La huelga de celo policial se mantendrá hasta septiembre

Los sindicatos anuncian que seguirán sin trabajar por iniciativa propia después de que 10 sindicalistas hayan sido expedientados y suspendidos de empleo y sueldo

Un grupo de motoristas de la Policía Nacional, durante una redada en las Tres Mil Viviendas.
Un grupo de motoristas de la Policía Nacional, durante una redada en las Tres Mil Viviendas.
Fernando Pérez Ávila

22 de julio 2008 - 05:03

La Policía Nacional mantendrá en agosto la huelga de celo emprendida hace aproximadamente un mes después de que diez dirigentes de tres sindicatos policiales hayan sido expedientados y suspendidos de empleo y sueldo. Los agentes solicitan la equiparación salarial con las policías autonómicas y locales de España, un compromiso que fue firmado por el Gobierno central en abril del año 2005 y que todavía no se ha cumplido.

Los representantes de los cinco sindicatos con representación en el cuerpo ofrecieron ayer una rueda de prensa en la sede de UGT para anunciar que mantendrán estas medidas de presión en agosto. En principio no tenían previsto hacerlo dada la reducción de la plantilla de la Policía Nacional a prácticamente la mitad durante este mes por las vacaciones y la operación puesta en marcha por la Jefatura Superior para la protección de los turistas.

Sin embargo, los expedientes disciplinarios abiertos por la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil contra los sindicalistas han motivado que la huelga de celo se mantenga en agosto. Esta medida de presión consiste en trabajar cumpliendo estrictamente lo que marca el reglamento, sin iniciativa propia alguna, durante dos días a la semana (miércoles y jueves). Esto se traduce en una reducción drástica del número de detenciones e identificaciones de personas y controles de vehículos. Sólo en la primera jornada de esta protesta se pasó de una media de entre 15 y 18 detenidos a sólo uno.

Los diez dirigentes sindicales fueron arrestados durante más de media hora al terminar una protesta en el puesto fronterizo de Gibraltar. Los policías presentaron una denuncia por detención ilegal al considerar que se vulneraban sus derechos fundamentales y fueron luego suspendidos de empleo y sueldo. La orden del director general de la Policía, Francisco Velázquez, expedientando a los sindicalistas se emitió el pasado 16 de julio y se levantó ayer, precisamente media hora antes de la rueda de prensa convocada por los afectados, que se habían llegado a plantear el encierro y la huelga de hambre.

Esta escalada de tensión en las negociaciones entre sindicatos e Interior se traducirá en una merma de la presencia policial en la calle, ya que también se suprimirán los servicios extraordinarios. Este tipo de trabajos son los que se realizan durante los grandes eventos o concentraciones de personas, en los que para completar los turnos de trabajo se cuenta con personal voluntario.

El secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Andalucía, Manuel Espino Heredia, comparó la actitud del director general de la Policía con la de un "gobernador militar de la época más dura del franquismo" y calificó los expedientes disciplinarios como "el ataque más grave contra el sindicalismo policial que se realiza en la historia de la democracia".

Los sindicatos denunciaron además que el Gobierno pretende corregir estadísticamente la incidencia de la huelga, que está siendo seguida de forma masiva ya que está convocada por las cinco centrales con representación en el cuerpo: SUP, UFP, CEP, SCP y SPP. "Están ordenando a las brigadas de extranjería que hagan redadas en los clubes de alterne los miércoles y jueves para aumentar el número de detenidos, aunque sea por estancia irregular. También las unidades antidroga están realizando los registros en vivienda estos días", expuso el representante de la UFP, Víctor Duque.

El secretario de la CEP, Fernando Calderón, defendió la legalidad de sus reclamaciones y calificó de "aberrantes" las suspensiones cuando "no se ha cometido ningún delito".

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