La huelga continúa sin atisbo de un posible acuerdo

¿Luz al final de túnel o simple escenificación? Después de ocho días de huelga de basura y cuando en las calles de la capital andaluza se acumulan más de 6.000 toneladas de residuos -aunque el riesgo de alerta sanitaria sigue siendo mínimo-, el Ayuntamiento, la dirección de Lipasam y el comité de empresa se sentaron el lunes a negociar durante tres horas y media por primera vez desde que comenzó el paro. La última ocasión en que las partes en conflicto dialogaron fue en el Hotel Alfonso XIII el sábado 26 de enero, un día antes de que se iniciara la huelga.

Desde entonces, la tensión entre el gobierno local, la dirección y el comité ha ido creciendo con el cruce de acusaciones. El Ayuntamiento, a través del delegado de Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, denunciaba actos vandálicos por parte de la plantilla -tres empleados han sido denunciados ante la Fiscalía-, mientras que los sindicatos hacían lo mismo al estimar que se incumplen los servicios mínimos.

Ante esta situación, el alcalde hispalense, Juan Ignacio Zoido, aseguraba el pasado domingo que no se sentaría a negociar con el comité hasta que no cesaran el vandalismo y el "chantaje". Actos de destrozo, por cierto, de los que se desvinculó el comité, que este lunes aseguraba que ningún trabajador ha sido denunciado por la Policía.

Estos reproches mutuos fueron los que, según fuentes consultadas por este periódico, centraron la primera parte de la reunión de este lunes en la sede de Lipasam en el Parque de los Príncipes, un encuentro que comenzó a las 19:00 y tuvo su primer receso a las 20:30. En el encuentro -al que no acudió el alcalde- participaron el delegado de Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez; el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Juan Bueno; el gerente de Lipasam, Francisco José Juan Fernández; y el vicepresidente de la corporación de empresas municipales, Jesús Maza.

Los representantes de los trabajadores, por su parte, llegaron por separado. Los delegados de CCOO y CSIF lo hicieron juntos, mientras que los de UGT accedieron solos. Antes del descanso el comité anunció que en la segunda parte del encuentro entregarían una propuesta y que cualquier decisión quedaría supeditada a la ratificación de la asamblea de trabajadores. Desde el gobierno local se intentó alargar la reunión para acentuar su posición de diálogo pero sin renunciar un ápice al planteamiento inicial: cumplir el acuerdo firmado por el comité el 2 de abril de 2012. La propuesta hecha por los sindicatos fue vista por el gobierno como "inasumible". La huelga alcanza este martes su noveno día consecutivo.