La huelga de 'bolis caídos' de la Policía reduce en un 94% las multas

Las multas de tráfico han caído en un 94% en Sevilla capital desde que comenzó la huelga de bolis caídos de la Policía Local. En los últimos once días las estadísticas de denuncias no llegan ni a superar a las que se registraban en un solo día antes de la campaña de protesta por el impago de los atrasos que se les adeuda a los policías desde el año 2003.

Desde que se inició esta huelga de celo, el pasado miércoles 11 de abril, hasta el domingo 22 en Sevilla se han denunciado sólo 335 vehículos. Antes de la protesta, cada jornada se cerraba con una media aproximada de 500 sanciones. La primera semana de la huelga acabó con 300 multas, mientras que entre el miércoles y el viernes de la semana pasada se pusieron otras 30. Pero la caída espectacular se ha registrado durante el pasado fin de semana, que ha terminado únicamente con 5 multas a lo largo de los dos días. Ni siquiera ha pesado que se trataba del fin de semana de preferia, que siempre conlleva una mayor presencia policial en los accesos e inmediaciones del real.

La huelga de bolis caídos también ha supuesto un freno importante a la actividad de la grúa. Desde el 11 de abril hasta el pasado domingo, se habían retirado 82 vehículos en toda la ciudad, cuando lo habitual es que la grúa se lleve cada día una media de 80 coches y motos de las calles. En la primera semana fueron 70 los vehículos retirados, a los que se sumaron otros diez entre el miércoles y el viernes y sólo dos el sábado y el domingo.

Esta bajada de la actividad de la grúa es quizás la que más repercute en el capítulo de ingresos del Ayuntamiento de Sevilla. Cada vez que un vehículo es retirado por la grúa, su propietario no sólo tiene que afrontar el pago de una multa, que generalmente es de 200 euros, 100 si se opta por el pronto pago. Para poder sacar el coche del depósito municipal de vehículos, tiene que abonar una tasa cuyo importe varía en función de si se trata de un ciclomotor, motocicleta, turismo o furgoneta. En el caso de un turismo, este impuesto es de 138 euros.

Así, mientras que antes de la protesta cada día el Consistorio ingresaba entre 6.000 y 8.000 euros sólo en concepto de esta tasa, en los últimos días hubo jornadas que se cerraron con apenas 400 euros de ingresos. De mantenerse esta protesta mucho tiempo, difícilmente el Ayuntamiento podrá cuadrar sus previsiones de ingresos mediante multas de tráfico, que este año ascendían hasta los 25 millones de euros.

Por el momento, el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en Sevilla, que representa al 90% de la plantilla, mantiene sine díe esta campaña de trabajo a reglamento en la que los agentes sólo retiran aquellos vehículos que sean estrictamente necesarios porque quede atrapado alguien en un parking o estén ocupando la plaza de un minusválido. Los policías solicitan el pago de los atrasos derivados del cambio de categoría profesional, la llamada reclasificación, una deuda histórica que el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, ha reconocido como tal. Las negociaciones entre el Ayuntamiento y el Sppme para abonar estas cantidades siguen abiertas pero las posturas están muy distantes.