El incendio de un taller de maquinaria agrícola de Sevilla causa daños en vehículos y viviendas

Un aparatoso incendio declarado en un taller de reparación de maquinaria agrícola de Sevilla causó daños en varios vehículos aparcados y en algunas viviendas del bloque de pisos ubicado sobre el local. Se trata de la tienda Sol Macarena, ubicada en la esquina de la avenida de las Juventudes Musicales con la calle Camino del Almez, en el barrio de la Bachillera.

El fuego comenzó sobre las nueve y diez minutos de la noche. Una explosión derribó la puerta del local y alcanzó a tres vehículos que se encontraban estacionados en las inmediaciones. El humo entró por el hueco de las escaleras del bloque que se ubica sobre el taller y afectó a tres viviendas.

El teléfono de emergencias 112 recibió una veintena de llamadas de testigos que alertaban del incendio. Los ciudadanos que llamaron dieron aviso también de que las llamas estaban quemando los coches estacionados en las inmediaciones del negocio.

El centro coordinador del 112 activó de inmediato a los Bomberos del Ayuntamiento de Sevilla, a la Policía Local, a la Policía Nacional y al servicio de emergencias sanitarias del 061. Fuentes de los Bomberos confirmaron que el fuego se originó en el taller, dedicado a la venta, alquiler y reparación de maquinaria agrícola.

Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales en este siniestro, aunque los vecinos fueron desalojados de sus pisos durante la intervención de los servicios operativos. Una vez extinguido el fuego, los bomberos estuvieron más tiempo en el lugar de los hechos ventilando el bloque y enfriando el local en el que se declararon las llamas, según informó el servicio de emergencias del Ayuntamiento de Sevilla.

La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación del origen del incendio. Según indicaron ayer varios vecinos a través de las redes sociales, este fuego era una "catástrofe anunciada", pues en el taller se acumulaba una gran cantidad de maquinaria, que incluso era colocada en la acera de la calle cuando el negocio estaba abierto. También había combustible y otros líquidos inflamables. "Se podía haber evitado si atendieran los avisos de los vecinos", dijo un residente de la zona.

"Demos gracias a que ha explotado para fuera y la lengua de fuego se ha comido varios coches. Si llega a ser al revé, mata a la familia de arriba del mismo", expuso otra mujer. Esta misma persona aseguró que los vecinos llevan "más de 20 años denunciando que el local no tiene ventilación y se acumula gasolina, gasoil y otros líquidos inflamables". "Suelen tirarlo al bajante, con un olor inaguantable en todo el bloque, y hacen caso omiso, tanto las autoridades como los dueños del negocio".