La huelga deja ya 3,5 millones de kilos de basura sin recoger en la ciudad

El gobierno local estimó ayer que hay 3,5 millones de kilos de basura sin recoger en las calles de Sevilla por la huelga de los empleados de Lipasam que hoy cumple una semana. En estos siete días no ha habido una sola negociación formal entre las partes en conflicto: la dirección de Lipasam bajo la vicepresidencia política del delegado Maximiliano Vílchez (PP) y los tres sindicatos del comité de empresa (CCOO, UGT y CSIF). Pese a todo el concejal de Medio Ambiente reiteró ayer la disposición municipal. "Estamos abiertos al diálogo sin ceder en nuestro propósito y en base a lo acordado y pactado en abril del 2012", dijo.

Por primera vez desde el inicio de la huelga, el alcalde ha convocado hoy domingo a la prensa para hablar de este tema. Oficialmente expondrá las conclusiones de la comisión de seguimiento de la huelga.

Según el delegado de Medio Ambiente y Urbanismo, los costes por incidencias superan ya los 20.000 euros. Los contenedores quemados suman 71 desde el inicio, de los cuales 12 salieron ardiendo ayer. Los volcados o desplazados dificultando el tráfico han sido casi 70 contenedores.

El Ayuntamiento informó también de la existencia de piquetes que el viernes bloquearon la entrada en la planta de transferencia de residuos de la carretera de la Esclusa a toda aquella persona y entidades que habían solicitado depositar allí la basura. Ayer la Policía estuvo en la planta de transferencia para evitar que se repitan los mismos hechos y los agentes volvieron a acompañar a los vehículos y empleados de Lipasam a la salida para realizar sus respectivos servicios por la noche.

Respecto a la incidencia sanitaria, Vilchez explicó que "la incidencia de riesgo sanitario sigue siendo baja" aunque el impacto visual es importante debido a las bolsas acumuladas y "puede causar sensación subjetiva de riesgo mayor que el riesgo real".

Ante la acumulación de basura sobre aceras y calzadas "y a fin de evitar cualquier perjuicio a los ciudadanos, por la seguridad del tráfico y los peatones", la delegación de Seguridad y Movilidad ha ordenado la inmediata retirada de los obstáculos sobre aceras y calzadas en medio centenar de calles de toda la ciudad. El plan es retirar la basura de las calzadas y "redistribuir los servicios mínimos con el fin de garantizar la libre circulación de vehículos y personas por la vía pública", aclaró Vílchez.

Las calles donde se actuará son Santa Clara, Teodosio, Feria, Almansa, Baños, Gavidia, San Luis, Pumarejo, Fray Diego de Cádiz, Pastor y Landero, San José, Fabiola, Hiniesta, Macarena, Morería, Fabies, Rodrigo de Triana, Pureza, Betis, Santa Cecilia, Ronda de Triana, Evangelista, Niebla, Padre Damián, Virgen de la Cinta, Padre García Tejero, Monzón, Tajo, Ifni, Inglaterra, Alemania, Italia, Bruselas, Virgen de Escardiel, Tarsi, Arroyo, San José Obrero, José Laguillo, Conde Halcón, Miraflores, Cruz Roja, Crisantemo, Agricultores, Forjadores, Corral del Agua.

Por parte de los trabajadores, el presidente del comité de empresa de Lipasam, Antonio Bazo (CCOO) volvió a negar que la plantilla sea responsable de los actos vandálicos contra contenedores y negó también que este incivismo proceda de una supuesta división sindical en el comité. "Los tres sindicatos que formamos el comité de huelga somos una piña y hay una unanimidad total y absoluta. Aquí no hay historias raras entre los sindicatos", afirmó Bazo.

El líder sindical criticó la negativa del gobierno municipal a negociar. "Es una falta de respeto a los ciudadanos que no haya habido hasta ahora una toma de contacto con los trabajadores", dijo Bazo para quien este conflicto es una "guerra política de a ver quién tiene los machos más grandes".

Los trabajadores no temen que les afecte al sueldo. "Tenemos fuerzas para continuar. Ya pediremos préstamos . No nos vamos a morir de hambre por no cobrar el suelo de un mes", declaró el presidente.

Sobre el acuerdo de 2 de abril de 2012 que firmaron los tres sindicatos de Lipasam sobre la jornada de 37 horas y media y la reducción salarial del 5%, Bazo aclaró que no se oponen al fondo, sino a la forma en la que se quiere aplicar ese acuerdo "porque quieren que trabajemos 16 días al año a costa de nuestros descansos de Semana Santa y Feria y como lo quiera la empresa a capricho".