Nuevo incidente protagonizado por unos okupas en el centro de Sevilla

Los okupas que llevan meses viviendo en un centro de transformación de Endesa en la calle González Cuadrado, en el centro de Sevilla, protagonizaron anoche un nuevo incidente. Según han denunciado los vecinos este miércoles, a las once y media de la noche oyeron un gran escándalo en la zona, "como viene siendo habitual" desde la ocupación del edificio.

Los residentes pudieron presenciar y grabar una discusión entre uno de los okupas, al que identifican como R. V. y del que aseguran que cuenta con numerosos antecedentesyórdenes de alejamiento, y una chica de las que está viviendo en el inmueble. En un momento de la riña, el hombre le propina un guantazo a la joven y luego se produce un forcejeo entre ambos en la puerta del edificio.

Los vecinos han difundido el vídeo de la agresión y entienden que se trata de unas imágenes que son "muy ilustrativas del nivel de violencia que se desarrolla en la calle González Cuadrado, 42". Los afectados denuncian que están soportando estos comportamientos incívicos desde hace meses, y aseguran que las mismas personas ocuparon también otro centro de transformación en la calle San Luis.

Endesa confirmó a mediados de julio que los ocupas habían forzado las puertas de ambos centros de transformación, situados muy cerca uno de otro, y ambos en la zona norte del casco histórico. La compañía eléctrica ha denunciado en los juzgados la ocupación del centro de transformación de González Cuadrado 42, que cuenta con una vivienda anexa que fue ocupada meses atrás.

Un mes antes, a principios de junio, los vecinos de esta calle aseguraron que un grupo de personas se había instalado en el edificio desde finales de abril. Se trata en su mayoría de toxicómanos y también hay personas que se dedican a al venta de droga. Desde entonces, los residentes en esta zona viven una pesadilla, pues "los okupas organizan peleas de las que salen heridos, dan gritos desgarradores mientras se pegan unos a otros, además de romper todo tipo de objetos y arrojarlos a la calle". Además, han amenazado de muerte a los vecinos por asomarse a la ventana y grabar las escenas.