucleares -él trabajó en las de Almaraz y Cofrentes- o con aviones, pero se puede innovar con patatas fritas". Internet no es el futuro, es el presente. "Los chavales que no lo tengan serán excluidos sociales, cada día se dan de alta un millón en android".
El de Los Pajaritos y el de Los Carteros comparten la urgencia idiomática. "El mundo habla inglés", dice Ortiz, que descubrió en Orlando las pistas de hielo sintético y después, ante el letargo de un líder mundial "que estaba dormido", pasó a fabricarlas con sus propios medios e ingenieros vernáculos; y ahora le copia muñecos a los chinos.
Fernández Chacón, profesor de Fisiología y destinado en el Instituto de Biomedicina de Sevilla, va más allá. "Si queremos que dentro de cien años se publiquen libros de ciencia en español, en un plazo de veinte años todas las asignaturas científicas deberían explicarse en inglés".
Lo dice quien con un amigo en tiempos universitarios montaron una academia en verano "y con el dinero nos fuimos de viaje por Europa, llegamos a Cambridge". Concluida la carrera, estuvo primero en Dallas, después en el instituto Max Planck de Alemania. Ha formado parte del equipo de colaboradores de Thomas C. Südhof, un alemán nacionalizado estadounidense que obtuvo el año pasado el Nobel de Medicina por las relaciones moleculares de la comunicación neuronal.
Fernández Chacón trabaja con el cerebro y Francisco Ortiz con la inteligencia. Éste no trabajó nunca en el instituto Max Planck, pero cuenta dos anécdotas muy jugosas relacionadas con el país de referencia de esa institución. "Una vez cogí un taxi en Madrid, el taxista estaba deprimido porque después de muchos años de emigrante en Alemania, veía un futuro muy sombrío. Le sugerí que pusiera un cartel en el taxi de que hablaba alemán". Desde entonces, en casa del taxista Paco Ortiz es como un santo. "El alemán es una fortaleza y ponerlo en el taxi es innovar". Sus hijos hacen intercambio con familias alemanas. "Los países más sacudidos por la crisis coinciden con familias hiperprotectoras. En España los padres vamos delante de los hijos para quitarle los obstáculos. En Alemania van detrás por si tienen problemas".
Una atarazana de cordeles. Una trapería. Es el universo laboral del abuelo del profesor de Fisiología. A su familia, su abuelo, su padre, su madre, "la mayor de ocho hermanos", le debe el aprendizaje del valor del esfuerzo. Al instituto de secundaria, la motivación científica. El resto lo hicieron Losada Villasante, López Barneo, el profesor Jordano y el director de su tesis.
En Estados Unidos encontró el paraíso. Una filosofía de la igualdad de oportunidades alejada de la retórica. "Allí conocí a gente de origen muy humilde que son auténticos gigantes". Le preocupa el futuro de los jóvenes investigadore en Sevilla. La Universidad está sufriendo severos recortes, "nuestras investigaciones están muy amenazadas", pero junto a ese adversario coyuntural, el doctor reivindica más espíritu crítico para contrarrestar los signos de "declive y envejecimiento".
A los políticos les pide una visión "menos cortoplacista". "Si queremos tener ciencia aplicada, antes tenemos que hacer una ciencia que aplicar".
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Cervezas Alhambra
Contenido ofrecido por Osborne
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por Universidad Loyola