Las huellas de la arquitectura del Movimiento Moderno en Sevilla
En la ciudad convivieron dos conceptos muy diferentes: el MoMo y el Regionalismo, que triunfó
Funcional, más económica, de líneas puras, sin apenas decoración y valiéndose de las nuevas tecnologías y materiales. Así es la arquitectura del Movimiento Moderno (MoMo) que se desarrolló fundamentalmente desde la década de los años 20 del siglo pasado hasta mediados de los 60. Su máximo apogeo se puede situar en el período de entreguerras. En Andalucía y en Sevilla este movimiento no llegó a calar debido, entre otras cuestiones, a su contemporaneidad con el Regionalismo, la fuerte presencia de conjuntos históricos, o la ausencia de élites empresariales e intelectuales que lo apoyaran. A pesar de ello, Sevilla cuenta con importantes ejemplos de edificios del MoMo y de diversas tipologías, como se puso de manifiesto en la exposición sobre el MoMo en Andalucía que se celebró en 1999 en el antiguo convento de la Virgen de los reyes y cuya clasificación temporal y tipológica ha sido también utilizada en este reportaje a la hora de situar los diferentes ejemplos existentes en Sevilla.
La Fundación Docomomo Ibérico se ocupa de la conservación y la documentación de la arquitectura del Movimiento Moderno en la Península Ibérica. La elaboración del Registro Ibérico de Docomomo responde a la necesidad de contar con la información necesaria a la hora de llevar a cabo la tutela del patrimonio construido en el presente siglo, vinculado a esta corriente estética poco valorada por norma general. En Sevilla y su provincia hay 44 bienes inscritos. El periodo moderno de la arquitectura se circunscribe entre los años 1925 y 1965. Víctor Pérez Escolano, catedrático de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, explica el motivo: "La industrialización y la construcción de la postguerra en Europa lleva a la arquitectura MoMo a triunfar. En los sesenta empieza a arrastrar unas contradicciones y se inicia un proceso de autocrítica. Hay un distanciamiento y se considera ya como un capítulo cerrado de la historia contemporánea y, por tanto valorable". Pérez Escolano era director general de Arquitectura y Vivienda de la Junta de Andalucía cuando se desarrolló esta gran exposición en 1999. Resume cuáles son las características principales de este tipo de arquitectura: "Una de sus condiciones era resolver más cosas con menos dinero. Los ejemplos denotan no sólo la forma moderna, también las tecnologías modernas y el tipo de arquitectura para unas determinadas funciones que son objetos de la modernidad".
El primer ejemplo del MoMo en Sevilla es el Mercado de la Puerta de la Carne, que hoy está de actualidad por el nuevo proyecto para revitalizarlo y del que los defensores de la modernidad recelan ya que podría perder su esencia. "El proyecto es de 1927 de Gabriel Lupiáñez. Estaba todavía terminando la carrera en Madrid, por eso lo firma junto al arquitecto municipal Aurelio Gómez Millán. Lupiáñez está impregnado por la modernidad. En 1935 publica un proyecto muy interesaste de ciudad funcional. Una nueva Sevilla que se extendía hasta Itálica".
En Sevilla, el regionalismo tiene más aceptación y ascendencia, aunque, tras el paréntesis de la Guerra Civil y sus años posteriores, a partir de 1949, hay una remodenización en la ciudad en parte impulsada por el régimen franquista, tras las presiones de Estados Unidos, y el posterior Gobierno tecnócrata: "Tanto la República como el régimen franquista abrazan la arquitectura moderna. En Sevilla hay deslizamientos incluso más allá de 1965, todo lo que va a ser la posmodernidad".
Edificios singulares del MoMo en Sevilla son la casa Duclós (1929) proyectada por el prestigioso José Luis Sert y regalada a sus primos; el edificio Cabo Persianas, en la Magdalena; el Instituto Anatómico Forense, las Viviendas Lastrucci, en Álvarez Quintero, la Jefatura de Policía de la Gavidia, o la Universidad Laboral: "El régimen hace edificios oficiales modernos, como la comisaría de Ramón Montserrat. El campus de la Laboral es plenamente funcional". También se realizan conjuntos residenciales, como los Diez Mandamientos, la barriada del Carmen, o la Estrella.
Julián Sobrino Simal, profesor titular de la Escuela de Arquitectura de Sevilla, incide en las causas del menor éxito del MoMo: "Aquí no hay élites empresariales o intelectuales que lo impulsen. La construcción del Estado también es una rémora. Esta arquitectura se basa mucho en las tecnologías y aquí no estábamos muy preparados. Además, Sevilla desde el siglo XIX es dual. Hay una velocidad más conservadora y otra más modernizadora. La burguesía tradicional recurre al regionalismo".
Tanto Pérez Escolano como Sobrino Simal advierten de que al cambiar los usos de este tipo de edificios pueden perder su esencia, como es el caso del Mercado de la Puerta de la Carne, o la comisaría de la Gavidia donde se quiere hacer un centro comercial. "Realmente no hay una política de conservación patrimonial en general. Afecta a toda la ciudad en cuanto las competencias recaen en Urbanismo más que en Cultura", resume Sobrino.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Clece
Contenido ofrecido por Osborne
Campus UPO