La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
turismo | la revitalización de la encarnación
El atractivo turístico de las setas de la Encarnación va a más. A la revitalización comercial de su entorno se suma ahora una oferta hotelera casi inexistente hasta el momento. Los empresarios han visto en este enclave una oportunidad para sacar rédito económico del Metropol Parasol, uno de los puntos que mayor interés despierta en quienes visitan la capital andaluza. La importancia de este complejo explica que en la Plaza del Cristo de Burgos se habilite un edificio para apartamentos turísticos y que muy cerca de allí, en la calle Ortiz de Zúñiga, se esté reformando un inmueble diseñado por José Espiau de la Coba -padre del famoso arquitecto regionalista- para un hotel de cinco estrellas.
Este último proyecto -del que se desconoce la empresa que lo gestionará- ha sido presentado en la Gerencia de Urbanismo por la promotora Estudio Broneo S.L. El arquitecto de las obras es Juan Pedro Donaire. El edificio en cuestión se encuentra en la confluencia con la calle Morería. Su construcción se proyectó en 1897, pero no sería hasta 1930 cuando se concluyó. Sirvió para Casa y Almacén de los Señores Llano y Compañía. Anteriormente, en este solar se encontraba la Posada de la Beata. Debido a su estado, cuenta con un proyecto de reforma de 2007. Los elementos que han de ser protegidos son las fachadas, las primeras crujías completas, los patios principales, la disposición de la las escaleras y la cubierta.
En el proyecto presentado se especifica que la reforma de este inmueble se llevará a cabo con el fin de habilitarlo para un hotel de cinco estrellas. El solar donde se abrirá consta de 801 metros cuadrados, mientras que la superficie construida alcanza los 2.428 metros cuadrados. También se refiere a su ubicación estratégica, pues se encuentra a 50 metros de la Plaza del Cristo de Burgos y a "escasos" 200 metros de la Plaza de la Encarnación, "conocida como las setas".
El nuevo hotel contará con 35 habitaciones. De ellas, siete serán para alojamiento individual, 19 para habitaciones dobles, otras cinco dobles (con dispensa), cuatro suites junior y dos suites, que dispondrán de dos dormitorios dobles, dos baños "y al menos un salón acondicionado acorde a la categoría del hotel, con una mayor suntuosidad que el resto de alojamientos". Las habitaciones se repartirán entre las cuatro plantas de las que constará el establecimiento.
Su construcción también incluye "una amplia gama de servicios", que van desde un restaurante para 73 comensales, salón social, un vestíbulo-recepción en la planta baja, una cafetería para 155 comensales, una piscina de 17 metros cuadrados y un solarium. Además, dispondrá de dos escaleras (cuya configuración original ha de ser respetada), tres ascensores y un montacargas de uso exclusivo para el personal del hotel.
En el citado estudio también se alude al estado del edificio. Los responsables precisan que aún se está pendiente de ejecutar un estudio geotécnico y que el estado general de la estructura vertical del inmueble es "bueno", al no presentar los muros de carga patologías destacables. También detallan que se mantendrán los forjados existentes, aunque se limpiarán hasta la estructura y se cubrirán con "una capa de compresión". Las vigas y tablillas de madera que estén en mal estado se sustituirán, mientras que los nuevos forjados serán de "viga y tablilla de madera", con una capa de compresión.
En cuanto a la fachada -sin duda, el elemento arquitectónico de mayor valor-, se picarán los revestimientos dañados, con posterior enfoscado y pintura de las zonas saneadas. De igual modo, se revisarán los voladizos, molduras y cornisas de las dos fachadas del edificio (la de la calle Morería y Ortiz de Zúñiga).
La apertura de este hotel de cinco estrellas incrementará la oferta turística en la zona norte del casco antiguo de Sevilla. Muy cerca de allí, en la esquina de la Plaza del Cristo de Burgos con Almirante Apodaca, la Gerencia concedió a principios de este año la licencia oportuna a la familia Cobo para convertir un inmueble que linda con el Archivo Histórico en 20 apartamentos turísticos, una de las actividades que más han proliferado en Sevilla recientemente. En un principio, estaba previsto que sólo se habilitaran 10 pisos, pero después de la paralización que sufrieron las obras, a consecuencia de los daños provocados en el Archivo, se decidió duplicar el número de alojamientos.
Con estas dos obras el entorno de la Encarnación adquiere un nuevo perfil casi inexistente en la zona. La inauguración de las setas en 2011 ha propiciado que todo el enclave se revitalice con la apertura de nuevos comercios -destacable es el caso de la calle Regina-, un resurgir al que ahora se suma la oferta hotelera, ya que el proyecto de Jürgen Mayer se ha convertido en uno de los puntos más visitados de la ciudad, que ha visto ampliados, así, sus atractivos, más allá del famoso triplete monumental conformado por la Giralda, la Catedral y el Alcázar.
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