Los huertos de Miraflores contienen altas concentraciones de plomo, avisan los científicos
Los niveles más altos están en el suelo y, en menor medida, en algunas verduras y legumbres, gracias al abundante uso de estiércol y compost de estos huertos ecológicos
El estudio es del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla, del CSIC, que ha analizado ocho parcelas entre los años 2016 a 2018
Sevilla/Los científicos han detectado concentraciones de plomo por encima de los niveles recomendables en los huertos urbanos de Miraflores, especialmente en el suelo y en menor medida en algunas verduras y legumbres. Se trata de los primeros huertos urbanos de España y unos de los más activos, con una demanda de hortelanos muy elevada.
Los autores del informe son un equipo del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Han detectado una concentración de plomo por encima del Nivel Genérico de Referencia (NGR) indicado por la Junta de Andalucía y también por normativas europeas. La investigación ha sido publicada en Biological Agriculture & Horticulture. Los expertos han analizado otros huertos de la provincia de Sevilla (Almensilla, Osuna y Utrera) pero sólo en Miraflores se detecta el nivel alto de plomo.
Según Rafael López, investigador del IRNAS y autor principal del estudio, los análisis se realizaron en ocho parcelas de estos huertos de Miraflores durante ocho meses de los años 2016 y hubo algunas ampliaciones en los años 2017 y 2018. Los cultivos analizados fueron los de lechuga y haba, ya que son bastante comunes en huertos urbanos de la provincia.
López pide que no cunda el pánico porque las concentraciones más altas de plomo se dan "en el suelo y no tanto en los alimentos que finalmente se consumen" y explica que ello se debe a que el plomo llega a las hortalizas a través de la deposición aérea más que por absorción a través de la raíz.
“La contaminación es significativa, pero no debe cundir el pánico. La toxicidad en humanos por metales pesados requiere que se produzca un consumo continuado de productos contaminados durante un período de tiempo largo”, señala el investigador principal.
El carácter ecológico de estos huertos ha limitado que el plomo pase a las plantas, según la investigación. "En este tipo de proyectos de huertos ecológicos se suele utilizar estiércol y compost como abono, estrategia que ha limitado la absorción de plomo por las plantas y debe continuar".
Los niveles de plomo detectados
En el suelo, las muestras tomadas en este huerto detectan una concentración de plomo de 292 miligramos por kilo de suelo, cuando el decreto autonómico estima como valor genérico de referencia máximo de concentración de plomo en suelo urbano los 275 miligramos por cada kilo de suelo. La diferencia es, por tanto, de 17 puntos. En una de las ocho parcelas analizadas la concentración de plomo llegó a los 400 miligramos por kilo y mayor aún en el subsuelo.
El análisis de las verduras y legumbres cultivadas en Miraflores también arrojó resultados por encima de los niveles establecidos, en esta ocasión, por la normativa europea. En las habas, la legislación europea establece un límite máximo de 0,10 miligramos de plomo por cada kilo de peso fresco de la legumbre, y en los estudios las habas mostraron una concentración promedio de 0,13 miligramos de plomo por kilo, e incluso en algunas muestras había valores de 0,51 miligramos por kilo.
En el caso de las lechugas, el promedio de concentraciones de plomo no superó el límite máximo de referencia, salvo en alguna muestra.
En la recomendación americana de la EPA (Agencia de Protección Ambiental de EEUU) se aconseja seguir estrategias para proteger la salud, especialmente de los más pequeños, en las concentraciones entre 100 y 400 miligramos de plomo por kilo de suelo.
Posible causa del plomo
Una de las explicaciones que baraja el equipo de investigación es que antiguamente el espacio que hoy ocupan los huertos sirvió como depósito de escombros, y muchos de esos restos podrían contener pintura blanca en cuya composición se usaban productos con plomo, hoy en día prohibidos.
Y añaden que esta circunstancia también explicaría por qué la distribución de la contaminación es heterogénea, mayor en algunas parcelas que en otras. “Sería necesario hacer un mapa de contaminación de todas las parcelas para conocer el grado en cada punto”, señaló López.
Recomendaciones de los científicos
Los científicos remarcan que los niveles encontrados de contaminación por plomo no suponen ningún peligro para los usuarios del parque y las precauciones se refieren a los agricultores y consumidores de las hortalizas.
Los especialistas dan recomendaciones para los agricultores de estas parcelas y los consumidores de sus productos:
- Desechar las hojas exteriores en el caso de lechugas y acelgas
- Pelar bien hortalizas como las zanahorias y remolachas
- Limpieza con abundante agua de todos los géneros antes de su consumo.
- “En las parcelas que estuvieran más contaminadas podría cultivarse en parterres elevados y rellenos con suelo limpio. El uso de enmiendas alcalinas o la incorporación de una nueva capa de suelo no contaminado también podrían permitir que se siguiera manteniendo el cultivo".
- "El uso de materiales de cubrición, especialmente en los períodos secos, limitaría el polvo y la deposición aérea”.
Además de las concentraciones de plomo, también se midieron las concentraciones de zinc y cobre y otros metales. Los valores promedios de concentración de metales pesados tanto en suelos como en plantas se mantuvieron por debajo de los límites de referencia, a excepción de Miraflores, donde se hallaron las concentraciones por encima antes referidas, sólo para el caso del plomo.
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