El impacto del tranvía en los árboles se basa en un informe anticuado de 2008

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El gobierno local reconoce que muy poca arboleda podría salvarse, según el documento oficial aprobado

El compromiso de Movilidad de renunciar a talas no está escrito en el Plan Especial

El tranvía, a su paso por la zona de Viapol. / Juan Carlos Muñoz
Ana S. Ameneiro

03 de abril 2018 - 07:00

El gobierno local del socialista Juan Espadas ha querido correr tanto con la ampliación del tranvía a Nervión y Santa Justa que ha dado luz verde a la tramitación ambiental estratégica del proyecto con un análisis muy anticuado del impacto que generará en la arboleda y en la jardinería de la zona.

El informe aprobado es nada menos que de 2008 (de la etapa Monteseirín) y fue elaborado en su día por el servicio de Parques y Jardines (ver documento adjunto). Ni siquiera se ha actualizado con los datos de la realidad actual, una década después, y tampoco el gobierno local ha tenido reparo en darle su visto bueno aun cuando dice justamente que la obra del tranvía dejará viva muy poca arboleda del centenar de ejemplares que están en la mediana, por donde irá este transporte.

Por tanto, a juzgar por el expediente oficial aprobado en marzo no parece que este Ayuntamiento tenga mucho interés en lo verde, puesto que su contenido dista mucho de las promesas que el gobierno municipal (el delegado de Movilidad, Juan Carlos Cabrera) expuso hace días: que no habrá talas de árboles y que éstos se salvarán con trasplantes masivos. Y para reiterar este mensaje, dirigido a neutralizar las críticas, el delegado se acompañó del catedrático de Ecología Enrique Figueroa, que va a asesorar al Ayuntamiento en la redacción del proyecto constructivo del tranvía.

El propio Figueroa también reconoció este lunes, al ser preguntado por este periódico, que lo lógico hubiera sido actualizarlo tramitando un nuevo informe ambiental sobre el impacto en la arboleda y no mantener el antiguo, y más cuando ese informe tenía "cierto desprecio" por esos árboles, según el catedrático. "Ese informe se hizo en 2008. Hubiera sido bueno anularlo y hacer otro porque el documento se contradice con la palabra dada por el gobierno local, ya que el compromiso ahora mismo es otro por parte de Parques y Jardines y por parte del alcalde Espadas", expresó el catedrático.

Figueroa aclaró que ese informe de 2008 no valoraba los árboles porque se basaba en ver el coste de cada árbol en relación al coste de su trasplante, por lo que su conclusión final apuntaba a un trasplante mínimo (7%). Esa fórmula es la llamada Regla de Granada que se resume en que "cuesta menos plantar un árbol nuevo que trasplantarlo".

El impacto del tranvía en los árboles se basa en un informe anticuado de 2008

Respecto a las técnicas nuevas que han surgido en los últimos años para trasplantar con garantías, el catedrático aclara que "que hay nuevas formas de trasplantar pero son caras o muy caras y requieren de una maquinaria específica que Parques y Jardines no tiene". Añadió que la idea que se quiere llevar al proyecto constructivo del tranvía es "trasplantar lo que se pueda" en la misma zona (dependerá del espacio que haya y de las raíces que tengan) y, si no es posible, llevarlos a parques o viveros.

Lo cierto es que garantía cien por cien no hay de que todos sobrevivan. Figueroa expone que eso hay que verlo cuando se levante la calle para la obra y que dependerá del cepellón real que tienen esos 90 árboles de la mediana, es decir, de la profundidad de las raíces dentro de la tierra y de si éstas se han extendido a la calzada. Lo primero es analizar el cepellón de cada uno de esos árboles, ya que cuanto más metidas estén las raíces en la tierra más difícil será la operación.

El primer grupo municipal del Ayuntamiento de Sevilla que advirtió hace días del dato de que con la ampliación del tranvía oficialmente sólo se salvará un 7% de la arboleda fue Izquierda Unida, cuyo portavoz, Daniel González Rojas, recalcó la contradicción entre esta realidad y las promesas del gobierno de Espadas. La novedad ahora es que el gobierno local reconoció ayer que el documento oficial aprobado para tramitar el tranvía (el Plan Especial) habla en efecto de ese porcentaje y admite, además, que tendría que haberse actualizado ese informe sobre el impacto en la arboleda antes de incluirlo en el Plan Especial aprobado.

La tesis del equipo de Espadas es que incluyeron en la tramitación ambiental del tranvía el informe de 2008 por entender que refleja "el peor escenario posible" para los árboles y que traza "un marco general", si bien los detalles de la actuación sobre la arboleda se plasmarán en el proyecto constructivo que ahora está en redacción.

El Plan Especial para el tranvía (que contiene el informe ambiental anticuado sobre la afección a los árboles) es lo único que se ha aprobado hasta ahora. Fue enviado al BOP hace días para su publicación, según el Ayuntamiento, y a partir de entonces puede recibir alegaciones públicas de ciudadanos y entidades.

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