El incendio de un segundo transformador deja sin luz otra parte de las Tres Mil Viviendas

Otro centro de transformación ha ardido a primera hora de este martes en el Polígono Sur, provocando un nuevo apagón en la zona. El incendio se ha declarado sobre las siete y media de la mañana en una instalación eléctrica ubicada muy cerca del parque de Bomberos y habría dejado sin luz a unas 200 viviendas que todavía no se habían visto afectadas por el gran corte de luz que permanece en el barrio desde el 26 de febrero, cuando ardió otro transformador.

El parque de Bomberos es precisamente uno de los edificios afectados por este nuevo apagón, y en estos momentos se encuentra sin luz, a la espera de que la avería pueda ser solucionada. Este tipo de instalaciones cuentan con generadores de emergencia para incidencias de este tipo. El generador está funcionando, pero no da servicio a todo el parque, al que han acudido esta mañana técnicos de mantenimiento.

Este segundo incendio se produce en un momento de gran tensión en la barriada Martínez Montañés, conocida popularmente como Las Vegas, donde los vecinos llevan más de un mes sin luz. Los residentes en este barrio, el más deprimido de los que conforman el Polígono Sur, han realizado ya varias protestas y han pedido en reiteradas ocasiones que se les permita contratar la luz, algo que no pueden hacer hasta el momento porque los bloques no tienen contadores.

Los vecinos, con el apoyo del comisionado, JaimeBretón, han solicitado a la Junta, que es la titular de las viviendas a través de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), que instale cuanto antes los contadores en los bloques para que puedan proceder a dar de alta el suministro de luz. AVRA entiende que debe antes regularizar las viviendas y que cada vecino acredite la titularidad de su vivienda. Mientras tanto, los afectados piden que se les pueda poner luz de obra, ya que en la zona viven numerosos menores y también personas mayores que son electrodependientes.

Este periódico entrevistó la semana pasada a algunas de las familias afectadas por el gran apagón que se prolonga ya más de un mes en Las Vegas. Una familia con seis niños admitió que sólo podían lavarlos una vez por semana en casa de un familiar, mientras que un hombre que padece una apnea del sueño severa explicó que no puede dormir sin su respirador.

La situación en la zona es de emergencia social, como alertó el Comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, al que sin embargo el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Carlos Toscano, dejó inexplicablemente fuera de la primera reunión mantenidas con la compañía suministradora y con la Junta para encontrar una solución al problema. También se quedó fuera de ese encuentro el Ayuntamiento de Sevilla. Tanto el comisionado como la administración local son quizás quienes más información tienen de primera mano.

El problema de fondo es el de las plantaciones de marihuana, que se han extendido en buena parte de los pisos de Las Vegas. La gran cantidad de demanda energética que requieren estos cultivos (para hacerlos de manera intensiva hay que instalar varias máquinas de aire acondicionado, focos, balastros, extractores...) llevó a sobrecargar la red hasta provocar los incendios que ahora mantienen el barrio sin luz.

La solución pasa por intensificar los controles policiales sobre los cultivadores de marihuana y por dar de nuevo luz a las familias que nada tienen que ver con este negocio ilícito. En el momento del incendio del 26 de febrero, el centro de transformación de Martínez Montañés sólo daba servicio a un cliente con su contrato en regla, una asociación del barrio, pues el resto de vecinos estaban enganchados ilegalmente a la red.

El asunto también está siendo utilizado políticamente. Una muestra de ello fueron las declaraciones que hizo este lunes el candidato del PP a la Alcaldía de Sevilla, José Luis Sanz, que pidió al alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz, que liderara una solución para el problema de los cortes de luz en las Tres Mil Viviendas. Tuvo que recordarle el Consistorio poco después que la propietaria de los bloques, y que de momento se niega a instalar los contadores para que los vecinos puedan regularizar sus contratos, es la Junta de Andalucía.